Qué ver en Adanero, el prototipo de villa castellana

Adanero es un pequeño pueblo ubicado en la comarca de La Moraña, en el norte de la provincia de Ávila. En su pequeño casco urbano encontraréis prácticamente todo lo que cabría esperar de una villa castellana: desde una iglesia con cigüeñas en su torre hasta un antiguo palacio, pasando por una Plaza Mayor en la que celebrar verbenas en verano, una ermita en las afueras y unos alrededores plagados hasta los topes de campos de cultivo y de explotaciones ganaderas. Acompañadnos a descubrir esta pequeña joya abulense, pues os aseguramos que tiene mucho más de lo que pudiera parecer a simple vista.

Un lugar de paso con todo lo necesario para quedarse

Para muchos viajeros, Adanero es uno de esos pueblos que aparecen señalizados en la autopista y en los que nunca se para. En este caso, la población se encuentra junto a la carretera que une Madrid y A Coruña, apareciendo reseñada en los paneles informativos desde muchos kilómetros antes.

Sin embargo, lo cierto es que este pequeño pueblo tiene todo lo necesario para ser mucho más que un lugar de paso. Construido desde cero en algún momento de la Edad Media (el pueblo anterior había sido destruido durante el proceso de reconquista), ostenta el título de Villa desde tiempos de Felipe IV (siglo XVIII), pasando a ser Villa Libre en el siglo XVIII gracias a una cédula expedida por Felipe V y confirmada por Fernando VI.

El pueblo, en momentos de máximo esplendor, llegó a superar holgadamente los mil habitantes. Todos ellos vivían al amparo de unas tierras ricas para el cultivo y propicias para la ganadería, pero lamentablemente el paso del tiempo no le ha hecho ningún bien y poco a poco ha ido menguando. En la actualidad apenas llega a los 200 habitantes, aunque para ser honestos es un sitio lleno de vida: tiene una pequeña escuela rural, la asociación de vecinos hace muchas actividades y celebran todas sus fiestas como corresponde.

Vamos, que no esperéis un sitio muerto, porque es todo lo contrario. De hecho, en Adanero hay varias casas rurales, un bar en el centro del pueblo y un espacio gastronómico que merece una mención aparte: el Restaurante MA, que por fuera parece un bar de carretera más pero que en su interior encontraréis una cocina contemporánea de primer nivel.

Por cierto, Adanero puede ser un excelente centro de operaciones para hacer un buen puñado de excursiones por el interior de la Península Ibérica. Pensad que está ubicado en el centro de una especie de rombo formado por las ciudades de Ávila, Salamanca, Valladolid y Segovia, pudiendo llegar a todas ellas en una hora de coche o menos. Eso por no hablar de otros núcleos como Medina del Campo, Olmedo o la cercana Arévalo.

Turismo en Adanero

Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción

El principal edificio de referencia en Adanero, visible en varios kilómetros a la redonda, es la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Nos referimos a un imponente templo católico que cuenta con la catalogación de Bien de Interés Cultural. ¡Y no es para menos!

El origen del edificio parece estar en el siglo XIII, aunque no esperéis el típico templo románico inmaculado. Las reformas realizadas en siglos posteriores han cambiado su aspecto por completo, así que un viajero con el ojo entrenado podrá distinguir fácilmente elementos románicos, del mudéjar, renacentistas e incluso barrocos.

En su interior hay un órgano del siglo XVII, una excelente pila bautismal de granito y dos retablos recientemente restaurados. Por cierto, hablando de restauraciones, a la iglesia se le ha hecho un mantenimiento completo en 2021.

Ayuntamiento

Al ladito de la iglesia está el Ayuntamiento de Adanero, ubicado en un excelente palacio del siglo XIX. Es uno de los mejores de la zona, en el cual brilla con luz propia una bonita torre del reloj que da la hora puntualmente desde que fue construida.

Plaza Mayor

Entre el Ayuntamiento y uno de los laterales de la Iglesia está la Plaza Mayor, uno de los puntos de reunión de los habitantes de Adanero. Aunque hoy el día el bar del pueblo no está en la plaza, sino en uno de los laterales, sigue siendo un sitio clave en la celebración de fiestas, verbenas y cualquier evento que se precie. Por ejemplo, cada noche del 5 de enero los Reyes Magos acuden a su cita en este lugar.

Palacio de los Condes de Adanero

En uno de los extremos del pueblo, aunque realmente a tres minutos caminando desde la Plaza Mayor, está el Palacio de los Condes de Adanero. Pertenece a manos privadas, así que olvidaos de visitar su interior, pero desde fuera podéis apreciar que se trata de la típica construcción nobiliaria castellana, en la que predominan ladrillo y cuarterones. Por supuesto, no falta una portada de piedra con un escudo tallado en su parte superior.

Frontón de Adanero

En la calle de al lado del palacio está un estupendo frontón del siglo XIX. Viene a poner en valor la gran afición que hay los pueblos castellanos por los juegos de pelota y raqueta, hasta el punto de que en las fiestas de Adanero es habitual que se organicen partidos de pelota vasca. Fuera de esa temporada, es habitual ver a los pocos jóvenes que quedan en el pueblo dándole a la raqueta.

Más allá de destellos individuales, en Adanero luce especialmente bonito el conjunto. En su trazado urbano encontraréis decenas y decenas de ejemplos de arquitectura popular castellana, incluyendo construcciones recientes que han sabido integrarse (con mejor o peor gusto, todo hay que decirlo) entre las casas con más solera.

Algunos lugares interesantes para disfrutar de esta arquitectura popular son la Calle Real (uno de nuestros espacios favoritos), la Plaza de la Constitución o la moderna Plaza El Castillo.

Lavajo de San Antón

Si vais hasta la Plaza el Castillo, bien haríais en seguir caminando hacia las afueras del pueblo. Así llegaréis hasta el Lavajo de San Antón, un paraíso en miniatura para los amantes del birding y la ornitología en general. Se trata de una pequeña laguna de aguas permanentes, en la cual veréis especies comunes como patos y ocas, pero también otras más difíciles de encontrar como el correlimos común o distintas variedades de andarríos.

Telégrafo óptico

Y, aun más en las afueras, hay una curiosidad que también merece ser mencionada. Nos referimos al Telégrafo Óptico, una torre utilizada en el siglo XIX como parte de la red de telégrafos española. Tras años de abandono, fue restaurada en 2005, aunque lamentablemente hoy en día ha sido saqueada (el cobre de su interior era muy goloso) y vuelve a estar en decadencia.

Ermita de Jesús Nazareno

También en las afueras, pero en la otra punta del pueblo, está la Ermita de Jesús Nazareno. Es un templo sencillo del siglo XVIII, en el que destacan su coqueto pórtico de acceso y su espadaña. Anexo al templo está el cementerio municipal.

Campos de cultivo

Decíamos que Adanero es una especie de pueblo castellano de manual, así que no queremos cerrar este artículo sin antes hacer referencia a los campos de cultivo de los alrededores. El casco urbano está literalmente rodeado por pequeños huertos, grandes plantaciones de cereal y enormes explotaciones ganaderas. Si queréis desconectar de la vida en la ciudad, nada como echar un fin de semana en un sitio como este y pasear por sus alrededores, sin más pretensión que disfrutar de la naturaleza y respirar aire puro. Os aseguramos que, sin lugar a dudas, volveréis a casa con las pilas bien cargadas.

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