Hoy os proponemos conocer Oñati (en castellano, Oñate), el municipio más extenso de Gipuzkoa y a la vez uno de los que tradicionalmente ha concentrado más poder. Así, en su casco urbano encontraréis todo tipo de edificios de postín, que a su vez están rodeados de una naturaleza alucinante y un montón de sorpresas que llegan hasta el subsuelo. Acompañadnos en este viaje en el que os vamos a enseñar qué ver y qué hacer en la conocida como Toledo vasca.
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El destino más completo de Euskadi
Riqueza, poder político, solvencia militar: constantes de Oñati que han marcado su historia. Primero muy noble y leal villa, después condado y finalmente incorporada a Gipuzkoa en 1845, hablamos de una localidad absolutamente fascinante. Su casco histórico es uno de los más impresionantes a nivel patrimonial de todo el País Vasco, algo que descubriréis dando un sencillo paseo por el centro. Palacios, torres, edificios religiosos y amplias plazas os harán ver que no estáis ante un sitio más.
En Oñati se estableció la primera universidad de Euskadi, allá por el siglo XVI. Otra muestra más de que el dinamismo económico, político y cultural de la urbe no fue (ni es) flor de un día. Eso sí, no os imaginéis un sitio pomposo y aburrido, pues lo mejor de Oñati está en su ambiente y en sus gentes. Recorrer sus calles os permitirá también acercaros a un modo de vida divertido y en el que nunca falta un bar abierto para tomar un zurito y un pintxo.
Además, Oñati es una de esas localidades en las que no faltan las curiosidades. Aunque el gentilicio típico es oñatiarra, a sus habitantes coloquialmente se les conoce como txantxikus (ranas, en euskera). Hay varias teorías sobre esto, pero el caso es que se les identifica con el anfibio. Y hablando de animales, el concurso de perros pastor de Oñati es reconocido unánimemente como uno de los más populares del mundo en su categoría.
Visitar la ciudad es sencillo. La parte vieja puede recorrerse tranquilamente en una mañana, mientras que a la tarde no podéis perderos todo lo que los alrededores tienen para ofreceros. Seguid leyendo y os enseñaremos esta estupenda ruta de un día por Oñati.
Turismo en Oñati
Universidad Sancti Spiritus
Empezamos nuestro recorrido, como no podía ser de otro modo, en la Universidad Sancti Spiritus. Es el gran orgullo de Oñati, pues fue la primera de toda Euskadi y tuvo un papel súper influyente en el renacimiento del País Vasco. Fue fundada en 1540 mediante una bula del papa Paulo III y estuvo en funcionamiento durante aproximadamente tres siglos, impartiéndose en sus aulas Leyes, Artes, Medicina, Cánones y Teología.
Centro pionero (en ella se matriculó la primera mujer de España en ir a la universidad), hoy en día ha perdido su carácter educativo. Sin embargo, para la eternidad queda una obra arquitectónica sorprendente. Su fachada es espectacular, tiene un claustro súper bonito y una capilla con uno de los mejores retablos platerescos de la Península Ibérica.
Molino de San Miguel (Oficina de Turismo)
Justo enfrente de la universidad, al otro lado del río, está el Molino de San Miguel. Mencionado por primera vez en el siglo XV, esta antigua explotación harinera hoy hace las veces de Oficina de Turismo (donde nos atendieron genial) y centro de interpretación. En ella se organizan visitas guiadas por Oñati, las cuales dan acceso tanto a la universidad como a la parroquia.
Parroquia de San Miguel
Precisamente, lo siguiente que visitamos fue la Parroquia de San Miguel, otro lugar por el que los habitantes de Oñati sienten especial predilección. Se podría decir que es un edificio gótico, ya que buena parte de la obra es del siglo XV, pero los trabajos de construcción se prolongaron durante aproximadamente 300 años. De hecho, la torre es de finales del siglo XVIII.
No podéis iros de Oñati sin visitar su interior, pues allí os esperan su impresionante retablo mayor (de estilo barroco), el retablo plateresco de la Piedad (considerado el conjunto funerario más rico de Euskadi) y el famoso sepulcro de Zuazola de Diego de Siloé. Eso por no hablar del edificio en sí mismo, que es alucinante.
