Hacía mucho tiempo que no encontrábamos una ciudad tan absolutamente dog friendly como Salisbury, en el suroeste de Inglaterra. De hecho, acabamos tan fascinados que la pondríamos claramente en el top 3 de ciudades europeas para visitar junto a nuestro adorado cuadrúpedo. Fruto de esa experiencia, hoy os traemos un artículo en el que os mostramos cómo es viajar a Salisbury con perro. Os vamos a hablar de la ciudad en sí, de los sitios a los que podréis ir y de cómo es la relación de los habitantes de la urbe con sus visitantes de cuatro patas.
Tabla de contenidos
Una ciudad con el tamaño perfecto para ir con perro
Empecemos haciendo una introducción general a Salisbury. No vamos a hablar de todo lo que se puede ver y hacer en la ciudad, pues para eso ya está el post general que publicamos hace unos días. Lo que vamos a hacer es presentaros este destino en el caso de que os estéis planteando ir allí con vuestro perrete.
El casco histórico de Salisbury tiene el tamaño perfecto para ir con un perro. Las distancias no son especialmente grandes, por doquier veréis zonas verdes y los alrededores están repletos de amplias praderas propias de la campiña inglesa.
Además, no se trata del lugar más masificado del mundo. De hecho, incluso en los puntos más visitados (como la Plaza del Mercado o la Catedral) no os veréis en la típica situación en la que vuestro perro será pisoteado o no verá más que tobillos. Siempre tendréis espacio de sobra para caminar con él y que la experiencia sea súper agradable.
Salisbury, donde los perros siempre son bienvenidos
Una cosa que nos llamó muchísimo la atención fue la absoluta predisposición a recibir perros en todos los sitios que fuimos a Salisbury. No nos referimos a que haya cuencos con agua (que también), sino a que en prácticamente cada comercio vimos carteles indicando que los perretes eran bienvenidos.
Ya os hemos hablado de destinos así de dog friendly, como cuando os mostramos Tallin con perro o Ljubljana con perro. Estamos mencionando sitios absolutamente top y de los que, sin embargo, Salisbury no tiene nada que envidiar.
Restaurantes, tiendas, edificios públicos, museos, iglesias… ¡en cualquier parte podréis entrar con vuestro perro en esta ciudad!
Sin duda alguna, a esto también contribuye la gran población local de perros. En pocos sitios nos hemos cruzado con tanta gente paseando a su perro como en Salisbury.
Acceso a monumentos con perro en Salisbury
Siendo un poco más específicos, vamos con lo que más nos llamó la atención. ¿Sabíais que en la Catedral de Salisbury se puede entrar con perro? Esto no es nada habitual en edificios religiosos, pero aquí no vimos ningún problema. De hecho, mientras estábamos en la taquilla apareció un perro suelto, y la mujer que trabajaba allí se limitó a decir hello, little dog.
Pensad que buena parte de los puntos de interés de Salisbury no requieren acceso: las calles del centro histórico, los canales, la Poultry Cross… Obviamente en esos sitios no tendréis ningún problema. Sin embargo, misma cosa se podría decir de prácticamente todo lo demás: desde Arundells hasta el centro comercial de Old George Mall. En todas partes admiten perretes, en todas encontraréis agüita para ellos y la gente siempre será súper amable.
La excepción a todo esto la encontramos en la cercana Stonehenge. Si bien es cierto que admiten perros en el centro de visitantes y sus alrededores, no es posible su acceso ni a la zona del crómlech ni a los caminos cercanos (porque hay ganado suelto). Una pequeña manchita en el expediente que no empaña el hecho de que Salisbury es un destino excelente para ir con perro.
