Fisherman’s Wharf, el corazón de la Bahía de San Francisco

Vamos a viajar a Fisherman’s Wharf, una de las zonas más antiguas de San Francisco. Se corresponde con el primer puerto que tuvo la ciudad, por lo que ya os podéis imaginar que todo está absolutamente volcado hacia su maravillosa bahía. En este bonito barrio os esperan algunos de los principales puntos de interés de la urbe, por lo que bien haríais en pasar por aquí tan pronto como podáis.

El viejo puerto de San Francisco

Aunque San Francisco sea hoy una de las ciudades más conocidas del mundo, hubo un tiempo en el que era poco menos que un pueblecito costero. Fue la fiebre del oro la encargada de darle un enorme empujón durante la segunda mitad del siglo XIX, tomando precisamente como punto de partida la zona que hoy es conocida como Fisherman’s Wharf. Y es que este fue el primer puerto de San Francisco, el cual fue capaz de convertirse en pocas décadas en uno de los epicentros logísticos de la costa oeste de Estados Unidos.

Pese a su gran desarrollo, Fisherman’s Wharf nunca perdió su autenticidad ni su naturaleza atrayente. Incluso hoy es un sitio muy coqueto para pasear y dejarse sorprender por su ambientazo, su belleza y sus infinitas posibilidades de ocio.

Es una zona absolutamente imprescindible en toda ruta por San Francisco que se precie. De hecho, nosotros siempre recomendamos empezar por este punto, ya que frente a la bahía es donde la ciudad nos parece más bonita. Desde allí, además, se puede partir a pie a otras zonas igual de populares, como la cercana Lombard Street.

En cualquier caso, vamos a poner la lupa en el Fisherman’s Wharf y a mostraros todo lo que se puede ver y hacer en el barrio.

Qué ver en Fisherman’s Wharf

Pier 33 (salida a Alcatraz)

Yendo de este a oeste, la primera parada en Fisherman’s Wharf sería en el Pier 33. Realmente no hay nada que ver en este muelle, pero es bueno que sepáis que es la zona desde la que salen los barcos que van hasta la isla de Alcatraz. Os recomendamos reservar con antelación e intentar ir en el primer turno (el barco sale a las 8:40), para estar de vuelta pronto y así poder aprovechar el resto de la mañana metiéndoos de lleno en Fisherman’s Wharf.

Pier 39

La primera parada como tal en el barrio sería en el Pier 39, uno de sus platos fuertes. Se trata de un enorme embarcadero de madera en el que podéis encontrar tiendas, restaurantes, atracciones de feria, miradores e incluso disfrutar de la compañía de una enorme colonia de leones marinos. Es uno de los sitios más emblemáticos de San Francisco y, como tal, su visita es imprescindible.

Pier 45

Después os recomendamos pasar por el Pier 45, mucho menos glamouroso que el anterior pero igualmente lleno de posibilidades. En él os espera el divertidísimo Musée Mécanique, el enorme submarino USS Pampanito y muchas posibilidades a la hora de realizar paseos en barco por la bahía de San Francisco, ya que salen desde este mismo embarcadero.

Fisherman’s Wharf Sign

Justo al lado del Pier 45 está el Fisherman’s Wharf Sign, el legendario cartel con un cangrejo que sirve para identificar al barrio. Es uno de los puntos más fotografiados de la ciudad, así que no os vayáis de allí sin hacer la fotografía de rigor.

Calles por las que pasear (y todo lo que encontrar en ellas)

Una vez hayáis visto esos embarcaderos, lo siguiente sería recorrer las principales calles del barrio. La principal referencia sería la Jefferson Street, pues sirve de punto de unión entre los diferentes muelles y esta zona más urbana. No dejéis de ir a las paralelas (como Beach Street o North Point Street) ni de investigar las adyacentes (como Jones Street), pues están llenas de cosas interesantes. Allí os esperan tiendas, restaurantes e incluso enormes museos como el Madame Tussauds de San Francisco o el Cartoon Art Museum.

En muchas de las calles veréis pequeños mercadillos, con todo tipo de puestos vendiendo souvenirs y perritos calientes. También hay muchos de venta de fruta y de bebidas bien fresquitas.

San Francisco Maritime National Historical Park

En el extremo oeste del barrio está el San Francisco Maritime National Historical Park, un bonito espacio natural que le da el toque verde que le hacía falta. Os recomendamos pasear por él, ya que es uno de los más bonitos de la ciudad. Además, desde uno de sus extremos podréis tomar el legendario Funicular de San Francisco y así desplazaros a la zona alta sin tener que pelear con las empinadas cuestas de la urbe.

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