Rangers, los protectores de los Parques Nacionales de Estados Unidos

Traje verde, sombrerito, sonrisa perenne y toneladas de sabiduría: así es como los rangers de los Parques Nacionales de Estados Unidos están representados en el imaginario colectivo de todo el mundo. Son uno de los elementos más icónicos de la naturaleza norteamericana y, como tal, en este artículo queremos rendirles homenaje. Seguid leyendo y os contaremos un montón de cosas sobre ellos: su historia, sus funciones, su relación con el Oso Yogui o incluso cómo vuestro perro puede convertirse en uno de ellos.

Rangers, los 360 del medio rural

Historia

Lo primero que hay que decir es que la palabra ranger tiene su origen en la Edad Media, cuando en los bosques ingleses existían personas dedicadas a patrullar los bosques reales e impedir que los cazadores furtivos les robasen sus animales a los nobles. Cubrían un rango enorme de terreno, concepto que cuajó y que dio nombre a su figura. Esa figura tiene su contrapunto en términos militares, ya que existen rangers con un papel de exploración: anticipar los movimientos del grueso de las tropas y marcar por dónde han de avanzar.

No obstante, nosotros aquí no vamos a hablar de guerra, sino de naturaleza. En ese sentido, la figura que estamos analizando es la del ranger entendido como guardabosques. Fue entre finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, durante el establecimiento del Servicio de Parques Nacionales de Estados Unidos, cuando se adoptó el término ranger para designar a las personas encargadas de proteger esos espacios naturales.

Poco a poco la figura fue evolucionando hasta lo que es hoy: un elemento claramente reconocible, al que la gente sabe que puede acudir para prácticamente cualquier cosa (cuando está en el campo, claro). Su imagen es un reclamo más para viajar a los Parques Nacionales, siendo incluso muy activos en redes sociales.

Funciones

Pero… ¿qué hace exactamente un ranger de un Parque Nacional de Estados Unidos? En realidad su lista de funciones es prácticamente infinita. Nosotros las hemos condensado en seis grandes grupos:

  • Protección: en el sentido más puro y etimológico del concepto de guardabosques, los rangers son los encargados de proteger los espacios naturales de Estados Unidos. Evitan que haya cazadores furtivos, se encargan de que no haya incendios, asisten a un animal en caso de que haya sido atropellado…
  • Naturalistas: más allá de cuidar del medio, los rangers son especialistas. Ayudan a gestionar los entornos naturales de una manera moderna y sostenible, facilitando que las especies que viven en ellas encuentren unas condiciones adecuadas para vivir sin que la presencia constante de humanos sea un problema.
  • Guías turísticos: lo hemos dicho ya varias veces en la web y no dejaremos de hacerlo. Lo primero que hay que hacer en un Parque Nacional de Estados Unidos es ir en busca de un ranger y pedirle recomendaciones para esa jornada. Siempre tienen un tip inesperado: desde consejos sobre el tiempo hasta miradores que no aparecen en los mapas. Nosotros siempre íbamos a contarles la planificación que teníamos para ese día y sus enseñanzas fueron súper útiles.
  • Emergencias: por supuesto, también son las personas a las que recurrir en caso de que pase algo malo. Un buen consejo es que echéis un ojo en los centros de recepción de visitantes, pues siempre hay publicado un teléfono al que poder llamar si necesitáis ayuda.
  • Policías: por otro lado, los ranger son la máxima autoridad estatal de los entornos en los que trabajan. Ojito con esto, porque entre sus funciones también está la de… ¡poner multas! A nosotros se nos fue un poco la velocidad en una cuesta abajo en el Death Valley, así que el ranger encendió sus luces y amablemente nos indicó que íbamos muy deprisa. Por suerte, finalmente nos libramos de la multa.
  • Entusiastas: por último, hay que reconocer el carácter vocacional y absolutamente implicado que tienen los rangers. Solo nos encontramos con personas súper profesionales, encantadas de dar consejos y de poner en valor el Parque Nacional en el que estaban. Es difícil encontrar un organismo público tan motivado como este.

Un elemento de la cultura popular de EEUU

Vamos a viajar ahora hasta el año 1961, cuando los estudios Hanna-Barbera crearon al icónico Oso Yogui. ¿Lo tenéis en mente? A poco que escarbéis en vuestra memoria, os acordaréis de que Yogui vivía en el Parque Nacional de Jellystone (la variante ficticia de Yellowstone), donde se dedicaba a robar cestas de picnics de los viajeros.

¿Quién se encargaba de pararle los pies a Yogui, Bubu y el resto de amigos? Pues ni más ni menos que el ranger John Francis Smith, un guardabosques que se afanaba para que reinase la paz y la cordialidad en su Parque Nacional. Aunque no siempre lo conseguía, sin duda fue capaz de que todos tengamos en mente cómo es físicamente un ranger.

Y es que su atuendo, con ropas de explorador verde y sombrerito, es reconocible a más no poder. Igual que todo el mundo reconoce a un bombero o a un policía, la estética de los rangers no podría ser más reconocible.

Hablando de osos y rangers, unos quince años antes de la aparición del Oso Yogui surgió Smokey Bear. Aunque originalmente vio la luz con una estética pasivo-agresiva propia de mitad del siglo XX, este adorable y cachudo oso se ha convertido en otro elemento asociado a los rangers. Básicamente es un oso que avisa de los incendios forestales y que motiva sin tapujos a los visitantes de los Parques Nacionales a tener mucho cuidado con ocasionar fuegos.

Rangers que no son, pero casi

Voluntarios, la mejor manera de ayudar a la comunidad

En prácticamente todos los Parques Nacionales veréis, trabajando codo con codo con los rangers, a rangers voluntarios. Estos están más centrados en tareas de asistencia a los viajeros, información turística y divulgación de las virtudes de cada espacio natural, pero en cualquier caso hacen una labor súper encomiable.

Los que vimos nosotros eran, en general, personas de edad avanzada que estaban a pie de campo compartiendo conocimiento con las nuevas generaciones. Tienen todo nuestro respeto, ya que han elegido hacer cosas en lugar de estar en casa viendo la TV.

Junior Rangers, el programa para noveles

Si estáis viajando a Parques Nacionales con niños pequeños, tenéis que saber que en todos y cada uno de ellos existe un programa de Junior Rangers. El mecanismo suele ser el mismo: hay que pedirle al ranger de turno un libro de actividades, que los niños tendrán que completar durante su visita al Parque. Si lo hacen de manera satisfactoria, podrán recibir su placa oficial de Junior Ranger.

Solo podemos decir que nos morimos de la envidia al ver este programa. Cosas como esta explican por qué en Estados Unidos los niños quieren ir al campo, mientras que en España están deseando volver a casa para jugar a la Play.

B. A. R. K. Rangers, guardabosques de cuatro patas

Por último, los perros también tienen posibilidad de ser rangers a través del programa B. A. R. K. Ranger. Es cierto que visitar Parques Nacionales de Estados Unidos con perro es a veces frustrante, ya que hay muchas restricciones, pero también es de agradecer que hayan pensado en la gente que viaja junto a sus adorados cuadrúpedos.

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