Sin embargo, si por algo destaca la Parroquia de San Miguel es por su claustro. De estilo gótico flamígero, tiene la peculiaridad de que está erigido sobre un río. Es decir, en vez de tener el típico jardín en medio, lo que ofrece es agua. ¡Espectacular!
Plaza de los Fueros
Una vez visitados los grandes hits de Oñati, nos dedicamos a recorrer su casco histórico dando un agradable paseo. La primera parada, como no podía ser de otro modo, fue en la Plaza de los Fueros, el espacio abierto más amplio y relevante de la localidad. Allí es donde está el mejor ambiente y donde se encuentran algunos de sus edificios más lujosos.
Ayuntamiento de Oñati
El que más destaca es el propio Ayuntamiento de Oñati. Construido durante el siglo XVIII, es un excelente ejemplo de arquitectura barroca rococó. Representa también a la perfección cómo las casas consistoriales de toda Euskadi han hecho tradicionalmente todo lo posible por integrarse en plazas porticadas.
Palacio Lazarraga
En uno de los laterales está el Palacio Lazarraga, en el que destacan su fachada, su torre y sus enormes jardines. Es uno de los lugares favoritos de los habitantes de Oñati para pasear y disfrutar de los días soleados.
Atzeko Kalea y Kalea Barria, el corazón de la ciudad
A ambos lados del Ayuntamiento salen las dos calles principales de Oñati, paralelas entre sí. Nos referimos a la Atzeko Kalea (al sur) y la Kalea Barria (al norte), dos amplias arterias urbanas repletas de palacios, casas solariegas y comercios interesantísimos. Reflejan a las mil maravillas ese pasado glorioso del que ya hemos hablado, además de que ponen en valor el paso de peregrinos tanto por el Camino de Santiago como por el Camino Ignaciano.
No se puede concebir una visita completa a Oñati sin recorrer estas dos calles de punta a punta, así como sin curiosear en las adyacentes.
Txokolateixia, el Centro de Interpretación del Chocolate
De hecho, aprovechad el paseo para ir a visitar Txokolateixia, que viene a ser algo así como el Centro de Interpretación del Chocolate de Oñati. Se encuentra en la vieja fábrica de la chocolatería Orbea, una de las más representativas de una localidad que llegó a tener hasta una decena de maestros chocolateros simultáneamente.
Monasterio de Bidaurreta
Tampoco os podéis ir de Oñati sin visitar el Monasterio de Bidaurreta, un enorme conjunto religioso fundado a comienzos del siglo XVI por el contador mayor de los Reyes Católicos. En su interior alberga el primer retablo renacentista de Gipuzkoa.
Santuario de Arantzazu
Una vez hayáis exprimido el centro de Oñati, aprovechad para comer algo y posteriormente visitar los alrededores. En ese contexto, hay una parada obligada: el Santuario de Arantzazu. Es el mejor ejemplo de arte religioso contemporáneo de toda Euskadi. Cuenta con una ubicación privilegiada, tiene una propuesta patrimonial infinita y seguro que os deja sin palabras.
Además, desde allí podéis hacer un buen puñado de rutas de senderismo. Nuestra recomendación es que os pongáis unas buenas botas de montaña y hagáis la subida a las Campas de Urbia, un recorrido icónico y espectacular.
Ojo de Aitzulo
Hablando de senderismo, desde el barrio de Araotz sale una estupenda ruta hacia el Ojo de Aitzulo, uno de los espacios naturales más impresionantes en muchos kilómetros a la redonda. Os la recomendamos encarecidamente, puede que sea una de nuestras rutas favoritas de todo el norte de la Península Ibérica.
Cuevas de Arrikrutz
Por último, en las Cuevas de Arrikrutz os espera un conjunto de especial relevancia a nivel geológico, espeleológico, arqueológico y paleontológico. Hablamos de una serie de cuevas en las que podréis ver absolutamente de todo: desde salas repletas de estalactitas hasta el lugar en el que apareció el primer esqueleto completo de león de las cavernas que se encontró en la Península Ibérica. Os aseguramos que merecen la pena.
