Pier 39, el lugar más divertido de San Francisco

El Pier 39 es uno de los espacios más icónicos de la ciudad de San Francisco. Aunque técnicamente podríamos hablar de él como un muelle más de la bahía, lo cierto es que se ha convertido en uno de los espacios culturales, comerciales, gastronómicos y de ocio más relevantes de toda la costa oeste de Estados Unidos. Hablamos de una visita absolutamente imprescindible y que no defrauda en ninguna época del año.

El lugar en el que San Francisco y su bahía se divierten

4 de octubre de 1978. Ese día se inauguró el Pier 39, un nuevo punto de encuentro para los habitantes de San Francisco. Su popularidad creció rápidamente, puesto que su oferta de ocio era absolutamente increíble: tiendas, restaurantes, actividades, atracciones… Si a eso se le suma que el acceso es gratuito y que hay un ambiente increíble a cualquier hora del día, la combinación no podría ser más atrayente.

Por si eso fuera poco, el muelle en sí mismo es súper bonito. Imaginad una amplia avenida que se adentra en el mar, que cambia el asfalto por tablones de madera y que a ambos lados tiene coloridos edificios de dos plantas. Más pintoresco imposible.

El Pier 39 está relativamente cerca del Pier 33, desde donde salen los barcos hacia la isla de Alcatraz. También tiene a mano el resto del adorable barrio de Fisherman’s Wharf, del cual forma parte. Vamos, que no tiene pérdida y que debería formar parte de cualquier paseo junto a la bahía de San Francisco de manera prácticamente obligatoria.

Su carrusel de dos pisos, restaurantes de moda, gente paseando con un helado en la mano, leones marinos… ¿Leones marinos? Sí, el Pier 39 también es el hogar de una nutrida colonia de estos simpáticos animales. Pero hablaremos de ellos más tarde, primero os vamos a enseñar todo lo que ver y que hacer en el Pier 39.

Qué ver y qué hacer en el Pier 39 de San Francisco

Gastronomía

Comer nos gusta mucho, así que nos resulta inevitable empezar diciendo que la propuesta gastronómica del Pier 39 es súper interesante. Puede que allí no encontréis restaurantes lujo ni cosas especialmente finolis, pero sí un buen puñado de opciones para disfrutar de sabores tradicionales y comidas rápidas de todos los tipos. Si bien es cierto que el principal emblema es el clam chowder (una sopa de almejas que normalmente se sirve en un pan redondo), también podéis encontrar hamburguesas, pizzas, gambas, smoothies, cafés…

Pese a ser un sitio muy concurrido, su amplia oferta hace que las esperas no sean demasiado largas. Por poneros un ejemplo, nosotros fuimos primero a por batido en la tienda de Lotus y luego a por una bolsita de los míticos Trish’s Mini Donuts calientes. En ambos lugares no tuvimos más de 5 minutos de espera.

Shopping

Preparaos para aligerar vuestras carteras, ya que el Pier 39 está lleno de tiendas de todos los tipos: souvenirs, joyas, productos tradicionales… ¡Hay de todo! Para que os hagáis una idea, tan pronto os podéis cruzar con un sitio que solo vende productos para zurdos (si, como la tienda de Ned Flanders) como con otro que únicamente tiene artículos navideños (aunque vayáis en verano).

A nivel recuerdos y souvenirs, obviamente no es la zona más barata de la ciudad. Sin embargo, tampoco esperéis grandes diferencias (excepto con en el Chinatown de San Francisco, pues sus precios sí que son imbatibles).

Atracciones

Rides and fun es uno de los eslóganes del Pier 39. Y no es para menos, ya que hay atracciones de todos los tipos: desde un cine en «siete dimensiones» (suponemos que estarán investigando la teoría de cuerdas al mismo nivel que Sheldon Cooper) hasta un laberinto de espejos, pasando por un carrusel de dos pisos, simuladores de realidad virtual o el The Bay Plunge (una especie de lanzadera).

Incluso justo antes de entrar al Pier 39 está el Aquarium of the Bay, en el cual viven más de 24.000 animales de 200 especies subacuáticas. Medusas y tiburones pueden ser visitados, previo pago de aproximadamente 35 dólares por persona.

Vistas de la bahía

Por último, el Pier 39 es uno de los mejores lugares para disfrutar de lo bonita que es la bahía de San Francisco. A poco que tengáis un día mínimamente soleado, tendréis a mano tanto la isla de Alcatraz como el legendario Golden Gate.

Existen muchísimas opciones para hincarle el diente a la bahía, ya que desde el Pier 39 salen todo tipo de excursiones en barco. Hablamos de verdad de muchas posibilidades: desde simples rutas hasta paseos gastronómicos en los que se va haciendo una cata de vinos.

Pier 39, el hogar de los leones marinos más famosos del mundo

Para el final hemos dejado lo mejor. Y es que desde septiembre de 1989, el Pier 39 tiene unos inquilinos de excepción: una enorme colonia de leones marinos que oscila entre los 100 y los 1500 ejemplares en función de la época del año.

Para verlos, simplemente tenéis que ir hasta el final del Pier 39 y luego girar a mano izquierda. No tiene pérdida, aunque es cierto que los carteles son un poco engañosos (los restaurantes de la segunda planta señalizan el punto de observación en ellos, pero realmente es en la primera).

Al parecer, los leones vinieron aquí y se quedaron a vivir porque se sentían seguros, ya que justo en 1989 hubo un terremoto en la zona en la que normalmente estaban. Desde entonces, el K-Dock se ha convertido en un sitio que hace las delicias de los visitantes.

Es cierto que es una zona muy concurrida, pero la gente va y viene: no os costará encontrar un sitio para disfrutar de una privilegiada vista de estos increíbles animales. Tenemos que decir que nos sorprendió mucho el ruido que hacen y también los empujones que se pegan para pujar por la mejor zona al sol.

Solo por ver a estos leones marinos ya merece la pena ir al Pier 39. Aun así, os recomendamos exprimir a fondo el sitio, ya que es uno de los más interesantes de San Francisco.

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