St. James’s Park, el Parque Real más antiguo de Londres

St. James’s Park es el extremo oriental de la cadena de parques que hay en el centro de Londres. Puede que no sea tan grande como Hyde Park, no tenga el patrimonio de los Kensington Gardens ni los enormes árboles del Green Park, pero aun así es una zona verde muy destacable y por la que siempre merece la pena pasarse.

23 hectáreas de pura tranquilidad

El origen de este espacio hay que buscarlo en 1532, cuando el rey Enrique VIII compró una zona pantanosa para su uso privado como coto de caza. No sabemos si fue casualidad o genialidad, pero el caso es que siglos más tarde se ha convertido en un parque absolutamente espléndido.

Por el camino hay mucho que decir. Fue Jacobo I, a comienzos del siglo XVII, el que ordenó que se drenase y se ajardinase el parque. Quizá el tema se le fue un poco de las manos, ya que lo utilizó para guardar camellos, cocodrilos y hasta un elefante. Su nieto, Carlos II, fue el que impulsó la reforma que le daría el aspecto actual.

Hoy en día St. James’s Park es una zona ajardinada estupenda. 23 hectáreas (el segundo Royal Park más chiquitito) en las que es posible encontrar un lago artificial, muchas flores, arbustos y cipreses. Como se suele decir, un auténtico pulmón verde en medio de todo ese asfalto.

Si algo nos ha llamado siempre la atención del parque es su tranquilidad. Pese a ser pequeño y estar en una zona bastante ajetreada, paseando por sus caminitos no oiréis ni un ruido. Especialmente os sentiréis lejos de la ciudad en las inmediaciones de St. James’s Park Lake. Por cierto, el laguito tiene dos islas: Duck Island, en la que viven un montón de patos; y West Island, cuyo nombre indica su ubicación.

Y, ya que hablamos de patos, cabe destacar que en el parque habitan también pelícanos y ardillas por doquier. Es un lugar muy interesante si os gusta ver animales a sus anchas.

Un Royal Park desconocido pero muy cuidado

Seguramente St. James’s Park sea el parque menos conocido del centro de Londres, pero no por ello es un lugar abandonado. De hecho, más bien todo lo contrario: al estar al ladito de Buckingham Palace, es posiblemente el que mejor cuidado está.

Lo notaréis dando un paseo por allí. Podéis tomar algo en sus engalanados kioskos, que en otros parques están hechos polvo pero que aquí se encuentran en perfecto estado de revista. Sus caminos siempre están limpios y todos los carteles están libres de graffitis.

Por cierto, tened en cuenta que la ubicación de St. James’s Park le hace perfecto para esperar al Cambio de Guardia (a las 11:00 de la mañana). También puede ser un buen punto de partida para hacer visitas por los alrededores, ya que al ladito tenéis lugares tan míticos como el Palacio de St. James o los Churchill War Rooms.

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