Vamos a enseñaros la que para nosotros es, con diferencia, la zona más bonita del Sequoia National Park. Giant Forest es un enorme bosque justo en el centro del Parque Nacional, en el cual encontraréis algunos de sus elementos más representativos. Nos referimos a conjuntos de secuoyas gigantes, un túnel excavado en una de ellas (en el cual se puede conducir) y a miradores alucinantes desde los que disfrutar de las montañas cercanas.
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El bosque de secuoyas no taladas más grande del Parque Nacional
Giant Forest tiene el honor de ser el bosque de secuoyas gigantes no taladas más grande del Sequoia National Park, algo que habla por sí solo de su importancia. Es un lugar vivo y que se cuida con mimo, realizándose incluso quemas planificadas para su mantenimiento. Los efectos de estas actuaciones también pueden ser observados.
En Giant Forest se puede hacer prácticamente de todo. Si bien es cierto que su principal reclamo son las decenas y decenas de rutas para hacer senderismo a los pies de secuoyas gigantes, lo cierto es que es un lugar con unos espacios extremadamente variados. Como siempre decimos, no solo de secuoyas vive el Parque Nacional de las Secuoyas.
La carretera que recorre el Giant Forest es sinuosa, muy concurrida y puede cerrarse al público tanto en invierno (por la nieve) como en verano (en los días de más afluencia). Si tenéis suerte, el Parque Nacional pondrá a vuestra disposición un shuttle bus gratuito, pero en los meses fríos del año lo más probable es que tengáis que hacer a pie esta carretera.
Por doquier veréis pequeños aparcamientos junto a los principales puntos de interés. En algunos apenas caben quince o veinte vehículos, pero el tema no es complicado. Simplemente avanzad hasta la siguiente cosa que queráis ver y a al vuelta (es una carretera lineal) intentadlo de nuevo.
Qué ver en Giant Forest
Antes de nada, una aclaración. Aunque el General Sherman Tree Trail se encuentra técnicamente en el interior del Giant Forest, el acceso al mismo se hace dese la carretera 198 (la que surca el Parque Nacional de un extremo a otro). Es decir, es una visita que se hace totalmente diferenciada, así que nosotros hemos optado por no hablar de ella en este artículo. Sea como fuere, tenemos un post gigante hablando de la visita al árbol más grande del mundo.
Giant Forest Museum
Entrando ya en materia, la bienvenida al lugar os la dará el Giant Forest Museum. Es el clásico espacio multidisciplinar de los Parques Nacionales de Estados Unidos, en el cual encontraréis de todo: museo, tienda, rangers que os informarán… Tenemos que decir que la exposición permanente es especialmente buena, aprendimos un montón sobre secuoyas.
Más allá de que es un sitio estupendo, aprovechad su aparcamiento para visitar al cercano Sentinel Tree, una de las secuoyas más importantes de todo el Parque Nacional.
Parker Group
Una vez veáis el Giant Forest Museum, adentraos en su carretera y recorredla de punta a punta. Rápidamente irán apareciendo ante vosotros lugares interesantes, en los cuales podréis parar para explorarlos. El primero de ellos es el Parker Group, el mejor conjunto de secuoyas de todo el Parque Nacional (en nuestra humilde opinión).
Nombrado así en honor de los ocho miembros de la familia del Capitán James Parker (superintendente del Parque Nacional a finales del siglo XIX), haced todo lo posible para visitarlo con la mejor gente posible alrededor. Las fotos quedarán excepcionales.
Tunnel Log
Hablando de fotos, probablemente uno de los lugares más fotografiados de todos los Parques Nacionales estadounidenses sea el Tunnel Log. Se trata de un pequeño túnel tallado en el interior de una secuoya gigante, la cual se cayó sobre la carretera en 1937. Hasta el año 1969 había un árbol similar en Yosemite, pero colapsó y hoy en día esta es una experiencia única.
La visita no tiene complicación, ya que hay una pequeña carretera circular en la que ponerse a hacer cola. Que no os asuste ver 6 o 7 coches esperando, pues la fila avanza rápido. Simplemente esperad vuestro turno y podréis haceros con una de las fotos más genuinas de California.
Moro Rock
Otra experiencia que no deberíais perderos en Giant Forest es la subida a Moro Rock. Tendréis que enfrentaros a sus temibles 350 escalones, pero a cambio disfrutaréis de una vista excepcional tanto del Sequoia National Park como de las montañas cercanas.
Hay dos complicaciones: tiene poco aparcamiento cerca y la visita no es recomendable en caso de mal tiempo (ya que un rayo podría dejaros fritos). Eso por no hablar de que la subida es durita, pero os prometemos que merece la pena.
Crescent Meadow
Por último, justo al fondo del Giant Forest está Crescent Meadow, una zona de picnic desde la cual sale un buen puñado de rutas interesantes. El propio John Muir se refirió a este lugar como gem of the sierras, por lo que mínimo deberíais pasaros por allí a echar un ojo. Nosotros llegamos a última hora y andábamos ya bastante justos de fuerzas, pero aun así tenemos que decir que nos gustó mucho.
