Amamos Noruega, no lo podemos evitar. Es un país duro en ocasiones, pero que siempre ofrece experiencias intensas y llenas de posibilidades. Hoy os queremos enseñar algo que descubrimos en nuestro viaje al Cabo Norte: la original manera que han tenido de conservar las cabinas telefónicas en Noruega. Quedan muy poquitas, pero ahora sobreviven en el tiempo… ¡convertidas en bibliotecas en miniatura!
Crónica de una muerte anunciada
Corría el mes de junio de 2016 cuando ocurrió lo inevitable. En un país tecnológicamente puntero a más no poder y con el dinero en efectivo herido de muerte, en ese momento quedó fuera de servicio la última cabina de teléfono de Noruega.
Sin embargo, esta situación se había anticipado años antes. De hecho, en el año 2007 el gobierno noruego protegió algunos de los ejemplares más destacados mediante sus leyes de Patrimonio Cultural.
Pese a tener dinero en abundancia, los noruegos son muy responsables con sus gastos. Incluso en un momento de decadencia, lejos del pico de 6000 cabinas telefónicas que llegaron a existir en el país, se tenía claro que su mantenimiento era costoso y no tenía sentido. Por eso se hizo un análisis y se decidió proteger este elemento tan característico del siglo XX.
Aunque muchas cabinas se han mantenido tal cual, para otras Telenor (el equivalente a Telefónica de Noruega) tuvo un enfoque mucho más cultural. Así, varias de ellas se han convertido en bibliotecas en miniatura. Ojo, no penséis en ellas como un cuarto con un bibliotecario en miniatura, sino más bien como uno de esos espacios en los que ir a por un libro y dejar otro para el siguiente.
Más allá de su uso como elementos difusores de cultura, gracias a esta acción se consiguió reducir el vandalismo. Una cabina telefónica prácticamente invita a ser pintarrajeada, pero no hay un noruego en pie que se atreva a deteriorar una biblioteca.
100 cabinas repartidas por todo el país
Tras la puesta en marcha de un ambicioso programa de restauración y conservación, actualmente existen 100 cabinas de teléfonos repartidas por todo el territorio noruego. Como decimos, en ninguna de ellas podréis realizar una llamada (salvo que sea desde vuestro propio teléfono móvil, claro), pero aun así son la mar de adorables.
Nosotros hemos visto cabinas de este estilo por todas partes: cerca del Cabo Norte, en las Islas Lofoten, en la zona de los Fiordos… En todas vimos el mismo mensaje, procedente de Telenor. En él, tiran de la parte emocional y recuerdan lo importante que eran estos habitáculos para el día a día de la gente. En resumen, «pequeñas habitaciones para grandes ocasiones».
Quizá a los viajeros más jóvenes no les resulten elementos tan adorables, pero los que ya tenemos una edad y las hemos visto en funcionamiento… ¡morimos de la nostalgia!
