No hay debate posible: Kotor es la ciudad más bonita de Montenegro y el que diga lo contrario está mintiendo. Obviamente hablando de viajes todo es subjetivo, pero a nosotros nos gustó tanto esta ciudad costera que no nos tiembla el pulso a la hora de hacer ese tipo de afirmaciones. Y es que Kotor lo tiene absolutamente todo, incluyendo un abanico de excursiones increíble para estar en un país tan chiquitito. En este artículo os vamos a enseñar todo lo que ver y hacer en Kotor.
Ruta de un día por Kotor
Recorrer el casco histórico de Kotor es un regalo para los sentidos. Protegido por una impresionante muralla en tres de sus frentes y por una poderosa montaña en el cuarto, sus calles han conservado el empedrado de piedra y las pequeñas casas que se le presuponen a cualquier núcleo urbano medieval. La belleza del conjunto ha hecho que la UNESCO le otorgue el título de Patrimonio de la Humanidad.
Kotor tiene únicamente tres accesos: las puertas de la muralla construidas entre los siglos XIII y XVIII. Nosotros os recomendamos entrar por la Puerta Oeste (también conocida como Puerta del Mar), ya que en la avenida de al lado (Riva) hay aparcamiento y en esta entrada hay un pequeño kiosko que hace las veces de oficina de turismo. Ojito con el plano gratuito que os darán en ella, porque es precioso.
El recorrido por Kotor es muy cómodo. Básicamente tenéis dos opciones: pasear sin rumbo o ir a tiro hecho. La primera opción no es ninguna tontería, ya que el casco histórico es muy chiquitito y poco a poco iréis viendo todo. Sin embargo, nosotros os vamos a enseñar una manera más o menos lógica de verlo todo.
El truco está en tener como referencia las plazas de la ciudad, utilizándolas como nexo de unión entre todo lo que hay que ver en Kotor. Así, entrando por la Puerta Oeste, lo primero que veréis será la impresionante Trg od Oruzja (algo así como la Plaza de Armas). Es uno de los lugares más simbólicos de la ciudad. La plaza alberga la famosa Torre del Reloj, que fue construida en 1602 y que solo ha dejado de dar la hora unas horas tras el terremoto de 1979.
Toda la plaza (y en general toda la ciudad) os ofrecerá preciosos edificios en los que predomina fundamentalmente la arquitectura veneciana, fruto de los siglos (del XV al XVIII) en los que los venecianos eran amos y señores de Kotor.
La Plaza de Armas está a mano izquierda según se entra por la Puerta del Mar. Bien, pues si en vez de ir a la plaza se continúa caminando, se llega a la Trg Sv. Tripuna (la plaza de la Harina), la siguiente gran plaza de Kotor. En ella está la impresionante Catedral de San Trifón, un imponente templo católico construido en el año 1166. La ciudad tiene 2000 años y seguramente este edificio sea el más bonito, así que no lo penséis dos veces e ir a visitarla. En esta plaza también encontraréis el Palacio de la familia Pima, un precioso ejemplo de la arquitectura renacentista barroca, construido originariamente en 1667, aunque tuvo que ser reconstruido tras el terremoto de 1979.
Según se entra a la plaza, a mano derecha, sale una callecita. Os llevará a la Trg od Salate, una pequeña plaza desde la que salen dos calles paralelas. Estas van en dirección a la Puerta Sur, teniendo como principal reclamo un bonito Monasterio Franciscano del siglo XVII. También podréis subir a la muralla a través del Bastión Gurdic. Las murallas de Kotor son una pasada tanto desde abajo como desde arriba.
A estas alturas ya habréis visto que Kotor es la ciudad de los gatos. ¡Nunca hemos visto tantos felinos en una misma ciudad! Tanto es así que incluso hay un adorable Museo de los Gatos, en el que os contarán un montón de historias sobre estos animales.
Volviendo a la plaza en la que está la Catedral de San Trifón, pero ahora yendo en el otro sentido, fuimos a parar a la Pjaca od Cirkula, donde el principal reclamo turístico es el Museo Marítimo de Kotor. Nosotros no lo visitamos porque íbamos con perro, pero al parecer es una pasada si te gusta el tema.
Siguiendo el recorrido, la siguiente plaza es la Terg Sv. Luke (algo así como la Plaza de San Lucas). Mucha atención aquí, que pudiera parecer que lo mejor de Kotor ya lo habéis visto, pero aquí hay algunos edificios más que interesantes. Por un lado está la Iglesia de San Lucas, un edificio que en origen era católico pero que en el siglo XVII pasó a ser ortodoxo.
Un poquito más adelante está la Iglesia de San Nicolás, que pese a haber sido construida ya en el siglo XX es preciosa. Su estilo neobizantino rinde homenaje a un monasterio que se quemó a finales del siglo XIX. En la fachada siempre tienen una bandera de la iglesia ortodoxa serbia.
Llegados a este punto la mayor parte de las visitas tuercen a mano izquierda y vuelven a la Puerta del Mar, dando por concluida la visita a Kotor. Nosotros os recomendamos que no hagáis eso y que vayáis a la derecha, buscando la Puerta Norte (también conocida como Puerta del Río). En ella hay un curioso jardín a un lado y un bonito puente al otro, id allí que merece la pena.
Si aún os veis con fuerza, podéis echarle valor y subir a lo alto del castillo, desde donde hay unas vistas impresionantes. Nosotros íbamos con perro y no nos vimos muy fuertes, así que lo dejamos para otra ocasión.
Por cierto, nos hemos ido centrando en los edificios, pero la verdad es que Kotor tiene un ambientazo digno de mención. Prácticamente en todas las plazas que os hemos dicho, así como en las calles aledañas, hay restaurantes y cafeterías de todo tipo. Nosotros estuvimos tomando algo en una de ellas y no pudimos estar más a gusto. También hay que hablar de las muchísimas tiendas de artesanía que encontraréis a lo largo de todo el recorrido.
Lo que no sabemos si nos convence del todo es esa sensación de ciudad fantasma. Al parecer, a día de hoy solo viven en el casco histórico de Kotor unas mil personas, cifra que se reduce año tras año. Sería una pena que se convirtiese en el típico parque temático para turistas como ya le ha pasado a otras ciudades europeas, en las que los centros se quedan despoblados a merced de los apartamentos turísticos y las franquicias de comida rápida.
Las mejores excursiones en la Bahía de Kotor
Kotor por sí misma ya justifica visitar Montenegro. Sin embargo, mucho hay que decir sobre la bahía que rodea a la ciudad. ¿Sabíais que está considerada el fiordo más meridional de Europa? Aunque realmente no sea un fiordo, su aspecto recuerda (y mucho) a lo que vimos el verano anterior en países como Dinamarca o Noruega.
Son muchas las opciones en los alrededores, nosotros os vamos a contar las dos excursiones que hicimos desde Kotor:
- Visitar Perast: se trata de un pequeño pueblo a una media hora en coche de Kotor. Su casco histórico es preciso y justo enfrente hay un par de islas que se pueden visitar en barquito. Seguramente sea el destino más visitado del país después de Kotor.
- Ir en barco a bañarse en la Blue Cave: una de esas experiencias viajeras que te cambian la vida. Se trata de una cueva ya en mar abierto, en la cual te puedes dar un baño que nada tiene que envidiar a opciones más exóticas como los cenotes mexicanos.