Vamos a hacer un repaso a una de las dudas más recurrentes para aquellos que viajan en coche o furgoneta con su perro. Y es que, aunque parezca sencillo, no está nada claro cómo hay que transportar a vuestro animal cuando se va por carretera. Por eso, hemos preparado esta guía para llevar a tu perro en el coche, con un enfoque a medio camino entre que vaya seguro y cómodo y que sepáis cómo hacer para cumplir con la legislación y así evitar multas. Os vamos a dar ideas para transportarlo, además de consejos a partir de muchos años y muchos viajes en compañía de nuestro perro.
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Lo que dice la ley: ambigüedad y más ambigüedad
Vamos a empezar por echar un vistazo al Reglamento General de Circulación, que es la normativa que todo conductor debe tener en cuenta. Así, en el artículo 18.1, se dice que:
«El conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía. A estos efectos, deberá cuidar especialmente de mantener la posición adecuada y que la mantengan el resto de los pasajeros, y la adecuada colocación de los objetos o animales transportados para que no haya interferencias entre el conductor y cualquiera de ellos”.
Decir eso y decir nada es lo mismo, ya que es una ley tan poco concreta que resulta ambigua. Si nos atenemos a lo que dice la ley, con que el perro no pueda llegar hasta el conductor ni ponerse en su campo de visión, estaremos cumpliendo con la norma.
¿Eso significa que no tiene que ir atado? Es aquí donde empiezan los problemas, pues la norma es poco concreta y quedaréis totalmente expuestos ante la interpretación del policía o guardia civil de turno. Y eso nunca es buena idea.
Nosotros os recomendamos que vuestro perro SIEMPRE vaya atado, no solo para evitar posibles multas (que van hasta los 500€) sino por una cuestión de seguridad. Si vuestro perro va suelto y pegáis un frenazo, puede salir disparado, con los riegos para su seguridad y la vuestra que esa situación conlleva.
Resumiendo: el perro no puede llegar hasta el conductor (es decir, no le llevéis de copiloto) y tiene que ir atado. Siguiendo estas dos normas tan básicas, no deberíais tener ningún problema.
Consejos para llevar a vuestro perro en el coche
Si va en el maletero…
Cuando vamos en coche, solemos llevar al perro en el maletero. Lo tenemos vacío para él, con una camita y un cojín para que vaya más cómodo. Sube y baja por la parte de atrás, y atamos una correa a un gancho que trae el coche. Así va cómodo y cumple tanto con la norma de no llegar hasta el conductor como con la recomendación que os damos de que vaya atado.
Si va en la parte de atrás…
Si alguna vez llevamos el maletero lleno, le ponemos en los asientos traseros. En ese caso, atamos su correa a uno de los cinturones de seguridad. Nunca hemos tenido problemas, excepto una vez en la que un guardia civil nos puso mala cara. Sin embargo, la ley es la que es y no nos puso ninguna multa.
En la furgoneta suele ir tumbado en la cama. Cuando la camperizamos tuvimos esto presente, y pusimos un ganchito para que pudiese ir atado mientras circulamos.
Por cierto, existen mil productos para llevar a vuestro perro en la parte trasera: arneses, trasportines, rejillas divisorias…
Cómo hacer que vuestro perro viaje cómodo y seguro
Ir en coche no es la situación más natural del mundo, así que sería recomendable que le dieseis cariño a vuestro perro. Aquí van algunos consejos:
- Que tenga siempre una camita o una mantita. Así estará cómodo, identificará el espacio como suyo y de paso no os lo llenará todo de pelos y barro.
- No le deis mucha comida o agua antes de un viaje, o acabará vomitando.
- Descansad con más frecuencia de la normal. Si lo recomendable es que una persona pare a estirar las piernas cada dos horas, con perros deberíais hacer paradas más frecuentes.
- Ojito con la temperatura, pues los coches a veces se calientan demasiado y los perros lo pasan fatal.
- Habladle de vez en cuando para que no se aburra. Nosotros de vez en cuando decimos su nombre y levanta las orejitas y mueve el rabo. Eso sí… ¡cuidado con distraeros más de la cuenta!
- Una vez más, insistimos. Aunque la ley sea ambigua, llevad siempre a vuestro perro atado. Así evitaréis sustos y estará protegido en caso de accidente, ya que no saldrá disparado.