Hay lugares que no requieren presentación, y sin duda Notting Hill es uno de ellos. Probablemente es el barrio más famoso de Londres, la que a su vez es la ciudad más popular de toda Europa y posiblemente del mundo entero. En resumen, es un sitio que hay que visitar al menos una vez en la vida. Nosotros hemos ido allí varias veces y no nos cansamos de hacerlo, ya que siempre descubrimos algo nuevo. Fruto de esas visitas es este post, en el que sintetizamos todo lo que ver y hacer en una visita a Notting Hill.
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Un barrio de película en el corazón de Londres
Internet está lleno de guías para visitar Notting Hill. Es un lugar de sobra conocido, así que vamos a tratar de hacer una introducción súper breve y entrar en materia en seguida. Sin embargo, es imposible no dar algunas claves para entender su importancia.
Lo primero que hay que saber es su ubicación. Notting Hill está en el noroeste del cogollito central de Londres. El barrio arranca en una esquina de los Kensington Gardens y propone al viajero una larga sucesión de calles repletas de edificios particularmente bonitos. Lo que antaño era un lugar eminentemente rural, hoy en día no podría ser más cosmopolita.
El barrio ha sido popular desde siempre, pero es cierto que a finales del siglo XX se vivió un punto de inflexión. En concreto, fue en 1999 cuando Notting Hill adquirió fama internacional, gracias a una comedia romántica protagonizada por Julia Roberts y Hugh Grant. Este inspirador largometraje situó al barrio como una visita obligada dentro de Londres, haciendo que muchos turistas vayan a la ciudad solo por recorrer sus avenidas.
Eso si, Notting Hill tiene mucho más que la huella que dejaron Roberts y Grant. De hecho, es popular por muchísimas más cosas: desde el popular carnaval que cada mes de agosto tiñe sus calles de los colores más inverosímiles hasta graffitis de Bansky, pasando por unos míticos estudios de grabación en los que han plasmado sus composiciones grupos de la talla de Bob Marley o The Rolling Stones.
Mención aparte merece el Portobello Market, un famoso mercadillo en el que es posible encontrar absolutamente de todo: antigüedades, comida recién hecha, ropa de segunda mano… Su día grande es el sábado, haciendo que el barrio se llene hasta la bandera de gente. Si queréis conocer Notting Hill en todo su esplendor, sin duda esa es la jornada en la que debéis acudir. Nosotros os recomendamos hacerlo el domingo, pues también encontraréis puestos pero no será tan agobiante. De hecho, siendo precisos, lo mejor es ir a partir de las 11 de la mañana, cuando ya estará todo en marcha.
No nos vamos a extender mucho más con la presentación, pero sí queremos contaros cómo fue nuestro recorrido. Empezamos en la estación de metro de Notting Hill Place, en la esquina superior izquierda de los Kensington Gardens. Desde allí callejeamos un poco por sus zonas más tranquilas, encaramos el colorido tramo en el que se desarrolla el Portobello Market y acabamos intercalando closes y mews con las calles más monumentales del barrio. Una ruta muy variada y perfecta para hacerse a la idea de todo lo que tiene que ofrecer Notting Hill, la cual completamos en alrededor de medio día.
Turismo en Notting Hill
Hillgate Place
Como decimos, el punto de partida de nuestra excursión por Notting Hill fue Notting Hill Gate, la parada del Metro de Londres más frecuente para aproximarse al barrio. En realidad fuimos andando desde los Kengsinton Gardens, porque nuestro hotel estaba por allí, pero esa es otra historia.
La mejor manera de tomarle el contacto a Notting Hill es, sin lugar a dudas, Hillgate Place. Se trata de una pequeña callecita formada por las típicas casas unifamiliares londinenses, con su pequeña escalinata de acceso y coloridas pinturas en sus fachadas. Fuimos a primera hora, algo que os recomendamos para poder visitar esta zona del barrio con tranquilidad.
Explorad bien este tramo, ya que Hillgate Place es solo la punta de lanza. Por ejemplo, Farmer St es una calle adyacente que tiene el mismo o más encanto.
De pubs y cafeterías
Visitar Notting Hill no es solo sinónimo de pasear por el típico barrio residencial. De hecho, el barrio es también célebre por sus pubs y sus cafeterías.
En cuanto al primer grupo, nada como ir al número 119 de Kensington Church Street y dejarse caer por The Churchill Arms, un pintoresco pub célebre por su temática interior y exterior relacionada con Winston Churchill. El que fuera Primer Ministro de Reino Unido no estuvo tan vinculado al sitio como sus dueños se esfuerzan en mostrar, pero lo cierto es que sus abuelos regentaron el edificio en el siglo XIX. Merece la pena que vayáis a él incluso aunque esté cerrado, pues su decoración es lo más.
