Tower Bridge, el puente más elegante sobre el Támesis

Tower Bridge (literalmente Puente de la Torre) es el puente más emblemático de Londres. Es una de las grandes joyas de la arquitectura victoriana, fiel reflejo del gran dinamismo que vivía la ciudad a finales del siglo XIX. En este artículo os vamos a contar su historia, cómo es la visita a pie y cómo acceder a la zona de arriba, en la cual encontraréis una interesante exposición.

El puente victoriano que transformó la ciudad

La construcción de puentes en Londres siempre ha resultado polémica. Pensad en que su puerto fue durante mucho tiempo el más ajetreado del mundo, por lo que hacer pasos sobre el Támesis también suponía entorpecer la actividad fluvial. Sin embargo, la ciudad creció tanto durante el siglo XIX, sobre todo en la zona este, que se hizo obligatorio hacer un nuevo puente.

Fue así como surgió el proyecto del Tower Bridge. Hablamos de finales del XIX, cuando la capital de Reino Unido vivía un momento súper dulce a nivel económico. Por ello, no se escatimó en gastos e hicieron el puente más ambicioso de su tiempo: brutal a nivel arquitectónico, pero también una joya a nivel tecnológico. Se planteó como un puente basculante y colgante, con un ingenioso sistema de máquinas de vapor que permitía levantar su pasarela central y así no interrumpir el tráfico de barcos.

Uno de los motivos por los que se construyó el Tower Bridge fue para prestar servicio a los peatones. Por eso, también se construyeron unas pasarelas elevadas, pensando en que el flujo de personas no se quedase bloqueado cada vez que el puente levadizo se abría.

Tras 8 años de construcción, el Tower Bridge fue inaugurado oficialmente en 1894. Fue muy bien acogido por los londinenses, tanto por su practicidad como por ser una joya de la arquitectura del momento. Eso sí, ya sabemos que la user experience a veces es caprichosa. Tras poco más de 15 años, las autoridades decidieron cerrar las pasarelas superiores, ya que prácticamente todo el mundo prefería esperar a que subiese y bajase el puente, en lugar de tener que pegarse la paliza de acceder a las pasarelas laterales.

Rápidamente el Tower Bridge se convirtió en uno de los elementos más reconocibles de Londres. De hecho, su fama incluso llevó a la confusión, ya que habitualmente se le identifica con el Puente de Londres (otro paso sobre el Támesis). Sea como fuere, es una de las grandes atracciones turísticas del país, teniendo muchísima más importancia desde ese punto de vista que como un simple lugar de paso sobre el río.

Cómo visitar el Puente de la Torre

A pie

La visita al Tower Bridge no podría ser más sencilla. Es un punto que es visible desde muchas zonas de la ciudad, ya que marca de una manera definitoria y definitiva el paisaje urbano del río Támesis. Además, llegar hasta él es bastante sencillo, ya que está al ladito de la parada de metro de Tower Hill.

Una vez allí, podéis optar por la visita gratuita o de pago. Si no queréis rascaros el bolsillo, simplemente hay que contemplarlo desde una orilla, cruzarlo a pie y contemplarlo desde la otra. ¿Merece la pena? Desde luego.

Como ya hemos dicho, es uno de los sitios más visitados de la ciudad. El paso a pie siempre está súper concurrido, con un ambiente que puede ser agobiante pero que a la vez es muy divertido. También resulta increíble caminar bajo sus dos enormes torres, sin duda así apreciaréis la grandeza de esa joya de época victoriana.

Subir a la exposición

También es posible acceder tanto al interior de las torres como a las pasarelas que las unen (que, dicho sea de paso, fueron cubiertas en 1982). Para ello tendréis que pasar por caja (unas 11 libras por persona), lo cual os dará derecho a acceder a uno de los símbolos de Londres.

¿Qué se puede ver en el interior del Tower Bridge? Pues básicamente una exposición sobre el propio puente. Allí veréis la importancia que tuvo su construcción y el papel protagonista que ha jugado en el desarrollo urbano londinense del siglo XX. También podréis ver el puente en sí: sus alucinantes máquinas de vapor, sus pasarelas, las vistas…

¿Merece la pena subir? Pues bueno, aquí tenemos nuestras dudas. Por un lado, está claro que es un sitio top, por lo que nunca está de más pasarse. Sin embargo, la exposición no os cambiará la vida. También hay que decir que las vistas son buenas, pero no las mejores de la ciudad. El principal problema radica en que al estar en lo alto del Tower Bridge, no veréis el Tower Bridge. Es lo mismo que pasa al subir a la Torre Eiffel: son mejores las vistas desde el Arco del Triunfo, ya que así esta saldrá en la foto.

En cualquier caso, si vais a subir os recomendamos reservar entradas previamente, ya que es un monumento que suele tener colas. Así ahorraréis tiempo, un recurso que siempre es escaso en un lugar como Londres.

Información práctica

Por último, aquí os dejamos la información necesaria para preparar vuestra visita al Tower Bridge:

  • Dirección: sobre el Támesis. Al lado de la Torre de Londres, junto a la parada de metro de Tower Hill.
  • Teléfono: +44 20 7403 3761
  • Página web
  • Horario: de abril a septiembre, de 10:00 a 18:00; de octubre a marzo, de 9:30 a 17:30.
  • Tarifas: adultos, 11,40£; niños de 5 a 15 años, 5,70£; menores de 5 años, gratis.
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