Qué ver en Guadalupe, la puebla con el monasterio más monumental de Extremadura

Guadalupe (en desuso Puebla de Guadalupe) es la localidad más destacada del Geoparque Villuercas-Ibores-Jara. Más allá de su impresionante Real Monasterio, el cual justifica por sí solo la visita, se trata de un conjunto precioso, equilibrado y en perfecto estado. No en vano, ha recibido todo tipo de premios, incluyendo el galardón de Primera Maravilla Rural 2017. En este artículo os enseñamos cómo es la visita a Guadalupe, incluyendo todo lo que ver y que hacer a lo largo de la misma.

Un lugar de obligada peregrinación

Guadalupe es, después de Santiago de Compostela, el mayor centro de peregrinación que hay en España. La red de Caminos de Guadalupe pone en contacto a visitantes de todo el mundo con la Virgen de Guadalupe, que es la patrona de todas las tierras de habla hispana. A raíz de ello se ha generado un enorme monasterio y un pueblo fascinante, los cuales tienen motivos más que suficientes para atraer a viajeros sin necesidad de estar en peregrinación.

La propuesta turística de Guadalupe es estupenda, con una ruta autoguiada con más de veinte paradas que está perfectamente señalizada. Empezando en la plaza que está frente al monasterio, las flechas de color morado van indicando el camino y los paneles informativos explican lo que está frente al viajero.

Más allá de elementos concretos, la ruta sirve para atravesar un buen puñado de calles anónimas repletas de encanto. En ellas veréis casas con decenas de plantas, creando un ecosistema urbano verde súper interesante.

Nosotros fuimos muy temprano e hicimos la visita prácticamente solos, en completo silencio. Teniendo en cuenta los autobuses con guiris que estaban llegando cuando nos íbamos y que vimos varios carteles indicando que las autoridades locales prohíben acosar a los turistas, sin duda madrugar un poquito es más que recomendable.

La ruta que os vamos a enseñar sigue paso a paso el recorrido autoguiado. Tomando como referencia la Plaza de Santa María de Guadalupe (en la que está el monasterio), hace una especie de ocho: primero hacia la antigua judería y luego hacia la parte alta de la ciudad. La ruta al completo lleva unas dos horas, que pueden ser tres si decidís hacer la visita guiada por el interior del conjunto monástico.

Turismo en Guadalupe

Real Monasterio de Guadalupe

Empezamos la visita, como no podía ser de otro modo, visitando el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe. Esta magnífica obra, Patrimonio de la Humanidad desde 1993, ocupa la friolera de 20.000 metros cuadrados.

Aunque la imagen más popular del santuario es su fachada principal (iniciada en el siglo XV), a lo largo de todo el monasterio es posible encontrar partes en estilo gótico, mudéjar, renacentista, barroco e incluso neoclásico, ya que el proceso constructivo se prolongó durante cientos de años.

La visita al interior tiene dos partes. Por un lado, podéis visitar la basílica de manera gratuita. Abre todo el día y sin lugar a dudas el acceso es imprescindible.

Por otro lado, se puede hacer una visita guiada por la zona monástica. Esta cuesta 6€ y tiene una duración de 45 minutos, durante los cuales se visitan diferentes dependencias que todavía hoy están en uso.

Arco de Chorro Gordo

De vuelta a la plaza, salimos por la Calle de la Cruz y fuimos hasta el Arco de Chorro Gordo, uno de los tres acceso al cinturón defensivo principal del monasterio. Pone en contacto a la plaza con la antigua judería, repleta de las típicas callejuelas estrechas y sinuosas. Nos recordó a otras grandes juderías de España, como por ejemplo la de Hervás.

Arco del Tinte

Un poquito más adelante, tras algo de callejeo, nos encontramos con el Arco del Tinte. Es de estilo mudéjar y ha llegado hasta nuestros días sin apenas modificaciones.

Fuente del Ángel

Más callejeo sirvió para llegar hasta la Fuente del Ángel, una de las diecisiete que hay actualmente repartidas por toda Guadalupe. Data del siglo XVI y, como todas sus hermanitas, ofrece agua potable.

Casa del Pastor Gil Cordero

Aunque el conjunto por sí mismo es una pasada y lo que mas nos gustaron fueron los rincones anónimos, hay paradas que resultan obligatorias. Es el caso de la Casa de Gil Cordero, un pastor cacereño que ha pasado a la historia por haber sido el primero al que se le apareció la Virgen de Guadalupe.

Arco de las Eras

En la parte sur de la urbe está el Arco de las Eras, que estaba integrado en el cinturón defensivo secundario de Guadalupe.

Calle Don Ruperto Cordero

Hay una calle que no os podéis perder: la Calle Don Ruperto Cordero. Tiene los típicos soportales de madera, pensados para un clima de montaña en el que resguardarse del sol y de la lluvia siempre es buena idea. Es una de las estampas más típicas de la localidad.