Por otro lado, sería un crimen recorrer Notting Hill sin una buena taza de café en la mano. Y es que todo el barrio está repleto de cafeterías ecológicas, de esas en las que se toman su tiempo para servirte una bebida exquisitamente preparada y servida con una sonrisa.
El Notting Hill de la película Notting Hill
De hecho, una vez os hayáis hecho con vuestro café para llevar, es el momento de seguir explorando el barrio. En este caso, aunque suene redundante, lo siguiente que hicimos fue recorrer el Notting Hill de la película Notting Hill. Es decir, fuimos por el cogollito que aglutina todas esas casas que responden a lo que uno podría imaginar después de ver el film.
No somos precisamente unos fanáticos de la peli, así que no nos dedicamos a buscar localizaciones (se puede visitar, por ejemplo, la librería en la que Hugh Grant y Julia Roberts pasan la mayor parte del tiempo). Sin embargo, tomando como eje principal la Ladbroke Grove, pudimos visitar calles tranquilas, ver casas de colores y asomarnos a los parques cerrados tan característicos del barrio. Es una pena no poder visitarlos.
También pasamos junto a St John’s Notting Hill, una iglesia anglicana construida en época victoriana en estilo neogótico. En su momento estaba en medio de los suburbios más rurales de Londres, pero con el tiempo quedó integrada den la ciudad.
Portobello Road Market
Desde allí fuimos a la cara más colorida y ajetreada del barrio, pues llegó la hora de hincarle el diente al Portobello Road Market. Posiblemente es el mercadillo más famoso de Londres, siempre con permiso de Camden. Su día grande es el sábado, cuando prácticamente toda la ciudad se congrega allí. Sin embargo, cualquier otro día de la semana es un sitio digno de visitar.
La forma más típica de llegar hasta allí no es desde donde fuimos nosotros, sino subiendo desde Notting Hill Gate. Así, desde esa parada de metro se recorrería la Portobello Road y casi sin daros cuenta estaríais en medio del mercadillo.
¿Qué se ve allí? Pues básicamente de todo. Pequeñas tiendecitas diseminadas a ambos lados de la calle montan puestos en la acera, en los que es posible comprar antigüedades, ropa de segunda mano, música, libros e incluso productos para mascotas. Curiosear de puestecito en puestecito es entretenidísimo.
Por la zona también hay diferentes charities: tiendas con un fin benéfico en las que es posible comprar artículos de segunda mano. Una parte de sus ganancias va destinada a hacer el mundo mejor, así que comprar allí siempre es recomendable.
En algunos lugares veréis como pequeñas plazas, en las cuales hay aun más puestos. Por ejemplo, ya pegado al extremo norte de Portobello Road, veréis una zona solo para puestos de comida y otra para monedas y vinilos de segunda mano. ¡Ah! Y justo por allí hay un pequeño «barrio español», con varios restaurantes y colmados con productos procedentes de España.
Closes y mews en Notting Hill
A ambos lados de la Portobello Road veréis closes y mews, pequeños callejones muy típicos en ciudades como Londres o Edimburgo. Lo primero es diferenciarlos:
- Close: un callejón. Es decir, una calle a la que se puede entrar pero que al final no hay salida.
- Mew: parecido a un callejón, pero con la particularidad de que era donde estaban los establos.
Algunos de los más bonitos de la zona son Dunworth Mews, Saint Lukes Mews, Denbich Close o Simon Close. En todos ellos se da la particularidad de que han dejado de ser lugares marginales para pasar a ser muy cotizados entre los londinenses. Suelen ser calles bellamente decoradas y llenas de encanto, de esas en las que el instagrameo sale solo.
La versión más monumental
Para terminar con nuestra mañana en Notting Hill, pasamos de recorrer los pequeñitos callejones para descubrir la cara mas monumental del barrio.
Por un lado, fuimos a Lancaster Road. ¿Recordáis cuando hablábamos de Hillgate Place y decíamos que era una sucesión de pequeñas casitas con todo el encanto residencial londinense? Pues misma cosa aquí, solo que en versión «bien». Fachadas mucho más lujosas y sobrias, las cuales también son una pasada.
Misma cosa se podría decir de Westbourne Park Road, donde la principal seña de identidad son las enormes columnas que flanquean los accesos a las casas.
Llegados a este punto, podéis abandonar Notting Hill desde la estación de Westbourne Park. De hecho, el mismo recorrido de sur a norte que os hemos propuesto se podría hacer a la inversa, empezando allí y terminando en Notting Hill Gate. De un modo o de otro podréis sacarle todo el partido a este encantador barrio del noroeste de Londres.