El Gran Alce, Big Elk o Storelgen es una impresionante escultura de un alce ubicada en Noruega, en un punto de la Nacional 3 cercano a la pequeña localidad de Atna. Nosotros nos lo encontramos de casualidad, pero nos gustó tanto que hemos decidido hacer este pequeño post, para que sirva de ayuda a otros viajeros.
La escultura fue oficialmente inaugurada en 2015, acompañada de unos datos bastante llamativos: tardaron seis meses en fabricarla, tiene más de 10 metros de alto y costó más de 200.000€. Aunque la diseñó Linda Bakke, una artista local, el animalito fue construido ni más ni menos que en China.
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Dónde está el alce gigante noruego
Si nos ponemos precisos, el Storelgen se encuentra en la Nacional 3, la ruta más utilizada entre Oslo y Trondheim. Pero si nos ponemos realistas, la escultura está en medio de la nada, en una carretera llena de rectas infinitas.
Precisamente ahí radica el origen del Storelgen: fue creado en un intento de reducir los frecuentes accidentes de tráfico que hay en esta carretera, ya que es larguísima y tiene pocas áreas en las que parar. También se pensó para avisar de la fauna silvestre del entorno, pues aquí se encuentra la tercera mayor población de alces de Noruega.
Es una carretera transitada para lo que es Noruega, aunque si la comparación es con una ruta española diríamos que apenas pasan coches.
Qué ver y qué hacer
La visita al Storelgen normalmente es como la nuestra: casual. Íbamos conduciendo, nos hizo gracia y decidimos parar. En cualquier caso, si vais específicamente a visitar a este alce gigante, son cuatro cosas las que se pueden hacer aquí:
- Fotos: en el ratito en el que estuvimos, prácticamente el 100% de la gente lo que hacía era aparcar, hacerse un selfie junto con la escultura y poquito más. Merece la pena hacer fotos también del entorno, pues está en medio de un bosque.
- Ir al baño: al lado del alce hay un pequeño edificio con aseos. Normalmente no diríamos que se puede hacer pipí, pero la Nacional 3 no es precisamente la carretera con más gasolineras del mundo.
- Comer algo o comprar artesanía: no sabemos si están los 365 días del año, pero cuando nosotros paramos había una señora vendiendo artesanía (precios noruegos, mala cosa) y otra con un pequeño food truck. De hecho, comimos aquí y no estuvo nada mal. Básicamente ofrece dos productos: hamburguesas de alce y perritos calientes. Salieron a unos 10€ por persona.
- Hacer una ruta por los alrededores: del aparcamiento salían varios senderos hacia el río y la montaña. No queríamos perder tiempo, ya que estábamos de camino a la zona de los fiordos, pero ahí lo dejamos por si a alguien le interesa estirar las piernas a lo grande.
Rivalidad entre el Storelgen y Mac the Moose
Y para terminar, no queremos dejar de hacer referencia a un sano pique entre dos ciudades muy lejanas entre sí. Cuando se inauguró el Storelgen en 2015, pasó a ser la escultura de un alce más grande del mundo. Y claro, destronó a Mac the Moose, la que hasta ese momento ostentaba tan prestigioso honor en Moose Jaw, Canadá.
El hecho de que se convirtiese en la más grande por solo unos pocos centímetros dio pie a que Justin Reves y Greg Moore, dos cómicos canadienses, iniciaran una campaña para recaudar fondos y poder incrementar la altura de Mac de algún modo: desde ampliándole los cuernos hasta poniéndole zapatos de tacón.
No sabemos en qué quedará esa batalla. En cualquier caso, os recomendamos acercaros a ver el Storelgen si estás por la zona, ya que es realmente impresionante.
2 respuestas
Esta escultura es tan bella como el país
¡Sin lugar a dudas! 😀