Ir con perro al Parque Nacional del Istmo de Curlandia

El Parque Nacional del Istmo de Curlandia es uno de los destinos más visitados de Lituania. Sus pueblos llenos de encanto, sus playas o sus parajes naturales atraen cada año a turistas de todo el mundo. Ya os hablamos del sitio en su momento, pero ahora queremos darle una vuelta y plantearos Curlandia desde la perspectiva de gente que esté viajando con perro. ¿Es el Istmo de Curlandia un destino dog friendly? Sigue leyendo y encontrarás la respuesta.

Ideas generales sobre el Istmo de Curlandia

Antes de nada, una pequeña aproximación. El Istmo de Curlandia es una franja de arena de alrededor de 100 kilómetros de largo, cuyo territorio se reparten Lituania (mitad norte) y Rusia (mitad sur). Es un accidente geográfico estrecho, pues en su máxima anchura no llega a los 4 kilómetros, por lo que el Báltico (o la laguna que se forma entre el istmo y el continente) siempre queda cerca.

Para llegar al istmo desde Lituania, hay que tomar un ferry que sale de Klaipeda varias veces al día. Allí os esperan 52 kilómetros de variadas excursiones, en las que podréis visitar lugares tan encantadores como la Colina de las Brujas o las dunas muertas de Nagliu.

Además, es uno de los lugares más auténticos de las repúblicas bálticas en lo que se refiere a compras o gastronomía, con el ámbar y el zuvis como principales estandartes respectivamente.

De todos modos, no queremos extendernos mucho más sobre el destino. Si queréis saber más sobre él, tenéis una guía sobre el Istmo de Curlandia en la que os contamos todo. Lo que queremos hacer ahora es daros unos buenos motivos para ir con vuestro perro, ya que (spoiler alert) es un destino absolutamente dog friendly.

Antes de empezar, una pequeña advertencia: ¡cuidado en las zonas de bosque! Vimos varios carteles indicando la presencia de garrapatas. Así que mucho ojo antes (echándole repelente a vuestro perro) y después (revisando que no tengan un huésped indeseado).

7 motivos por los que es un destino dog friendly

Naturaleza cómoda

A los perros les gusta la naturaleza, de eso no hay duda. Sin embargo, en ocasiones les forzamos a hacer largas rutas antes de llegar a un sitio chulo. No es el caso del Istmo de Curlandia, puesto que se trata de un lugar estrecho en el que montañas, bosques y playas siempre quedan a tiro de piedra.

Da igual donde estéis: en cualquier momento podéis aparcar el coche, caminar dos minutos y vuestro perro estará en un auténtico paraíso. Eso sí, cuidado con los lugares más remotos, porque hay fauna salvaje suelta (ciervos y zorros fundamentalmente).

A los perros les encantan las dunas

Otro tema del que no hay duda: los perros disfrutan en las dunas. No son tan sencillas de encontrar como un bosque o un río (al menos para los que vivimos en el interior), así que hay que aprovechar que hay varias a lo largo y ancho de Curlandia.

Obviamente, nuestra recomendación es que vayáis al Sendero Cognitivo de Nagliai. Os tocará pasar por caja (5€ por persona, los perros no pagan), pero iréis a un sendero estupendo y en el que vuestro perro se dará una buena caminata hundiendo sus patitas en la arena.

Se lo pasarán en grande en la Colina de las Brujas

Se da la circunstancia de que incluso los destinos turísticos más concurridos del istmo son aptos para ir con perros. Es el caso de la Colina de las Brujas, una montañita con hasta 100 esculturas de madera en la que vuestro perro flipará con los olores y los ruidos del bosque. Eso sí… ¡que no se haga pipí en las esculturas!

Playas para perros

También es destacable que las playas del Istmo de Curlandia sean dog friendly. En algunas veréis cartelito de que tiene que ir atado (algo que bien haríais en hacer en todo momento, ya que la carretera siempre queda cerca), pero en muchas otras podréis alejaros de la gente y jugar con vuestro perro. El nuestro se lo pasó como un auténtico enano.

¡Locura por el zuvis!

Siendo sinceros, no sabemos si este es un gusto particular de nuestro perro o algo general, pero el nuestro se volvió loquísimo con el zuvis. Estábamos probando este pescado ahumado sentados en un banquito, se interesó por él y al darle un trocito vimos que le gustaba especialmente. Ha resultado ser su comida favorita de todos los tiempos, es una pena que no podamos localizarla en España. En cualquier caso, si le vais a dar zuvis a vuestro perro, tened cuidado con las espinas.

Distancias cortas en coche

Otro punto a favor del Istmo de Curlandia es que las distancias siempre son cortas. Por poner el caso contrario, cuando visitamos la Isla de Saaremaa (en Estonia), hicimos varios trayectos de una hora en coche ese mismo día. Y nuestro perro no habla, pero casi: se le hizo bastante pesado el tema. Sin embargo, en Curlandia todo está muy a mano, por lo que fue un día lleno de actividad y con trayectos muy cortitos en coche.

Con tu perro a todas partes

Para terminar, un último punto a favor de este destino tan dog friendly. En todos lados (tiendas, playas, restaurantes…) pudimos entrar con nuestro perro. Al principio preguntábamos, pero llegó a un punto en el que vimos que no era ni necesario hacerlo. Tres hurras por Curlandia.

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