Peñalba de Santiago es un destino que nunca falla en la lista de pueblos más bonitos de España. Ubicado en el corazón de la Comarca de El Bierzo, sus calles surgieron al amparo de la Tebaida Berciana, una zona montañosa a la que acceder no es precisamente fácil. Eso explica su larga tradición como lugar de retiro para ermitaños cristianos, que desde el siglo VI fundaron pequeños núcleos en los que darse a la vida contemplativa.
No se nos ocurre un sitio mejor para desconectar de todo y disfrutar del silencio en su versión más estremecedora. Por eso, aquí os traemos toda la información turística sobre Peñalba de Santiago, para que podáis preparar vuestra visita al pueblo y pasar un día difícil de olvidar.
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Buscando el silencio apareció la magia
Como hemos dicho un poquito más arriba, Peñalba de Santiago es un pequeño pueblo ubicado en una de las zonas más recónditas de El Bierzo. En concreto, a unos 20 kilómetros de la bonita ciudad de Ponferrada (la cual también haríais bien en visitar).
Los orígenes de Peñalba de Santiago y del resto de municipios de los alrededores son una incógnita, ya que se pierden a comienzos de la Edad Media. A partir del siglo VI, diferentes ermitaños cristianos eligieron este lugar para retirarse y fundar pequeños centros de espiritualidad. El ejemplo más destacado fue el Valle del Silencio, un evocador nombre que ahora se utiliza popularmente para referirse a toda la zona.
San Fructuoso en el siglo VII y San Genadio en el siglo X son los dos eremitas más populares, pues ambos fundaron algunos de los monasterios más famosos de la zona. A su alrededor surgieron pequeños y encantadores pueblos que han llegado a nuestros días en un estado de conservación increíblemente bueno.
Así, en un momento en el que el turismo rural no podría estar más vigente, Peñalba de Santiago y sus municipios vecinos se han convertido en el destino perfecto para un fin de semana respirando aire puro y recargando las pilas. Llegar es relativamente sencillo (por ejemplo, desde Madrid tan solo son cuatro horas), aunque el último tramito de carretera no es apto para conductores con vértigo o que sufran en las estrecheces.
Qué ver en Peñalba de Santiago
Peñalba de Santiago es una auténtica maravilla. Su casco histórico está libre de coches, ya que no está permitida la circulación por sus calles. Para hacer la visita tendréis que dejar vuestro vehículo en alguno de los parkings que hay en los alrededores. Hay uno chiquitito justo al lado y dos enormes a unos 500 metros.
Su edificio más destacado es la popular Iglesia de Santiago de Peñalba, un edificio de época mozárabe que tiene como principal sea de identidad un doble arco de herradura. A poco que hayáis buscado información sobre la zona (o incluso sobre la provincia de León) lo habréis visto, ya que es una imagen súper utilizada como reclamo turístico. ¡Y no es para menos!
El interior de la iglesia es visitable de miércoles a domingo durante todo el año en un horario bastante amplio y el acceso es gratuito, algo que siempre es de agradecer. Dentro podréis contemplar pinturas con más de mil años de antigüedad y un elemento arquitectónico que no es nada común: dos ábsides contrapuestos.
Sin embargo, Peñalba de Santiago va mucho más allá de su iglesia. Su casco urbano es una auténtica maravilla y responde al ideal que todos tenemos de un pueblito mono: pequeñas calles de trazado caprichoso, casas en las que la piedra y la madera son prácticamente los únicos materiales utilizados, plantitas por todas partes…
El pueblo tiene muy pocas calles, pero recorrerlo lleva más o menos una hora. Al fin y al cabo, será imposible caminar y no parar a hacer fotos todo el tiempo.
Nos gustó también el ambiente tranquilo que encontramos allí, pese a hacer la visita en un fin de semana. Todo era tranquilidad, la cual únicamente es perturbada por una tienda de souvenirs, un puñado de casas rurales y un par de restaurantes.
Dicho sea de paso, en Peñalba de Santiago hay dos sitios en los que comer:
- Aromas del Oza: buena comida, precios más que accesibles y trato excelente. Lo recomendamos sin dudar, pues en pocos sitios nos hemos sentido tan a gusto.
- La Cantina: todo lo contrario. Se trata de un lugar infame, con el dueño más antipático que hemos visto en la vida y que vive de pegarle el palo a los turistas. Si nos leéis habitualmente sabréis que jamás hemos hablado así de un sitio, pero este es realmente repugnante. Entre cenar allí y pasar hambre, sin duda lo mejor es no tomar nada ese día. Para colmo de males, tienen un perro enorme que anda suelto por las calles y que atacó al nuestro. Cuando fuimos a pedirle explicaciones, nos dijo que el pueblo es suyo. Mucho ojo con esta gentuza.
Sea como fuere, os recomendamos disfrutar de Peñalba de Santiago sin prisas. Es un destino para un rato, un fin de semana entero o incluso para toda una vida.
Excursiones desde Peñalba de Santiago
Ya que estáis por allí, tenéis un buen puñado de opciones para conocer el Valle del Silencio. Lo más típico es hacer senderismo, ya sea yendo a la Cueva de San Genadio o caminando un poco más para realizar la Tebaida Berciana al completo. Sea como fuere, os hemos preparado un post con todo lo necesario para vivir un perfecto fin de semana en el Valle del Silencio.
También tenéis a mano la bonita Ponferrada, el yacimiento de Las Médulas o incluso Villafranca del Bierzo. En definitiva, un montón de opciones para completar la visita a Peñalba de Santiago.