Guía para conducir por Estados Unidos (con un montón de consejos)

Fácil no fue, pero sobrevivimos a tres semanas conduciendo por Estados Unidos. Fue una experiencia estresante por momentos, pero sin la cual no podríamos haber llegado a un montón de sitios alucinantes. Fruto de nuestras aventuras en las carreteras estadounidenses, os traemos esta guía con muchos consejos para poneros al volante en EEUU. Leedla bien de arriba a abajo, ya que el tema tiene más matices de los que podríais esperar.

Conducen de manera agresiva y sus coches son alucinantes

Empecemos por la pregunta más habitual: ¿qué tal conducen en Estados Unidos? Pues no queremos caer en el tópico, pero la verdad es que nos fuimos de allí con la sensación de que conducen de una manera bastante agresiva. Se pegan mucho detrás, se pican a la mínima y no se andan con chiquitas a la hora de adelantar. Os recomendamos ir con perfil bajo y tomaros ese tipo de situaciones con más deportividad de la que lo haríais en vuestro país de origen.

Por otro lado, hay que reconocer que vimos vehículos gigantes y muy diversos en nuestros días por allí. Nosotros no somos especialmente fans del mundo del motor, pero vimos coches y motos increíbles. Y no solo nos referimos a modelos caros (que también), sino a auténticas locuras customizadas más propias del GTA que de la vida real.

¿Hace falta carnet de conducir internacional?

En teoría hay que tener el Carnet de Conducir Internacional para conducir por Estados Unidos. Se pide en la DGT, cuesta poco más de 10€ y tiene una validez de un año, por lo que no olvidéis haceros con él antes del viaje.

Sin embargo, en la práctica las cosas son diferentes. De hecho, nosotros nos lo olvidamos en España, pero no tuvimos ningún problema por allí. Nos paró la policía varias veces en diferentes Estados, entregamos siempre el carnet de conducir español y nunca nos pusieron ningún problema.

Semáforos, un mundo aparte

Los semáforos funcionan de una manera distinta a la que estamos acostumbrados en España. En primer lugar, su ubicación es diferente: en lugar de estar junto a la detención, siempre se ponen al otro lado de la intersección. Esta idea es buena, ya que así siempre se tiene visibilidad de las luces.

Más allá de la ubicación, la principal diferencia que encontramos tiene que ver con los giros a la derecha. En Estados Unidos, cuando se llega a un semáforo en rojo y quieres girar hacia ese lado, no hace falta esperar a que se ponga en verde. Simplemente hay que hacer un stop y continuar vuestro camino a la derecha, siempre y cuando no haya un cartel que lo prohíba específicamente (nosotros solo vimos uno en todo el viaje).

STOP e intersecciones, yo llegué primero

Los STOP y las intersecciones también tienen una pequeña diferencia. Mientras que en España lo normal (salvo que se indique lo contrario) es que en igualdad de condiciones tiene preferencia el que viene por la derecha, en Estados Unidos tiene preferencia el que llegó primero. Caso típico: si llegáis a un cruce de cuatro caminos y de cada uno llega un vehículo, el primero que haya llegado será también el primero en detenerse y reanudar la marcha.

Aparcar en Estados Unidos

Aparcar en Estados Unidos no siempre es fácil. Lo normal es que en pueblos no tengáis ningún problema, pero en las ciudades el tema se complica un poco. Suele haber parquímetros con hasta tres horas (previo pago, claramente), muchos aparcamientos privados (aquí las tarifas varían muchísimo de unos a otros) y unos poquitos parkings públicos (estos siempre son recomendables, aunque son bastante escasos). En cualquier caso, aseguraos siempre de que vuestro coche está bien aparcado, ya que de lo contrario será pasto de las grúas y tendréis que ir a recogerlo a un depósito… y abonar la correspondiente sanción.

Autopistas de 7 carriles

En Estados Unidos todo se hace a lo grande, algo que aplica a sus principales vías de comunicación. Por doquier veréis autopistas gigantes, en las que no es extraño encontrar 4, 5, 6 o incluso 7 carriles. ¿Cómo se conduce por ellas? No tiene mucha complicación: simplemente id por el carril derecho e id usando los siguientes en caso de querer adelantar.

