Le Train de La Rhune, el tren cremallera que lleva a lo alto del pico Larrún

El Tren de Larún (en francés Train de La Rhune o Petit Train de La Rhune) es una de esas excursiones imprescindibles en el País Vasco Francés. Un plan es absolutamente único y que os permitirá disfrutar de la historia, la naturaleza e incluso la nostalgia a planes iguales. Seguid leyendo y os contaremos todo sobre este plan único: qué es, cómo es la visita, dónde está, cuánto cuesta, si es dog friendly y mucho más.

¿Qué es el Tren de Larrún?

Antes de ir, lo primero es tener claro qué es el Tren de Larrun. Podríamos presentarlo de mil maneras, pero empecemos de una manera práctica: ubicado en la bonita localidad de Sare (la cual deberíais visitar si estáis por la zona), se trata de un fascinante tren cremallera que os llevará a lo alto del Pico Larrún.

Si bien es cierto que se puede subir andando, los 905 metros de altura de la montaña hacen que sea una ruta de lo más exigente. Por eso, desde el año 1924 existe este bonito tren turístico de madera, que salva la distancia entre Sara y la cima en alrededor de 35 minutos. No penséis que cubre una distancia muy larga, ya que la velocidad es de 8 kilómetros por hora.

La excursión en el Petit Train de La Rhune consiste en subir, estar en la cima una hora y veinte minutos y volver a bajar. Las entradas (que deberíais comprar previamente por internet, sobre todo en temporada alta) incluyen tanto la hora de subida como la de bajada, pero el tiempo que te dejan entre ambas es suficiente para explorar todo lo que la cima tiene para el viajero: increíbles miradores, fondas en las que tomar un tentempié, tiendas e incluso animales en libertad. Es una excursión perfecta para ir con niños o gente mayor, ya que no requiere de grandes esfuerzos. También se puede hacer con perro, pero tenéis que comprarle entrada.

¿Y qué hace un tren así en las montañas vascas en lugar de estar en medio de Suiza? La zona era famosa desde antiguo, asociada a un montón de tradiciones y leyendas locales. Sin embargo, se hizo especialmente conocida a mediados del siglo XIX, cuando el turismo moderno empezó a acudir a sitios como Hendaya o San Juan de Luz. En 1859 subió la emperatriz Eugenia de Montijo, que era esposa de Napoleón III, y ya se empezó a trabajar en la idea de un trenecito que permitiese subir a lo alto del Pico Larrún sin tener que pegarse la paliza caminando. Así, tras un montón de años en obras, en 1924 se efectuó el primer viaje del tren, que rápidamente se convertiría en uno de los planes más populares de todo el País Vasco Francés.

Experiencia y opinión sobre el Train de La Rhune

Vamos a contaros ahora cómo fue nuestra experiencia antes, durante y después de la visita al Tren de Larrún. Lo primero fue hacernos con las entradas, que se pueden comprar en su web oficial. Hay salidas desde las 9:15 en adelante, más o menos cada tres cuartos de hora. Imprescindible que miréis el tiempo (si está nublado la visita pierde mucho) y que, si os encaja, lo hagáis a primera hora (en las horas centrales del día hay muchísima gente).

Hay que decir que el Tren de Larrún no es precisamente barato: 20€ por persona y 5€ por perro. Es decir, nosotros nos gastamos casi 50€ por una excursión de dos horas y media. ¿Merece la pena? En nuestra opinión sí, pero nos da rabia que pongan precios tan elevados. Nosotros mismos quisimos ir cuando éramos jóvenes y no lo hicimos porque costaba una pasta.

El caso es que hay que estar media horita antes, así que llegamos a la zona y aprovechamos para desayunar en el bar que hay justo al lado. En cuanto abrieron la taquilla, nos fuimos al andén. De repente… ¡Chuuuu chuuuu! Llegó el tren, que sabe que es adorable y juega sus cartas dando un poquito de espectáculo.

La verdad, la experiencia es inolvidable solo por el recorrido en un tren cremallera como este. Subirse en un vagón hecho casi íntegramente en madera, con sus adorables cortinas de tela y ver las caras de felicidad de la gente es algo que hay que vivir.

El trayecto de subida (y de bajada) es de unos 35 minutos. En él no hay unas vistas súper espectaculares, pero insistimos en que es una experiencia fascinante. La única pega que le ponemos es que los perros van un poco apretados, pero por suerte nuestro adorado cuadrúpedo es comporta súper bien y no hubo ningún problema.

