Entre las muchísimas rutas de senderismo que se pueden hacer en las islas Lofoten, hoy os traemos una de nuestras favoritas. Se trata de la ruta a Mannen, un peñasco desde el cual tendréis una panorámica excelente de la cercana Playa de Haukland. No diremos que es un recorrido sencillo (porque tiene su complicación), pero os aseguramos que el esfuerzo merece la pena.
Una ruta complicada, pero muy gratificante
Hacer esta ruta es toda una inversión. Tenéis que tener claro que será dura y que en algunos momentos os arrepentiréis de tanta cuesta, pero también que al final estaréis ante una de las imágenes más increíbles que os pueden ofrecer las islas Lofoten.
Antes de empezar a contaros nuestra experiencia, vaya por delante que este recorrido tiene muchas variantes. Nosotros nos limitamos a subir hasta el mirador principal y deshacer nuestros propios pasos, lo cual nos llevó algo más de dos horas. Sin embargo, existen diferentes variaciones: hasta lo alto de la montaña, rutas circulares que se adentran en el interior, otras que combinan con otras playas…
Nosotros íbamos ya un poco justos de fuerzas, así que nos centramos en lo básico. Para ello, fuimos hasta el aparcamiento de la Playa de Haukland, desde donde sale la ruta. Aunque no tiene ninguna señalización, el inicio no es complicado. Desde el centro de visitantes veréis una pista de asfalto, por la cual siempre hay gente transitando. Hacia allí tenéis que ir.
De hecho, los primeros 500 metros de ruta básicamente consisten en eso: en subir por la pista de asfalto. Ojito si vais con perro, ya que por la zona suele haber ganado en libertad. Conviene que lo llevéis bien atado o se os echará al monte en busca de ovejas.
Tras ese medio kilómetro, os veréis frente a un pequeño y precioso lago. Justo antes de llegar hasta él, veréis que sale un camino a mano izquierda: ese es el desvío que tenéis que tomar para seguir subiendo. No es del todo intuitivo y hay cero señalización, por lo que conviene que vayáis atentos en ese punto.
A partir de ahí, la ruta se complica un poco. Hay que ir subiendo entre el barro, por un terreno tirando a irregular y que en ocasiones está demasiado vertical. Sin embargo, con paciencia y mucha atención podréis continuar con vuestra subida.
El último tramo antes del mirador es el más complejo. Cuando llevábamos más de un kilómetro, se volvió bastante duro. De hecho, vimos a mucha gente dándose la vuelta: era un día de lluvia y viento y la verdad es que no apetecía tirar adelante.
Sin embargo, seguimos caminando y llegamos hasta nuestro objetivo: disfrutar de las maravillosas vistas que ofrece esta ruta sobre la Playa de Haukland. Es cierto que no llegamos hasta arriba del todo, pero es que la última subida al pico de Mannen se nos hacía incluso peligrosa. Tened en cuenta que íbamos con perro.
Por cierto, en las zonas altas vimos un buen puñado de cloudberrys. No suelen verse en libertad, tal y como os enseñamos en nuestra guía para recolectar bayas, por lo que os recomendamos aprovechar la ocasión. ¡Son deliciosos!
La vuelta la hicimos por el mismo camino. Cuando llegamos al inicio, el reloj marcaba 4,5 kilómetros recorridos, con un desnivel positivo de 325 metros. Completamos la ruta en dos horas y cuarto, tiempo más que suficiente para llegar hasta una panorámica maravillosa.
Ficha técnica: cómo llegar, distancia y otros datos
📍 Punto de inicio: el punto de partida es el aparcamiento que hay junto a la Playa de Haukland. Desde la cafetería veréis el inicio del recorrido.
📏 Distancia / desnivel: existen diferentes variantes de la ruta. La versión más breve (subir hasta un mirador y bajar) se va a los 4,5 kilómetros, con 325 de desnivel. También tenéis opciones circulares o que conectan con la cercana Playa de Uttakleiv, pero son bastante más duras.
💪 Dificultad: es una ruta complicada. No diremos muy difícil, porque un montañero experto se la hace fácilmente, pero para el público general no es poco de pavo. Pensad en el desnivel, el viento y la nula señalización antes de plantearos hacerla.
⏲️ Duración: nosotros tardamos dos horas y cuarto en completar la versión más breve del recorrido, incluyendo una larga parada para descansar y hacer fotos.