Una cosa que nos llamó mucho la atención es que los desvío son bastante más abruptos que en España. Id muy atentos tanto al GPS como a la cartelería de las carreteras, porque nosotros nos pasamos muchas salidas porque aparecían de la nada.

No siempre hay internet

En un país tan grande, las distancias en la carretera se hacen eternas. Con frecuente transitaréis por áreas despobladas en las que se pierde la conexión a internet. Dicho de otro modo: sed previsores tanto en materia de GPS (introducid la ruta antes de arrancar el vehículo, pre-cargad mapas en Google, llevad alguna aplicación que no necesite internet) como de música (no hay nada peor en este mucho que enfrentarse a varias horas de conducción sin canciones o sin podcasts).

Hace falta saber inglés para conducir

Una cosa que nos llamó mucho la atención es que hace falta saber un poquito de inglés para conducir por Estados Unidos. Es cierto que buena parte de la señalización es similar a la que se puede encontrar en cualquier parte del mundo, pero vimos muchísimos más carteles con texto que en ningún otro país. Cosas tipo No passing zone, Dip o Flood pueden llevar a equívocos e incluso hacer que os llevéis una buena multa, por lo que os recomendamos ir con la lección aprendida.

Millas, no kilómetros

En Estados Unidos usan el sistema anglosajón de unidades, conocido como sistema imperial. Eso se traduce en que las distancias están en millas, no en kilómetros. Dicho de otro modo: cuando en una señal veáis que pone 100, lo que está marcando es 160 kilómetros. Parece una tontería, pero los recorridos se nos hacían mucho más pesados.

Los límites de velocidad cambian en cada Estado

Mucho ojito con esto: la velocidad máxima varía de un Estado a otro. Por ejemplo, mientras que en California es de 70 millas por hora, en Utah pasa a ser 75 millas por hora. Parece una tontería, pero prestad mucha atención a este tema cuando crucéis la frontera de un Estado o se os echará la policía encima para multaros.

Qué hacer si os para la policía

¿Policía? ¿Qué? Pues sí, los encuentros con la policía son frecuentes mientras se conduce por Estados Unidos. Obviamente, si respetáis la ley y no hacéis ninguna tontería las probabilidades son menores, pero aun así es probable que os paren al menos una vez en vuestro viaje. Cuando eso ocurra mantened la calma, tened las manos siempre en el volante y responded amablemente a las preguntas del agente.

Por cierto, una curiosidad. Los rangers de los Parques Nacionales de Estados Unidos también tienen potestad para poner multas, por lo que no aprovechéis que estáis en zonas remotas para pisar el acelerador. Si os cruzáis con uno de sus vehículos, seguramente lleven radares y os den el alto en caso de que estéis yendo más rápido de lo debido. A nosotros nos pasó en Death Valley, pero nuestra cara de pena nos hizo librarnos de la sanción. ¡Gracias, ranger comprensivo y amable!

Echar gasolina en Estados Unidos

Por último, echar gasolina en Estados Unidos también tiene sus peculiaridades. El combustible no se sirve en litros, sino en galones. Cada galón es casi 4 litros (3,78 para ser exactos), por lo que cuando veáis precios de 4 o 5 dólares tenéis que dividirlos entre esa cantidad.

Normalmente hay una sola opción para diesel pero hasta cuatro para gasolina (87, 89, 91…). Teóricamente solo cambia la calidad de la gasofa y podríais echar cualquier número, pero si alquiláis un coche lo normal es que os digan cual es la que tenéis que echar. A modo de referencia, la 87 es la más normal.

En casi todas las gasolineras se paga directamente en el surtidor mediante tarjeta, pero en muchas (sobre todo en las zonas rurales) encontraréis ofertas y mejores precios si pagáis en efectivo. Aprovechad esto si disponéis de billetes. En cualquier caso, id con varias tarjetas, ya que a veces fallan y siempre es bueno ir con una bala extra en la recámara.

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