Stamsund es uno de los pueblos menos turísticos de las islas Lofoten. Solo por eso ya merece la pena: en medio de un destino súper masificado, aquí podéis encontrar un pequeño reducto de autenticidad y modo de vida local. No es que sea una parada remota (de hecho, cuenta con su propia parada del Hurtigruten), pero desde luego ofrece un mayor acercamiento a la realidad del archipiélago que el de otros destinos más concurridos.
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Un lugar poco turístico en medio de las Lofoten
Como pueblo pesquero que es, Stamsund ha vivido muy vinculado a la explotación de los recursos naturales desde antiguo. De hecho, la mayor parte de su casco histórico está formado por una sucesión del típico rorbuer: la casa de pescadores tradicional de Noruega.
Con apenas mil habitantes, se trata de una localidad con una vida cultural sorprendentemente animada. De hecho, cuenta con un festival de teatro internacional con mucha fama, al cual contribuyen las diferentes compañías de teatro locales (profesionales y amateur).
A nivel histórico, Stamsund tiene el honor de haber sido uno de los primeros territorios noruegos en ser recuperados de la conquista nazi durante la II Guerra Mundial. La protagonista de ello fue la Operación Claymore, que además contribuyó notablemente al descifrado de enigma (se robaron planos y mecanismo de la mítica máquina).
Turismo en Stamsund
Iglesia
A las afueras del pueblo, a los pies de la carretera que da acceso al mismo, está la Iglesia de Stamsund. Es un templo construido a comienzos del siglo XX, sobre uno anterior que fue dañado durante una terrible tormenta. Tiene capacidad para alrededor de 500 personas y está construido fundamentalmente con hormigón.
Arquitectura popular
Vamos ahora con lo que realmente es interesante en Stamsund: su arquitectura popular. La entrada al pueblo es tirando a insípida, con la típica zona moderna residencial sin apenas interés. ¡Que no os engañe la primera impresión! Seguid conduciendo hacia la zona en la que desembarca el Hurtigruten. A modo de referencia, podéis poner en el GPS el Coop Prix, en cuyo aparcamiento podréis dejar vuestro vehículo.
Ahí estaréis en una zona pequeña, en la que no destaca ningún edificio por sí mismo, pero con un montón de edificios tradicionales. Asomaos siempre que podáis al puerto, pues tendréis ante vosotros las típicas casas de pescadores de colores.
Cerquita del Live Lofoten Restaurant también os podéis asomar, en este caso para ver tanto el puerto como una serie de casas amarillas estupendas.
Escultura Turisten
Aunque hoy no sea una parada habitual en los circuitos turísticos por las islas Lofoten (con excepción del embarcadero del Hurtigruten, como ya hemos dicho por activa y por pasiva), lo cierto es que Stamsund tiene una especial vinculación a esa industria. Quizá no tenga mucho que ver, pero cuenta con muchos hoteles que dan trabajo al pueblo. Precisamente, enfrente del Live Lofoten Hotel está la Escultura Turisten, que da buena cuenta de ello.
Krigsmuseum
Por último, no os vayáis de Stamsund sin ver el Lofoten Krigsmuseum. Es heredero directo de lo que os decíamos unos cuantos párrafos arriba: la localidad tuvo un papel clave durante la II Guerra Mundial. En él podréis ver maquinaria bélica, uniformes y diferentes objetos relacionados con el conflicto.
