Qué ver en el Parque Nacional de Lahemaa: ruta de un día

El Parque Nacional de Lahemaa se encuentra a 70 kilómetros de Tallin, en la costa norte de Estonia. Se trata, por muchísimos motivos, de uno de los destinos más visitados del país. En este artículo os proponemos una excursión de un día completo por este espacio protegido, en el cual os enseñaremos diferentes rutas de senderismo, edificios interesantes para visitar e incluso os daremos recomendaciones para disfrutar de la gastronomía local al mejor precio.

Visitar el primer Parque Nacional de la URSS

Lahemaa significa literalmente Tierra de Bahías, un nombre que le va al pelo. Es Parque Nacional desde el año 1971, lo cual le convierte no solo en el más antiguo de Estonia sino en el primero que se estableció en toda la Unión Soviética.

En sus más de 700 hectáreas protegidas (repartidas en dos tercios de tierra y uno de agua) es posible encontrar algunos de los espacios naturales más impresionantes del país. Nos referimos a densos bosques, humedales y costas salvajes, entre otros entornos, en los cuales hay una increíble riqueza faunística. Mal se os tiene que dar el día para iros de allí sin ver un alce, un zorro o un jabalí.

La cercanía con Tallin hace que sea un lugar muy visitado y perfectamente preparado para el turismo. Por doquier encontraréis rutas de senderismo señalizadas y acondicionadas a las mil maravillas, restaurantes en los que dar buena cuenta de la comida local y empresas que ofrecen sus servicios organizando rutas u otras actividades al aire libre.

Por cierto, no solo de naturaleza vive Lahemaa. En este destino encontraréis también cuatro impresionantes casas señoriales, las cuales son el mejor ejemplo de lo que las élites estonias de hace un par de siglos han legado al tiempo presente.

En nuestra opinión, el Parque Nacional de Lahemaa requiere al menos una jornada completa. Seguid leyendo y os enseñaremos todo lo que hicimos nosotros en el día que pasamos allí, el cual fue el tercero que echamos en Estonia.

Turismo en Lahemaa

Centro de Recepción de Visitantes

Para muchos viajeros, el punto de partida este Parque Nacional es su Centro de Recepción de Visitantes. Está ubicado en la localidad de Palmse, en la planta baja de una de las cuatro mansiones diseminadas por la zona.

Aunque las rutas principales están claramente señalizadas y hay mucha información sobre ellas en internet, lo cierto es que Lahemaa cambia mucho en función de la época del año. Algunas zonas quedan anegadas y otras tienen el acceso restringido por motivos de conservación, así que si vais a saliros de lo mainstream conviene que paséis por allí a haceros con algo de información.

Senderismo

Como no podía ser de otro modo, el senderismo es la actividad principal a realizar en el Parque Nacional de Lahemaa. Existen dos rutas que son las que realizan la mayor parte de los viajeros:

  • Viru Bog Nature Trail (o Viru Raba, en idioma local): es el sendero más conocido del parque. Tiene unos 6 kilómetros de longitud y permite recorrer una emblemática zona de ciénagas. Nosotros no la hicimos porque un par de días atrás habíamos estado en el Parque Nacional de Soomaa y ya habíamos visto un montón de humedales, pero si no habéis pasado por allí es una opción imprescindible.
  • Altja Nature Trail (Altja Opperada en estonio): la ruta que hicimos. En nuestra opinión, bastante más interesante por su tremenda diversidad: se pasea por una playa paradisíaca, por un poblado de pescadores con preciosas casas de madera, por un profundo bosque repleto de rocas gigantes traídas por la glaciación… Os la recomendamos encarecidamente, ya que son apenas 3 kilómetros en los que Lahemaa muestra muchísimos entornos distintos. Si queréis saber más sobre esta ruta, hemos preparado un artículo en el que os contamos cómo es hacer la Altja Opperada.

Al margen de esas dos rutas típicas, en el Parque Nacional de Lahemaa tenéis como 20 opciones más. Entre todas ellas suman unos 120 kilómetros de senderos acondicionados y señalizados, por lo que os resultará imposible aburriros.

Si nos aceptáis otra recomendación, nosotros fuimos hasta el Cabo Purekkari, el punto más septentrional de la Estonia continental. Más allá de que la ruta por allí fue una auténtica pasada, fue el punto más al norte de nuestro viaje y todo tuvo una atmósfera de lo más especial.

Mansiones

Como ya hemos dicho, en el Parque Nacional de Lahemaa podéis encontrar cuatro enormes mansiones señoriales. Es posible visitarlas, aunque con algunas limitaciones:

  • Kolga Manor: su estado de conservación deja mucho que desear, aunque precisamente por eso tiene todo el encanto. Se pueden visitar algunas estancias interiores que han sido musealizadas.
  • Vihula Manor: en la actualidad es un club de campo y spa súper selecto. Con las pintas que solemos llevar cuando estamos de viaje, seguro que no nos dejarían entrar.
  • Sagadi Manor: museo, hotel, restaurante y una arquitectura en perfecto estado de revista.
  • Palmse Manor: es la que alberga el Centro de Recepción de Visitantes. Sus jardines son una maravilla.

Gastronomía y shopping

En Estonia se come muy bien, así que el Parque Nacional de Lahemaa no iba a ser una excepción. En las mansiones de antes y en los pueblos cercanos tenéis un montón de opciones, muchas más de lo que suele ser habitual en este tipo de espacios naturales.

Sin embargo, si tuviéramos que hacer una recomendación, sin duda os diríamos que comáis en Altja Korts, una modesta posada marinera que está justo frente al aparcamiento de la Altja Opperada. Comimos de maravilla: raciones generosas, cerveza local y un precio más que razonable. El único problema es que su horario de apertura varía mucho, así que podéis ir hasta allí y que esté cerrada. ¡Ah! Y se puede entrar con perro 🙂

En otro orden de cosas, Lahemaa también puede ser un buen lugar para haceros con unos buenos souvenirs. Sin ir más lejos, en mitad de la Altja Opperada hay una caseta de madera en la que una señora vende todo tipo de prendas hechas con punto.

Campsites

Para terminar, algo que os interesará especialmente si estáis haciendo este viaje en furgoneta. Los parques nacionales de Estonia tienen unos espacios conocidos como campsites, que vienen a ser algo así como merenderos. Suelen tener mesas y sillas, espacios para hacer barbacoas, largas explanadas en las que se puede dormir en la furgo y la acampada libre suele estar permitida. Vamos, lo contrario que en España.

Nosotros pasamos la noche en el campsite de Kalmeoja, en medio de la naturaleza. Un lugar increíble para entrar en comunión con la naturaleza y disfrutar de Lahemaa desde un punto de vista diferente.

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