Fuente de los Tres Chorros

Igual de pintoresca es la Fuente de los Tres Chorros, la más importante de la localidad. Es del siglo XV y da nombre a una plazuela que, a su vez, también es uno de los espacios urbanos más destacados de Guadalupe.

Casas Porticadas

En la propia plaza está uno de los conjuntos de casas porticadas más bellos de Guadalupe. Responden al típico modo de vida medieval, en el que los negocios (tiendas, boticas, mesones…) estaban en la planta baja y las viviendas en la alta.

Arco de Sevilla

Seguimos de arquito en arquito, en este caso para visitar el Arco de Sevilla. Este formaba parte del recinto defensivo principal. Junto a él están las casas de algunos personajes ilustres, como la de Ángel Marina (el poeta del siglo XIX).

Casa de Gregorio López

Hablando de ilustres, allí está también la Casa de Gregorio López, una figura clave en la historia de España. Fue el responsable de editar y glosar las Siete Partidas de Alfonso X el Sabio, el documento que trató de dar uniformidad jurídica al reino de Castilla. Con esa casa acabamos con el circuito por el sur de la ciudad, volvimos a la plaza y empezamos el recorrido por el norte.

Hospital de San Juan Bautista

La primera parada de la zona septentrional la hicimos en el Hospital de San Juan Bautista, conocido también como Hospital de Hombres. Es un edificio de estilo gótico mudéjar, el cual albergaba la Escuela de Medicina que recibió el indulto del papa Eugenio IV para ejercer enseñanza y práctica siempre que fuera de manera gratuita. Se dice que fue el primer lugar de España que tuvo la autorización de la iglesia para realizar autopsias.

Colegio de los Infantes (Parador Nacional)

El edificio anterior está anexo al Colegio de Infantes o Colegio de Gramática, que actualmente hace las veces de Parador Nacional de Turismo. Su fachada es muy sobria, pero en su interior alberga toda una sorpresa.

Aunque no estéis alojados allí, podéis acceder a ver su enorme patio. Está repleto de árboles frutales, ofreciendo una de las estampas más coloridas de la ciudad.

Iglesia Nueva (Iglesia de la Santísima Trinidad)

Justo enfrente está la Iglesia Nueva, conocida también como Iglesia de la Santísima Trinidad. Su portada barroca data de la primera mitad del siglo XVIII y fue construida siguiendo un proyecto de Manuel de Lara Churriguera.

Galería Mudéjar

Calle arriba se encuentra la Galería Mudéjar, que es la forma de referirse a las antiguas casas de los capellanes. Obviamente su elemento más representativo es una galería porticada de estilo mudéjar, construida allá por el siglo XV. Si os gustan las plantitas, es una parada obligada.

Arco de San Pedro

Por el cercano Arco de San Pedro llevan entrando los peregrinos a Guadalupe desde el norte desde hace ya varios siglos. Se utilizaba fundamentalmente con fines administrativos y fiscales: dicho de otro modo, aquí se pagaban impuestos al pasar.

Hospital de Mujeres

El Hospital de Mujeres (también conocido como Hospital Nuevo) tiene una bonita fachada gótica. Es de propiedad privada, pero eso no impide que sea uno de los edificios más bonitos de Guadalupe.

Mirador del Parque de la Constitución

Aprovechad que estáis por ahí para subir un poco más, doblar por la Plaza de Gil Cordero e ir en dirección al Mirador del Parque de la Constitución. Es el mejor punto para contemplar el monasterio, ya que desde allí tendréis una panorámica única de sus torreones y fachadas.

Hospital de San Sebastián

Seguimos subiendo, en este caso para ir hasta el Hospital de San Sebastián, un edificio del siglo XV que fue creado para prestar ayuda a los peregrinos y cofrades más humildes. Eso explica la sencillez de su portada.

Hospital de la Pasión

No muy lejos de allí está el Hospital de la Pasión, también del siglo XV. En este caso, estaba especializado en la cura de enfermedades contagiosas (como la sífilis). A finales del siglo XIX pasó a ser una fábrica de jabón, por lo que todos los enseres pasaron a formar parte del monasterio.

Cárcel de la Inquisición

Aun nos faltaba por ver la Cárcel de la Inquisición, que en Guadalupe hizo de las suyas. De hecho, hay constancia de un proceso en 1485 que acabó con más de 50 judíos en la hoguera, 20 en la cárcel y 200 desterrados.

Real Hospedería

Terminamos la visita en la Hospedería del Real Monasterio, que hace ya mucho que fue separada de la zona religiosa. También funciona como hotel.

Al igual que en el Parador Nacional, es posible acceder a su patio interior de manera gratuita. Es bastante más pequeño, pero nos pareció uno de los puntos más bonitos de toda Guadalupe. No se nos ocurre un sitio mejor para cerrar una visita a un lugar tan mágico.

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