El Museo Británico (British Museum) es la joya de los museos de Londres. Allí os esperan más de 8 millones de objetos, los cuales hacen un exhaustivo repaso por los diferentes campos del saber humano. Podréis encontrar absolutamente cualquier cosa: desde un moai de la isla de Pascua hasta trozos del Partenón, pasando por obras maestras de arte africano, la Piedra Rosetta (clave para descifrar los jeroglíficos egipcios) o huellas del mismísimo Buda.
Como todo eso puede parecer abrumador, en este artículo os contamos un poquito de la historia del museo y os enseñamos cómo es el recorrido por sus obras principales. Es un itinerario de apenas una hora de duración, perfecto para tomarle el pulso a una de las grandes referencias culturales de toda la humanidad.
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British Museum, el tercer museo más visitado del mundo
Solo dos museos en el mundo pueden presumir de tener más visitantes al año que el British Museum: el imbatible Museo del Louvre (París) y el icónico Metropolitan Museum (Nueva York). Este dato ya dice mucho del auténtico gigante que os espera en el centro de Londres.
El Museo Británico abrió sus puertas en 1759, aunque su colección se empezó a formar un lustro antes. El médico y naturalista Hans Sloane quería que su colección perdurase más allá de su vida, así que la donó a Reino Unido a cambio de que la musealizase y pusiese en valor. En ese momento ya era algo digno de mención: más de 40.000 libros, 7.000 manuscritos, pinturas de artistas de la talla de Durero, antigüedades procedentes de todo el mundo…
Tras diferentes donaciones y compras, la sede originaria del museo (la Casa Montagu) se quedó pequeña. Así, a mediados del siglo XIX, se construyó el enorme edificio en el que se encuentra actualmente. En ese momento el Museo Británico ya tenía una colección envidiable, incluyendo donaciones de muchos nombres británicos (incluso la biblioteca del rey Jorge III) y piezas procedentes de botines de guerra, como las obtenidas tras la derrota de Napoleón en 1801.
Aunque el British Museum no ha dejado de crecer, con el tiempo algunas de sus colecciones se han independizado. Los hitos más destacables de este proceso son:
- Museo de Historia Natural de Londres: se escindió a finales del siglo XIX.
- Biblioteca Británica: formaba parte del museo hasta 1973, cuando se separó.
Por el contrario, también ha habido alguna que otra absorción. Es el caso del Museo de la Humanidad, que era una entidad independiente hasta que pasó a ser la colección etnográfica del British Museum.
Una colección inabarcable
Sea como fuere, en la actualidad el Museo Británico tiene en su haber más de ocho millones de piezas, de las cuales 50.000 están expuestas de manera permanente. El resto rota en exposiciones temporales y cesiones a otros museos, además de ser utilizadas en las diferentes líneas de investigación que están en curso.
A modo de referencia, el edificio tiene una zona expositiva que se va por encima de las 13 hectáreas, por lo que sería una locura intentar verlo todo en un solo día. Incluso en un solo viaje. La entrada es gratuita, pero sería una pena que os encerraseis en el museo teniendo en cuenta las muchísimas cosas que se pueden hacer en Londres.
En el Museo Británico son conscientes de ello, así que tienen un catálogo casi infinito de itinerarios por sus diferentes salas. Los recorridos más famosos son el de una hora (que hace un repaso a las piezas más destacables) y su hermano mayor (una ruta de tres horas que es algo más ambiciosa). Sin embargo, también tenéis otras que se centran en temas de lo más diversos.
Recorrido principal en el Museo Británico: 60 minutos de pura magia
En este artículo os vamos a contar cómo fue nuestra experiencia haciendo la ruta de una hora. Se centra en cinco zonas del museo (siete, si tenéis en cuenta el hall principal y la enorme tienda) y va por las piezas más destacadas de la institución.
El punto de partida de es la sala 2a, donde os espera el Holy Thorn Reliquary. Se trata de una de las reliquias más importantes a nivel mundial, siendo considerada una obra maestra del arte medieval.
Si subís por la escalera sur del museo, iréis hasta el Ajedrez de la Isla de Lewis, el ajedrez más famoso del mundo. Sus piezas son habituales en el merchandising del museo.
En esta etapa de la visita también veréis un astrolabio, como máximo representante de las piezas que representan a la cultura islámica en el Museo Británico. También pasaréis junto al Tesoro de Oxus y la Vasija de Portland.
Bajando por la escalera norte, os esperan las figuras de la dinastía Tang y una de las representaciones de Shiva más famosas del mundo entero.
De vuelta a la planta baja, en la sala 25 encontraréis los bronces de Benín, una colección de más de mil piezas que pone en valor el arte africano.
Por último, si subís por las escaleras os esperan varias piezas especialmente valiosas. Hablamos de Hoa Hakananai’a, un colosal moai traído directamente de la isla de Pascua.
También iréis a la zona egipcia, donde os esperan el busto de Ramsés II, un montonazo de momias y la mítica Piedra Rosetta.
No muy lejos de allí están los relieves asirios de la Cacería de Leones de Asurbanipal, otro de los grandes emblemas del museo.
Sin embargo, si hay una colección mítica (y no exenta de polémica) en el Museo Británico es la que aglutina a las esculturas y los frisos del Partenón de Atenas. Trozos de piedra que fueron expoliados y que constantemente son reclamados por el gobierno de Grecia, que solo recibe eufemismos y largas por parte de los británicos.
Con eso se llegaría hasta el final de la ruta de una hora. Tened en cuenta que estas piezas solo son una excusa para hacer un recorrido más o menos lógico. Por el camino veréis muchísimas más cosas, por lo que es fácil que estéis bastante más de 60 minutos en el museo.
Información práctica
Aquí os dejamos la información práctica para visitar el Museo Británico:
- Dirección: Great Russell Street.
- Teléfono: +44 20 7323 8299.
- Página web
- Horario: todos los días de 10:00 a 17:30. Los viernes dejan abiertas las galerías principales hasta las 20:30.
- Días de apertura: todos excepto el 24, 25 y 26 de diciembre, así como el 1 de enero.
- Tarifas: entrada gratuita.