Sausalito, el pueblo con casas flotantes bohemias al norte de San Francisco

Ubicada al norte de San Francisco, justo después de cruzar el mítico Golden Gate Bridge, Sausalito es un pequeño pueblo conocido por sus casas flotantes, su población bohemia y su ritmo de vida absolutamente relajado. Es un destino perfecto para una excursión de medio día y una de esas paradas que nunca deberían faltar en una ruta por la costa oeste de Estados Unidos.

Un refugio para los artistas que huyeron de la ciudad

Hasta mediados del siglo XX, Sausalito era un pueblo alejado del circuito turístico habitual. Fue tras la II Guerra Mundial cuando empezó a ponerse de moda, ya que allí se empezaron a trasladar los bohemios y artistas que ya no aguantaban el despiadado ritmo de San Francisco. Y no lo hicieron de cualquier manera, sino instalándose en coquetas casas flotantes que rápidamente se convirtieron en su principal seña de identidad.

Precisamente, eso fue lo que empezó a atraer turistas. Por un lado, Sausalito tiene un microclima mucho más parecido al de un puerto mediterráneo que al de los rigores de San Francisco. Por otro, a pocos pasos de esta última ciudad se podían contemplar unas estampas absolutamente pintorescas, por lo que su fama creció hasta lo que es hoy.

Cómo llegar a Sausalito

Básicamente tenéis tres opciones para llegar hasta allí:

  • En coche: tenéis que cruzar el Golden Gate, pero os llevará apenas 15 minutos desde el norte de San Francisco. Eso sí, mucho ojo: si volvéis por el mismo sitio, no olvidéis posteriormente pagar por internet el peaje del puente. De lo contrario os llegará una multa a casa.
  • En autobús turístico: muchas de las líneas típicas de autobuses rojos tienen un apéndice que llega a Sausalito. En ocasiones hay que pagar un extra, pero es lo más cómodo del mundo.
  • En bicicleta y ferry: si os apetece pedalear, podéis alquilar una bici y llegar a Sausalito cruzando el Golden Gate. Prácticamente todos los alquileres incluyen un pasaje para volver a San Francisco en ferry.

Qué ver en Sausalito

Sausalito tiene tres zonas claramente diferenciadas: la de las casas flotantes, al norte; el pueblo como tal, en el centro; y los miradores al Golden Gate Bridge, al sur. Se pueden hacer andando, pero os comeréis unas zonas que carecen de interés y que solo servirán para que perdáis tiempo.

Casas flotantes

Os recomendamos empezar yendo directamente a la zona de las casas flotantes de Sausalito, ya que es el punto más pintoresco y el que realmente justifica la visita. Para llegar, lo más sencillo es que pongáis en Google Maps «Floating homes viewpoint» o «Waldo Point Harbor», ya que entre ambos puntos están los muelles con dichas casas.

Hay aparcamiento justo delante (gratuito, aunque suele haber pocos sitios). Si no hay hueco, podéis probar en el polígono industrial que está justo antes de llegar.

Sea como fuere, las casas flotantes son una auténtica pasada. Están distribuidas en varios muelles, cada cual con su política: en algunos os dejarán caminar hasta el final, mientras que en otros está prohibido entrar. A modo de referencia, el muelle South Forty es accesible al público, así que es la mejor zona para caminar entre estas casas.

Lo que más nos gustó de esta parte de Sausalito es que no hay dos casas flotantes iguales. Cada persona la ha construido a su gusto, encontrando disparidades increíbles: unas parecen castillos, otras son pequeñas selvas llenas de plantas, hay algunas que parecen barcos piratas… ¡De todo!

No lleva mucho recorrer esta zona y os volveréis a casa con un buen puñado de fotografías increíbles. Recomendable al 100%.

Pueblo de Sausalito

Después de las casitas, lo siguiente sería ir a ver el propio pueblo de Sausalito. A modo de referencia, la parte más chula es la que va entre el restaurante The Trident y el Bay Model Visitor Center. Aparcar en sencillo, ya que tenéis parquímetros con hasta 3 horas de duración (tiempo más que de sobra para explorar este lugar).

Quizá el gran protagonista es el Sausalito Boardwalk, un paseo marítimo con unas vistas sensacionales de la bahía y del propio puerto pesquero local. Genuino a cualquier hora, es mucho mejor en las horas centrales del día.

Y es que si vais desde las 10:00 en adelante, disfrutaréis del genial ambiente que se crea gracias a todas las tiendas de artesanía, los restaurantes súper fancy y las diferentes heladerías de Sausalito (mención aparte merece Lappert’s Ice Cream, que tiene fama de ser una de las mejores del mundo).

No os perdáis el coqueto Viña del Mar Park, un parquecito / plaza construido con motivo del 50 aniversario del hermanamiento entre Sausalito y la ciudad chilena de Viña del Mar. En un lateral podéis ver un pequeño monumento a los caídos en la I Guerra Mundial.

Un poquito más adelante está el Ice House Museum, sede de la Sausalito Historical Society. Pone en valor la evolución histórica del municipio a través de una curiosa línea temporal instalada en el suelo, sobre la cual podréis ir caminando.

Otro parque interesante es el Dunphy Park, no solo por el tamaño de sus zonas ajardinadas sino también por estar pegadito al mar. Junto a sus aguas vimos nadando a un león marino, suponemos que de camino a su casita en el Pier 39.

Por último, el Bay Model Visitor Center hace las veces de centro de visitante y museo. Su principal atractivo es una gigantesca maqueta de la bahía.

Miradores al Golden Gate Bridge

En el sur de Sausalito hay una zona con varios miradores al Golden Gate Bridge. Para llegar hasta allí poned en Google Maps «Point Cavallo» o «Presidio Yacht Club», veréis un aparcamiento gigante gratuito justo antes de llegar. Desde este punto el legendario puente prácticamente se puede tocar con los dedos, siendo uno de los mejores miradores desde la zona norte (si lo pilláis sin nubes, claro).

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