La Volkswagen T3 del rey Juan Carlos I: la curiosa historia de la furgo campechana

Hoy queremos enseñaros una de las historias furgoneteras más curiosas que hemos conocido hasta la fecha. Nos referimos a una serie de furgonetas Volkswagen T3 propiedad del rey Juan Carlos I: una de esas anécdotas de la España de antaño, en la que la purpurina de la monarquía se fundía con la caspa de un país al que todavía le quedaba mucho por modernizar. Siendo sinceros al 100%, no tenemos claro cuánto de realidad y cuánto de ficción hay en lo que os vamos a contar, así que nos vamos a encomendar a Gandalf. Como diría el mago, se trata de una buena historia, y como tal merece ser adornada y exagerada a partes iguales.

El vehículo oficial más singular de la Monarquía de España

No vamos a descubrir aquí que el reinado de Juan Carlos I está lleno de anécdotas bizarras de toda clase y condición: desde motoristas que aseguran habérselo encontrado haciendo pis en bares de carretera hasta mariachis que afirman haber sido contratados por su majestad para fiestas en las que no faltaba de nada, pasando por amoríos que dejan en nada a las novelas de 50 sombras.

Entre toda esa fantasía, hay una historia que brilla con luz propia para los amantes de las furgonetas y el mundo camper en general. Al parecer, el rey Juan Carlos I era orgulloso propietario de una Volkswagen T3, una de las furgos más míticas que existen. Si queréis saber más sobre ella, os remitimos a nuestro post contando la historia de la Volkswagen Transporter.

Como no podía ser de otro modo, Juan Carlos I no podía tener una furgo sin más. Al parecer, tenía tres T3 diferentes. Una la tenía en el Palacio de la Zarzuela y la utilizaba para moverse por el centro peninsular, otra la usaba para sus escapadas a la nieve por toda Europa y la tercera estaba en Mallorca, donde le servía para desplazarse por la isla en la que pasaba sus veranos.

Por lo visto, Juan Carlos I disfrutaba echando a la parienta (la reina Sofía) y a sus hijas (las infantas Elena y Cristina) a la furgo, para desplazarse por el país y acudir a actos oficiales. A veces incluso las utilizaba para recibir a grandes personalidades. Por ejemplo, en un recorte de prensa de 1987 se ve cómo se dio un garbeo con los Príncipes de Gales. Carlos y Lady Di tuvieron que flipar en colores.

Obviamente, esta movida no pasó desapercibida en la casa Volkswagen. De hecho, se conservan campañas publicitarias de la época en las que se hablaba de la furgoneta de Su Majestad El Rey.

Por supuesto, no eran precisamente los modelos de serie. Más allá de unos acabados de lujo (incluyendo addons hechos a medida, como el equipo de radioaficionado con el que Juan Carlos I alimentaba su leyenda), en el corazón de la furgo se montó un motor Porsche de 6 cilindros. La T3 de El Campechano tenía que rugir como una leona.

¿Dónde fueron a parar las tres furgos?

Como ya hemos dicho, en teoría Juan Carlos I no tenía una sino tres furgos. Esta historia la habíamos oído en la carretera a otros amantes de la vanlife, pero la encontramos desarrollada con todo lujo de detalles en este post del mítico foro FurgoVW.

Al parecer, las tres T3 sufrieron una suerte dispar:

  • Por un lado, una acabó en un desguace de Sevilla. Un forero se la encontró y, ante tal hallazgo, intentó comprarla por todos los medios. Según dice, el dueño del desguace no dio su brazo a torcer, así que hizo lo que hubiese hecho cualquier otro héroe español: asaltar el desguace durante semanas y llevarse con sus propias manos todas las piezas que pudo. Picaresca en estado puro.
  • Tenemos también una furgoneta que el rey Juan Carlos I regaló personalmente a Eduardo Roldán, director de la estación de esquí de Candanchú durante casi medio siglo. Al parecer la utilizó para moverse por allí durante mucho tiempo, pero a día de hoy el vehículo está en una colección privada de coches históricos afincada en Andalucía.
  • Para terminar, un girito que nadie espera. ¡Un forero de FurgoVW es propietario de la tercera furgo de Juan Carlos I! Rsoriah, que así es como se llama el afortunado, puede presumir de ser el dueño de una de las furgonetas más singulares de España.

El forero en cuestión no solo ha publicado un buen puñado de fotos del vehículo, tanto por dentro como por fuera. También certifica su hazaña con el contrato de compra-venta en el que Juan Carlos I le traspasó la furgo.

Otro forero, Wawita, asegura haber quedado con Rsoriah y haber probado la furgo. Al parecer, el cacharro suena igual que un Porsche Carrera.

Leyendo el hilo de arriba a abajo hay algunas dudas, pero son pequeñas sombras en las que no vamos a detenernos. A nosotros nos fascina esta historia, y por eso hemos querido compartirla con vosotros. Damos las gracias a todos los usuarios del foro que han aportado información sobre las míticas T3 de Juan Carlos I, ya que es una de las anécdotas furgoneteras más extrañas que hemos visto nunca.

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