Capitol Reef National Park espera deseoso al viajero que desee salirse de las visitas más típicas en Utah. Desconocido y poco transitado, se trata de un Parque Nacional en el que la roca adquiere formas imposibles, siempre pintada con una vibrante paleta de colores en la que los tonos rojizos son la norma. En este artículo os vamos a contar cómo organizar una visita de un día completo a uno de los lugares que más nos sorprendieron de la costa oeste de Estados Unidos.
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Far West en estado puro
Una arruga en la tierra. Así es como se presenta Capitol Reef en su folleto, haciendo valer la belleza de las sinuosas montañas que definen su paisaje. Se trata de un Parque Nacional largo y estrecho, con casi 100 kilómetros de norte a sur pero con un promedio de apenas 10 en su eje este-oeste. Es el miembro menos visitado de los Mighty 5, los cinco Parques Nacionales que hay en el Estado de Utah.
Aunque sea un espacio de grandes dimensiones, la práctica totalidad de los viajeros centra su visita en Fruita Area, el tramo que está atravesado por la carretera 24. Así hicimos nosotros, pues el resto del territorio era inabarcable en un solo día.
¿Y qué se puede esperar de Capitol Reef en una sola jornada? Pues más abajo os lo vamos a enseñar, pero vaya por delante que no tiene nada que envidiar al resto de Parques Nacionales de Utah. Allí podréis disfrutar de paisajes únicos, rutas de senderismo, visitar una granja, probar la tarta de manzana más deliciosa que podáis imaginar e incluso recolectar vuestras propias frutas.
Pensad en las películas del Lejano Oeste, en las que se mira al horizonte y solo se ven montañas de colores y estrechos lugares de paso en los que solo los más valientes se atreven a adentrarse. ¿Tenéis esa imagen en la cabeza? Bien, pues ya tenéis un excelente punto de partida para empezar la aproximación a Capitol Reef.
Cómo visitar Capitol Reef National Park
Cómo llegar
El Parque Nacional de Capitol Reef se encuentra en el punto medio entre Bryce Canyon National Park y la ciudad de Moab (desde donde podréis ir a Arches National Park y Canyonlands National Park). Más o menos está a dos horas de ambos destinos, siendo un lugar de paso obligado.
Cómo moverse
Capitol Reef es un Parque Nacional modesto, que no cuenta con servicio de shuttle bus. Tendréis que moveros por vuestra cuenta, siempre teniendo claro que conviene adaptar el recorrido a vuestra ruta. Por ejemplo, nosotros veníamos desde Bryce Canyon, por lo que hicimos la visita de oeste a este y abandonamos Capitol Reef en dirección a Moab.
Tarifas
Como en otros Parques Nacionales, en Capitol Reef hay que pagar una entrada de 35$ por vehículo. Por supuesto, el acceso está incluido en el Annual Pass, el cual no nos cansamos de recomendaros. La curiosidad respecto a otros parques es que no hay una garita con un ranger a la entrada, sino terminales de auto-cobro en el centro de visitantes. No olvidéis adquirir vuestra entrada o dejar el pase anual bien visible en el salpicadero de vuestro coche, ya que de lo contrario podrían multaros.
Qué ver en Capitol Reef
Organización de la ruta
Como decimos, la mayor parte de las visitas se centran en Fruita Area, el tramo más cercano a la carretera 24 (que atraviesa el Parque Nacional de oeste a este). Justo en el medio está el Centro de Visitantes, que tomaremos como referencia para distinguir las diferentes zonas de Capitol Reef. Así, habría que pensar en:
- Zona oeste: repleta de miradores.
- Zona este: con una antigua escuela y petroglifos.
- Zona sur: llena de árboles frutales. Se puede visitar un granja de mormones y una carretera súper bonita.
Centro de Visitantes
Antes de nada, se antoja obligatorio hacer una mención al Centro de Visitantes de Capitol Reef. Al igual que en cualquier otro Parque Nacional, allí podréis acudir en busca de folletos, rangers que os ayuden a planificar vuestra jornada y una pequeña tienda. Lo que no podréis es comprar comida, ya que allí no tienen ni un triste snack. Id preparados para eso o pasaréis hambre.
Zona oeste, los mejores miradores
Nosotros entramos por el oeste, así que fue el primer área que visitamos.
Chimney Rock
Justo al lado de la entrada está Chimney Rock, un enorme pilar de arenisca roja visible desde muy lejos. Podéis contemplarlo desde la carretera o hacer un pequeño trail de 3,5 kilómetros. En cualquier caso, no se os ocurre un punto mejor para empezar a hincarle el diente al Parque Nacional.
Panorama Point
Un poquito más adelante la carretera tiene un desvío a mano derecha, el cual lleva a dos espacios interesantes. El primero es Panorama Point, un lugar que hace honor a su nombre. Tras subir una pequeña cuestecita, tendréis acceso a unas vistas absolutamente alucinantes.
Goosenecks Overlook
En ese mismo desvío, tras ir por una carretera si asfaltar de alrededor de un kilómetro y medio, se encuentra Goosenecks Overlook. Tendréis que caminar unos doscientos metros más desde el aparcamiento, pero os aseguramos que merece la pena. Desde este precioso balcón se pueden contemplar una de las mejores vistas de todo Capitol Reef.
