Distrito Castro, conocido popularmente como El Castro, es uno de los barrios más interesantes, divertidos y socialmente trascendentales de San Francisco. Fue uno de los primeros barrios LGTB de Estados Unidos, con un impacto súper relevante a nivel mundial. Ejemplo de valores intachables, de apuesta por la diversidad y por las libertades, hoy en día recibe al viajero con los brazos abiertos. Caminar por sus calles no solo os permitirá disfrutar de una zona preciosa, sino que también rendiréis homenaje a una lucha que, lamentablemente, todavía tiene mucho camino que recorrer.
Un ejemplo de lucha y convivencia
La zona era un barrio obrero más de San Francisco, siendo el hogar de las principales colonias de inmigrantes irlandeses y escandinavos. Todo cambió a mediados del siglo XX, cuando en sus calles se refugiaron centenares de soldados que habían sido expulsados del ejército por ser homosexuales. Poco a poco se fue configurando como un lugar de convivencia y respeto, aunque el empujón definitivo llegó en los años 70.
En ese momento emergió la figura de Harvey Milk, activista y político que pasó a la historia por ser el primer cargo público de Estados Unidos abiertamente homosexual. La barbarie campaba a sus anchas en esa época y fue asesinado en 1978, momento en el cual ya era un icono a nivel mundial. La tragedia no hizo sino reforzar la lucha por los derechos LGTB, que hicieron del barrio de Castro su centro de operaciones para la eternidad.
Hoy en día el ambiente que podéis encontrar por Castro es sensacional. Sus calles (delimitadas aproximadamente entre Castro Street, Market Street y 19th Street) son preciosas, están llenas de comercios y restaurantes interesantes, siempre hay buena vibra y cosas interesantes que hacer. Es otra visita imprescindible en San Francisco.
Qué ver y qué hacer en el barrio de Castro
Castro es uno de esos sitios en los que brilla por encima de todo el conjunto. Os podríamos dar elementos concretos para visitar (y lo vamos a hacer), pero aquí aplica más que nunca eso de perderse paseando. Tenéis que tener en cuenta que hay dos ejes principales: Market Street y 18th Street. En ambas calles es donde están los principales puntos de interés, como tiendas adorables o cafeterías absolutamente geniales.
Por supuesto, no podéis perderos la Harvey Milk Plaza, donde se sigue recordando la figura del activista que situó a Castro en el mapa internacional. Aprovechamos para recomendaros Mi Nombre es Harvey Milk, una película que narra esa historia y que le hizo ganar el Oscar a Sean Penn.
Uno de los puntos más fotografiados del barrio es el Teatro Castro, que acoge prácticamente a diario obras de teatro, proyecciones de películas y conciertos. Más fotogénico imposible.
No muy lejos os espera la Double Rainbow Ice Cream, una de las mejores heladerías de San Francisco. No esperéis que sea barata (como casi siempre pasa con los helados en Estados Unidos), pero os aseguramos que es excelente.
En cualquier caso, no hay dos visitas iguales al barrio de Castro. Siempre id con los ojos bien abiertos, ya que seguro que encontráis lugares y situaciones inspiradoras. Es uno de esos sitios en los que la libertad se respira a cada paso, os aseguramos que no os defraudará.
