Qué ver en Valdemanco, el pueblo que ha convertido el granito en poesía

Valdemanco es uno de los pueblos más interesantes de la Sierra Norte de Madrid. Su cercanía con la capital, su patrimonio, su variada oferta gastronómica o sus rutas de senderismo con motivos más que suficientes para recomendaros esta visita. Por si tuvieseis dudas, en los próximos párrafos os enseñaremos todo lo que ver y que hacer en esta fantástica localidad ubicada en un valle entre el Pico Mondalindo y la Sierra de La Cabrera.

Calidad de vida a orillas del Arroyo de Albalá

Pese a formar parte de la serranía madrileña, Valdemanco no es el típico pueblo volcado hacia la agricultura y la ganadería. De hecho, su principal actividad económica ha sido desde tiempos inmemoriales la construcción, ya fuese a través de la extracción de granito (los alrededores están repletos de pequeñas canteras) o de la realización de obras tanto en la urbe como en municipios cercanos.

La primera mención a Valdemanco data del siglo XIV, encontrándose referenciado en el mítico Libro de la Montería de Alfonso XI. Allí se hablaba del pueblo como una pedanía de la vecina Bustarviejo, condición que mantendría hasta mediados del siglo XIX. En concreto, hubo que esperar hasta 1840 para que los valdemanqueños tuviesen su propio ayuntamiento.

El paso del ferrocarril Madrid-Burgos por la localidad no hizo sino dinamizar su economía, ya que el granito de Valdemanco empezó a distribuirse por toda España. Poco a poco el pueblo fue creciendo, hasta llegar a los 1000 habitantes aproximadamente (una cifra muy poco común en la Sierra Norte de Madrid).

Así es como llegamos a nuestros días, encontrándonos con un pueblo en el que hay muchas cosas que ver, muchos bares en los que tomar algo y muchos alojamientos rurales. Hoy en día el turismo se ha convertido en lo que tira del carro en la economía de Valdemanco, pues es uno de los sitios más guays del norte madrileño.

Turismo en Valdemanco

Iglesia de Nuestra Señora del Carmen

El edificio más destacado de Valdemanco es la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, un coqueto templo del cual hay constancia desde el siglo XVI. Todo apunta a que en origen era una pequeña ermita, la cual fue ampliada tras conseguir la independencia de Bustarviejo.

Tiene un pórtico de entrada súper chulo, una torrecita que se construyó tras demoler su antigua espadaña (que estaba hecha polvo) y su interior es de una sola nave. En él encontraréis un coro relativamente reciente, una pila bautismal y otra de agua bendita.

Ayuntamiento

No muy lejos de la iglesia, en la Plaza de Nuestra Señora del Carmen, se encuentra el Ayuntamiento de Valdemanco. Pese a ser tirando a nuevo, se ha integrado a la perfección en las construcciones de los alrededores. Dispone de cinco arcos, tiene una perturbadora falta de simetría (se entra por el cuarto arco empezando por la izquierda) y en su planta superior tiene un balcón enorme. De hecho, probablemente es la casa consistorial con el balcón más ancho de la Sierra Norte.

Arquitectura popular

A nivel de arquitectura popular, Valdemanco tampoco es lo que cabría esperar. Pese a ser un pueblo eminentemente de montaña (en su término municipal se superan incluso los 1800 sobre el nivel del mar), lo cierto es que el clima no se hace súper riguroso. Si a eso se le suma la pujanza económica desde mitad del siglo XIX, lo cierto es que no abundan los edificios antiguos. En cualquier caso, si que se puede ver un tipo de arquitectura muy distinto al de las grandes ciudades madrileñas. Tomando como referencia la Calle Mayor, os recomendamos dar un paseíto por sus calles y disfrutar de sus muchos rincones con encanto.

Quesería artesanal «Los Cantares»

Mención aparte merece la quesería artesanal «Los Cantares», uno de esos proyectos que insuflan vida a la España «vaciada». Hablamos de una quesería que elabora sus productos respetando la tradición, utilizando leche fresca de proximidad y consiguiendo auténticos manjares. De hecho, pese a sus orígenes humildes, sus productos han sido galardonados como el mejor queso de Madrid en diferentes categorías. No os vayáis de allí sin probarlos o sin llevaros una cuñita a casa.

Monumento de los Canteros

En diciembre de 2003 Valdemanco saldó una deuda histórica, pues en ese momento se inauguró el Monumento a los Canteros. Un homenaje más que merecido a todas esas personas que, durante generaciones, han dinamizado la economía del pueblo trabajando en sus canteras.

Potro de Herrar

Y, hablando de tradiciones, en la Plaza del Potro encontraréis el clásico Potro de Herrar. Un elemento que rara vez falta en la Sierra Norte de Madrid (incluso algunos pueblos tienen varios) y que también durante siglos ha sido clave en el día a día de la región. Se utilizaba para trabajar con el ganado, ya fuese poniéndole herraduras o inmovilizándole para realizarle una cura.

Vía Crucis

Todavía se puede profundizar más en las tradiciones. En este caso, si prestáis atención a las fachadas de algunos edificios veréis el Vía Crucis de Valdemanco. Señalado mediante carteles, señala una de las prácticas de oración más populares en el catolicismo.

Mirador de Valdemanco

Los alrededores del pueblo tienen mucho que dar. Si estáis yendo desde La Cabrera, pasaréis con el coche frente al famoso Mirador de Valdemanco. En él os espera todo un must para vuestro instagram (las letras con el nombre del municipio) y también un fantástico punto de observación. Podréis disfrutar tanto de las casas típicas de la zona como de su excepcional belleza paisajística.

Arte contemporáneo y literatura

¿Sabíais además que Valdemanco es toda una potencia en arte contemporáneo? Buena parte del mérito hay que dárselo tanto al Taller-Fundación Berruti (en el que se exponen un montón de obras integradas en la naturaleza) como a la Fundación Andrés Puig (dedicada a la difusión de las Bellas Arteras iberoamericanas).

Por cierto, en Valdemanco también hay sitio para las letras. El escritor y poeta local Ángel Sánchez Rivera ha dedicado buena parte de su obra al propio pueblo. Él mismo se encarga de recitar poemas y de brindar sus escritos de manera gratuita, normalmente en el Estanco La Rueda.

El banco de Cancho de las Hornillas

Por último, en materia de senderismo Valdemanco también tiene mucho que decir. Su principal ruta es un itinerario que lleva hasta el banco de Cancho de las Hornillas, el cual tiene el honor de ser el asiento más alto de la Comunidad de Madrid. La Ruta del Banco puede que sea dura (se va por encima de los 13 kilómetros), pero os aseguramos que merece mucho la pena.

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