Vamos a ver los pros y los contras de viajar a Escocia en cada época del año. Eso sí, siempre partiendo de la base de que cualquier momento es bueno para ir a un destino tan vibrante como este. Con Edimburgo como capital y con las Highlands como principal emblema de su naturaleza, tenéis ante vosotros uno de los lugares más interesantes del planeta.
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El mejor momento para viajar a Escocia: la primavera
Empecemos por la que, en nuestra opinión, es la mejor época para viajar a Escocia. Sin lugar a dudas, nosotros os recomendamos la primavera. Y, en concreto, los meses de abril y mayo nos parecen absolutamente óptimos para conocer el destino.
¿Los motivos? Claramente es la época más equilibrada: los precios todavía son moderados (no tan baratos como en invierno, pero mucho más económicos que en verano), hay un montón de horas de luz, la naturaleza está en su punto más bello…
Además, hay que tener en cuenta que abril y mayo son los meses con menos lluvias. Que sí, que en Edimburgo puede llover en cualquier momento, pero este periodo es perfecto para actividades en exterior.
¿Qué es lo mejor del resto de épocas?
Verano
En algunos blogs hemos leído que también ponen esta época como la mejor para viajar, pero nosotros le vemos algunas carencias. ¿Es cuando más animada está por el Festival de Edimburgo? Puede ser, pero los precios de los vuelos se disparan, en muchos hoteles no encontraréis habitaciones libres, en los restaurantes es fácil ver subidas de precio y tendréis que soportar grandes cantidades de gente allá donde vayáis. Además, por mucho que sea Escocia, os achicharraréis en los días centrales de julio y sufriréis mucho más a los midges.
No penséis que todo es malo. Por ejemplo, hay un montón de eventos, las horas de luz son infinitas (por ejemplo, en junio amanece a las 4:30 y anochece pasadas las 22:00) y su encontraréis excursiones a todas partes.
Otoño
A nosotros nos gusta mucho el otoño en Escocia. Teniendo en cuenta que es un destino eminentemente de naturaleza (incluso en sus espacios urbanos, que están repletos de parques y zonas verdes), los colores que os podéis encontrar son de lo mejorcito de Europa.
También se da la circunstancia de que los precios son más bajos que en primavera y en verano, por lo que puede ser una buena opción para escapadas low cost. A cambio, el peaje está claro: ¡llueve muchísimo!
Invierno
Por último, el invierno es duro pero lleno de posibilidades. Se hace de noche prontísimo y pasaréis cierto frío, pero a cambio tendréis Escocia prácticamente para vosotros solos. Los precios son baratísimos. Los paisajes mantienen algunos de los tonos del otoño y podréis disfrutar de su versión más cruda e incluso de algo de nieve en según qué zonas.
Por cierto, la navidad en Escocia es súper cool. Por ejemplo, Edimburgo está repleta de mercadillos navideños, los cuales no tienen nada que envidiar a los del centro de Europa.
