Visitar la Concatedral de San Juan de La Valeta, la obra maestra de los Caballeros de Malta

Si hay una visita imprescindible en La Valeta, sin duda es la Concatedral de San Juan. La capital de Malta esconde uno de los templos católicos más increíbles de todo el mundo, de esos que hay que visitar al menos una vez en la vida. Si estáis por la zona, puede que su sobria fachada no os diga nada. Eso sí, entrad al interior… ¡la cosa cambia mucho! Y para muestra os dejamos este artículo, en el que os contamos todo sobre el edificio: su historia, su excepcional decoración, la experiencia de visitarlo…

El edificio más impresionante de La Valeta

Malta, como prácticamente cualquier territorio del Mediterráneo, jugó un papel clave en las cruzadas, esas guerras de tinte religioso en las que se utilizó la fe como excusa para llevar la sangre por doquier. En ese contexto, la Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta, conocida popularmente como la Orden de Malta, jugó un papel fundamental.

La historia es enorme y llena de matices, por lo que vamos a poner directamente el foco en Malta. En el año 1565 se produjo el Gran Sitio, un asedio que duró varios meses y en el que el Imperio Otomano intentó conquistar la isla. La Orden de Malta no solo fue capaz de repeler el ataque, algo clave por la estratégica posición de Malta en el control de las rutas comerciales del Mediterráneo, sino que decidió que había que fortificar la isla por completo y convertirla todavía más en un bastión inexpugnable.

Ese fue el caldo de cultivo para que surgiese la Concatedral de San Juan Bautista. Construida con fondos aportados por los Caballeros de la Orden de Malta, la construcción fue llevada a cabo entre 1572 y 1578. El arquitecto fue Gerolamo Cassar, mientras que su interior fue decorado por Mattia Preti. Ambos cumplieron con lo que les pidió la Orden de Malta: un edificio impresionante, capaz de hacer chiquitita a cualquier persona que lo visitase.

Una capilla para cada idioma y más de 400 tumbas

Así es como surgió la Concatedral de San Juan Bautista. Su sobrio exterior refleja los tiempos difíciles en los que fue concebida, pues más parece una fortaleza o un castillo que un templo. Sin embargo, no se escatimó nada para decorar su interior.

Aunque es un edificio enorme, no se desaprovechó ni un solo centímetro de su superficie. La nave central es sencillamente impresionante, siendo la mejor muestra que podéis encontrar del pomposo arte barroco en toda Malta.

Además, los laterales están poblados por ocho capillas. El número no es casualidad, sino que cada una representa al santo patrón de las lenguas que se hablaban en la Orden de Malta. Podéis encontrar una dedicada al aragonés, por poner un ejemplo.

Por si eso fuera poco, el suelo está literalmente repleto de láminas de mármol. Cada una contiene una tumba: en total, más de 400 enterramientos de caballeros de la Orden de Malta. Una de las más destacadas es la de Jean Parisot de la Vallette, fundador de la ciudad.

En pocos edificios hemos quedado tan apabullados por su decoración. Resulta increíble que detrás de tanta belleza haya personas.

Caravaggio dejó su sello

Mención aparte merecen las dos pinturas de Caravaggio que se pueden visitar en la Concatedral de San Juan. El popular pintor italiano tiene aquí una de sus obras maestras: La decapitación de San Juan Bautista. Un óleo sobre lienzo de principios del siglo XVII que es enorme, con unas dimensiones de 3,61 por 5,2 metros.

La otra es San Jerónimo escribiendo, más chiquitita pero igualmente cargada de valor. Si os gusta el arte (o habéis tenido que sufrirlo en el instituto) seguro que habéis oído hablar de esta obra.

Cómo es la visita a la Concatedral de San Juan

Cuando fuimos a La Valeta, obviamente teníamos marcada la Concatedral de San Juan en nuestra lista de visitas imprescindibles. Y eso pese a las adversidades, ya que no lo ponen nada fácil para la visita. Vamos primero con la información práctica:

  • Tarifas: la entrada cuesta… ¡15€ por persona! El edificio lo vale, pero nos parece un auténtico abuso que cobren eso por visitar una iglesia.
  • Horarios: no son los más amplios del mundo. El edificio abre de 9:30 a 16:30 de lunes a viernes y los sábados de 9:30 a 14:30. Los domingos cierra.

Se puede comprar la entrada por internet, algo recomendable en temporada alta. Nosotros fuimos fuera de temporada, así que apenas tuvimos que esperar cinco minutos. Pasamos por caja, nos dieron la audioguía (incluida en el precio) y nos pusimos a recorrer la iglesia.

No tiene pérdida: se visita la nave central, después las capillas y por último las obras de Caravaggio. Hay muchos detalles que no deberíais perderos, por lo que el recorrido puede durar una hora o incluso más. Armaos de paciencia, ya que hay muchísima gente a cualquier hora del día.

Estad atentos, porque se puede subir a un balconcito desde el que contemplar la nave principal desde las alturas. No está muy señalizado y nos consta que la mayoría de gente no sube, pero en nuestra opinión es imprescindible. Veréis la puertecita justo al mostrador en el que se devuelven las audioguías.

Sea como fuere, una visita única y que sin duda marcará vuestro viaje a La Valeta.

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