Una vez en la cima, el viajero tiene una hora y veinte minutos para disfrutar de la misma. Fuimos agobiados, pensando que no nos daría tiempo a ver nada, pero la verdad es que es tiempo más que suficiente.

¿Qué se hace en lo alto del Pico Larrún? Pues lo primero es disfrutar de los increíbles miradores. La cima está a 905 metros de altura y no hay grandes montañas a su alrededor, por lo que podréis disfrutar de una de las mejores panorámicas posibles de la costa vasca, de la cercana ciudad de Biarritz o de las montañas navarras. Dicho sea de paso, la mitad de la cima es francesa y la mitad española.

De hecho, en algún momento de la estancia arriba os recomendamos que os dejéis caer por los restaurantes y fondas que hay. Algunos son franceses y algunos navarros, pero todos comparten un elemento sorpresa: no son tan caros como pudiera parecer. Nosotros nos comimos un bocadillo de chistorra y otro de lomo con queso: no llegó a 10€, algo de agradecer en un sitio tan turístico. También tenéis arriba una enorme tienda de souvenirs, pero la verdad es que no tiene mucho encanto.

En la cima hay una especie de itinerario cultural, en el cual podéis ver referencias a la historia, el folclore y la naturaleza del lugar: desde un obelisco en honor de la emperatriz Eugenia de Montijo hasta restos de las guerras napoleónicas, pasando por construcciones para guardar el ganado o elementos que recuerdan el contrabando que se desarrollaba en Larrún hasta hace no mucho.

Imprescindible hacer una referencia a la fauna en libertad en Larrún. En sus colinas vive el mítico Pottok, un poni que vive fundamentalmente en el oeste del País Vasco Francés y que es el auténtico emblema de la región. Eso sí, con un poquito de suerte también encontraréis ovejas manech y buitres. Cuidado y respeto con los animales: están acostumbrados a ver humanos, pero tampoco hace falta que todo el mundo quiera hacerse un selfie con ellos.

Por la zona también se puede hacer senderismo. De hecho, no hace falta subir y bajar andando para recorrerla: nosotros caminamos un ratito y disfrutamos tanto de la cresta del monte como de sus fascinantes vistas.

Cuando llegue la hora de bajada, volved a la estación y poneos cómodos, pues os espera otro trayecto de 35 minutos. Una vez abajo, tenéis a vuestra disposición muchísimas cosas interesantes, pues esta zona del País Vasco Francés es fascinante.

Información práctica y consejos

¿Dónde está y cómo llegar?

El Tren de Larrún está en las afueras del municipio de Sare, a escasa media hora de San Juan de Luz. Se llega por una carretera de montaña que, aunque sencilla, puede complicarse si hace mal tiempo o si hay mucha afluencia. Justo al lado del tren hay un enorme aparcamiento, pero se llena en temporada alta. En resumidas cuentas: llegar es fácil, pero hacedlo con tiempo.

¿Cuánto cuesta?

20€ por persona y 5€ por perro. Eso si, año a año ajustan las tarifas. Nosotros fuimos en 2022, si leéis esto dentro de un tiempo es posible que haya subido.

¿Se puede subir al Tren de Larrún con perro?

¡Por supuesto! De hecho, si queréis saber más sobre el tema os hemos preparado un post en el que os contamos nuestra experiencia en el Tren de Larrún con perro.

Recomendaciones y consejos para la visita

Vamos a terminar con unas recomendaciones generales:

  • Es recomendable comprar las entradas con antelación, especialmente si vais a ir en temporada alta o en fin de semana. Pensad que los trenes son chiquititos, por lo que las plazas suelen agotarse.
  • Eso sí, mirad el tiempo antes de comprar las entradas. Si va a hacer malo, quizá no merezca la pena subir. En la propia web en la que venden entradas hay links a tres portales del tiempo diferentes, ya que dejan claro que no devuelven el dinero ni aunque haya un diluvio universal.
  • Cada vagón tiene espacio para diez viajeros. Intentad sentaros en los laterales, ya que la experiencia es mucho más guay que si os toca en el medio.
  • Las fondas de arriba tienen muy buena relación calidad/precio. Os recomendamos comer en ellas un buen bocadillo.
  • Asomaos a todos los miradores que podáis, las vistas son espectaculares.
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