The Castle
Cierra este primer tramo, justo antes del centro de visitantes, la bonita formación conocida como The Castle. Este castillo de arenisca roja tiene una altura de 240 metros y se calcula que se formó hace 200 millones de año. Es uno de los iconos de Capitol Reef.
Zona sur, manzanas y Scenic Drive
Árboles frutales
La zona sur de Capitol Reef empieza con una de las grandes sorpresas del Parque Nacional. Justo al lado del centro de visitantes hay una gran plantación de árboles frutales… ¡en la cual podréis cosechar vuestras propias manzanas! Simplemente aparcad, coged una de las herramientas que hay a vuestra disposición y seguid las indicaciones (no todos los árboles maduran a la vez).
Una vez hayáis cogido las frutas que os queráis llevar, podéis pagarlas y pagarlas allí mismo. No tiréis de picaresca, pues pensad que se trata de uno de los pocos ingresos a disposición de la población local.
Recoger las manzanas fue divertidísimo. Además, tenemos que decir que estuvieron buenísimas. Nosotros nos hicimos con un par de kilos de manzanitas pequeñas y estuvimos comiéndolas durante varios días.
Gifford House & Storehouse
Más adelante está la Gifford House, toda una institución en la zona. Se trata de una granja mormona de comienzos del siglo XX, la cual ha sido puesta en valor por lo representativa que es de este movimiento colonizador.
Más allá de que el edificio por fuera es súper adorable, merece la pena que visitéis su interior. Es un espacio multifunción, pues sirve de pequeño museo, de tienda y de obrador de tartas. Allí mismo podréis ver a los mormones que todavía habitan en los alrededores, sirviendo su producto a los viajeros que visitan este Parque Nacional.
Nosotros nos hicimos con una tarta de manzana, la cual tuvo un coste de 8,5$. Sin lugar a dudas es la más rica que hayamos probado nunca, así que lo único que podemos hacer es recomendaros que la probéis. Tienen de otros sabores, pero la típica es esa.
Junto a la casa hay un pequeño granero, el cual suele protagonizar todas las fotografías que ilustran las diferentes publicaciones sobre Capitol Reef.
Scenic Drive
De la Gifford House hacia el sur comienza la Scenic Drive, una carretera de unos 13 kilómetros que ofrece algunos de los mejores paisajes del Capitol Reef National Park. De hecho, es el único lugar en el que indican que hay que pagar entrada, por lo que teóricamente el resto del Parque Nacional es gratuito.
Nosotros nos adentramos en esta carretera durante un buen rato, haciendo paradas en lugares como Danish Hill o Slickrock Divide. Hay diferentes apeaderos a lo largo del recorrido, pues se trata de una zona fascinante en la que no dejaréis de hacer fotos.
Zona este, entre la escuela y los petroglifos
Fruita Schoolhouse
La primera parada en la zona este de Fruita Area es la Fruita Schoolhouse, una modesta escuela que jugó un papel fundamental en la comunidad pese a sus reducidas dimensiones. Fue construida en 1896 y cuenta con una única sala, la cual fue exprimida al máximo por los mormones que colonizaron el área. Y es que no solo la utilizaron como lugar para estudiar, sino que también hizo las veces de iglesia y de centro de reuniones.
Si os asomáis a sus ventanas, podréis ver que en el interior se ha mantenido el mobiliario típico de una escuela rural. Eso sí, pensad que apenas estuvo en funcionamiento medio siglo, ya que la población en Capitol Reef era muy pequeña y no podían permitirse su propio colegio.
Petroglifos
Algo más adelante está el panel de petroglifos, en el cual se pueden ver algunas de las manifestaciones de arte prehistórico más icónicas de la costa oeste de Estados Unidos. Hay una primera zona de observación al final de una pequeña pasarela de madera, apenas tendréis que caminar un minuto para llegar a ella.
Si giráis a mano derecha, hay una segunda pasarelas de madera. Esta es algo más larga, pero a la vez tiene mayor cantidad de petroglifos.
Consejos generales para visitar Capitol Reef
Vamos a completar este post con unos cuantos consejos prácticos:
- No venden comida en todo el Parque Nacional, a excepción de las tartas de Gifford House. Id preparados o tendréis que hacer como nosotros, que ese día nuestra comida fue un apple pie.
- El mapa y los folletos de Capitol Reef son algo más confusos de lo habitual, pero os aseguramos que la visita no tiene ninguna complicación. Tened siempre claro que el centro de visitantes es el eje sobre el que moverse y no os perderéis nada.
- Que Capitol Reef sea menos conocido que otros Parques Nacionales no significa que no merezca la pena. De hecho, se agradece lo poco masificado que está y lo a gusto que se disfruta de sus paisajes en soledad.
- No olvidéis pagar la entrada en el centro de visitantes o dejar vuestro Annual Pass en el salpicadero del coche, ya que si no lo hacéis podrían multaros.
- No olvidéis que estáis en una zona de gran valor natural, histórico y artístico. Respetad a los petroglifos y no saquéis fotos de mormones sin permiso, no hace falta explicar por qué.
