Visitar Top of Europe con perro: ¿es una excursión dog friendly?

Ya hemos hablado de Top of Europe, una de las mejores excursiones que se pueden hacer en Suiza. Sin embargo, queremos dedicarle un artículo específico a esta misma experiencia, solo que desde la perspectiva de personas que viajan junto a su perro. Así, en este post os vamos a enseñar si Top of Europe es una actividad dog friendly o no, además de reflexionar sobre algunos aspectos que tendréis que tener en cuenta antes de realizar la visita.

Subir a Top of Europe con perro: ¿es posible?

Sí, se puede subir a Top of Europe con perro sin ningún tipo de limitación o impedimento. De hecho, os recibirán con los brazos abiertos y podréis entrar con vuestro cuadrúpedo favorito a prácticamente cualquier lugar.

Teniendo en cuenta que es una excursión muy variada y llena de estímulos, lo normal sería que vuestro perro pasase una buena jornada. Eso sí, también hay algunos riesgos: las aglomeraciones, el mal de altura, tener que caminar mucho rato por la nieve…

En resumen: como personas que viajamos con perro, agradecemos muchísimo que esta excursión sea dog friendly. Tronco se lo pasó en grande y nosotros con él, la verdad. Eso sí, también tenemos que reconocer que puede no ser una excursión para todos los perros.

Seguid leyendo y, a través de diez sencillos consejos, vosotros mismos os daréis cuenta de si es una excursión que queréis realizar con vuestro perro o preferís ir a otro lugar.

Diez consejos para visitar Top of Europe con perro

Empecemos por algo básico: los perros pagan. Es la misma situación que con las personas, ya que no se paga por entrar a Top of Europe sino por el transporte hasta la estación de alta montaña. Y los perros pagan un 50% de la tarifa de los humanos, así que no esperéis que vuestro compañero suba allí por menos de 50€ (ida y vuelta).

En segundo lugar, hay que decir que podréis entrar con vuestro perro a casi todo: al Observatorio Sphinx, el Ice Palace, la Plateau, los restaurantes… El único sitio en el que no pudimos entrar fue en la tienda Lindt. Entre que es muy estrechita y que venden comida, entendemos esa restricción. En los restaurantes no habrá problema, incluso os pondrán un cuenco con agua en cuanto vean que vais con perro.

¡Ojito con los ruidos! Hay algunas zonas, como en el 360º Cinema Experience, en los que de repente hay sonidos a gran volumen. También puede haber esa sensación en zonas de aglomeraciones, como en la estación de tren o en la salida hacia la plataforma de observación. Si vuestro perro no lleva bien ese tipo de contextos, mucho ojo.

Un tema a tener en cuenta es que los suelos pueden ser un poco complicados. En algunas plataformas está la típica rejilla para que caiga la nieve, por lo que vuestro perro podría estar incómodo o incluso hacerse daño. También puede haber problemas si se camina mucho tiempo por la nieve, sobre todo en días muy fríos. Por último, una recomendación: ¡evitad las escaleras mecánicas! Los perros no las entienden del todo bien y pueden hacerse daño al entrar o al salir de ellas.

El quinto consejo tiene que ver precisamente con las patitas: os recomendamos llevar un buen protector de almohadillas y ponérselo a vuestro perro en caso de que haya mucha nieve. Existen básicamente dos opciones: cremas y geles, que se untan en las almohadillas antes de hacer la excursión; y botitas, que se ponen igual que las de las personas.

Para los perros, la nieve es como la pizza con piña: la aman o la odian. En el caso de nuestro perro, se lo pasó súper bien corriendo y revolcándose por la nieve. Posiblemente fue el rato en el que más se divirtió de toda la excursión. Sin embargo, también conocemos perretes a los que la nieve no les hace ni pizca de gracia.

Séptimo consejo: los trenes y los teleféricos se pueden hacer un poco pesados. Al fin y al cabo, se tarda un par de horas en llegar, por lo que vuestro perro se puede aburrir como una ostra. Si a eso se le suma que en horas punta puede haber aglomeraciones, quizá el recorrido no sea lo que más disfrute del viaje.

Precisamente, tenemos que deciros que las aglomeraciones están aseguradas. Si vuestro perro reacciona mal rodeado de mucha gente, tendréis un problema. Misma cosa si no es especialmente sociable con otros perros, ya que seguro que veréis a más de uno en vuestra visita a Top of Europe. Dicho sea de paso, recordad que tiene que ir atado en todo momento, aunque no necesariamente con bozal.

Ya vamos terminando, pero no queremos olvidarnos del mal de altura. Igual que las personas, los perros pueden sufrir por encontrarse en la alta montaña. Observad muchísimo a vuestro compañero de cuatro patas, especialmente al principio de la excursión. En cuanto veáis el más mínimo comportamiento anómalo, tendréis que hacer un alto en el camino.

El décimo y último consejo resume un poco lo anterior. Tal y como dijimos al principio de este artículo, es genial que se pueda hacer esta excursión con perros. Sin embargo, hay que decir que Top of Europe no es una visita para todos los perros: algunos se lo pasarán en grande, pero otros pasarán un día desagradable. Si tenéis en cuenta todo lo anterior, seguro que ya sabéis si os merece la pena subir o no.

En cualquier caso, los alrededores de Top of Europe cuentan con infinidad de destinos súper propicios para perretes, como Grindelwald o Lauterbrunnen. Si no lo tenéis claro, alternativas no os faltarán.

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