The Making of Harry Potter es un lugar que todo potterhead debería visitar alguna vez en la vida. Ubicada a las afueras de Londres, se trata de una exposición permanente en los estudios de Warner Bros en los que se rodaron la mayor parte de las escenas de la saga. Escenarios, objetos y todo tipo de actividades interactivas esperan al viajero, que a cambio de un buen puñado de libras podrá sentirse parte del mundo mágico.
En este artículo os contamos cómo surgió The Making of Harry Potter, cómo fue nuestra experiencia haciendo la visita, cómo comprar las entradas (algo que no fue fácil) y cómo llegar hasta allí de la manera más rápida y barata posible.
Tabla de contenidos
Qué es The Making of Harry Potter
Londres es el destino número uno a nivel mundial para todo fan de Harry Potter que se precie. En las calles de la capital del Reino Unido se pueden visitar muchas localizaciones relacionadas con la saga, además de tiendas en las que surtirse bien de merchandising o simplemente recorrer algunos de los espacios que más influyeron en la vida de J. K. Rowling para concebir la saga. En el blog os hemos mostrado ya unos cuantos sitios, como por ejemplo el sinouso Goodwin’s Court.
Sin embargo, la joya de la corona se sitúa a unas 20 millas al norte de la gran ciudad. Allí, muy cerquita de Watford, está Warner Bros. Studio Tour London – The Making of Harry Potter. Se encuentra ubicada en los famosos Estudios de Leavesden, en un espacio en el que previamente se habían rodado películas del calibre de Sleepy Hollow, GoldenEye (una de las entregas más míticas de James Bond) o The Phantom Menace (el episodio I de Star Wars). En ese caldo de cultivo, durante más de una década, se grabaron las ocho películas de la saga Harry Potter.
Diez años dan para mucho, sobre todo en un producto de la profundidad de Harry Potter. Por eso, alguien en Warner Bros tuvo la genial idea de comprar los estudios y preparar una exposición permanente con la que deleitar a potterheads de todo el mundo. Así, el 31 de marzo de 2012 se inauguró por todo lo alto el recinto, en un evento al que acudieron algunos de los principales miembros del reparto.
Desde entonces, millones de personas han acudido hasta el lugar. El reclamo no es cosa menor: escenarios legendarios de la saga, miles de objetos, vídeos explicando cómo se hicieron algunos efectos, testimonios de actores y otros miembros del equipo, tiendas con el merchandising más inverosímil que podáis imaginar…
Con el paso del tiempo se ha convertido en una de los principales destinos turísticos de hecho. Cada día se agotan las 6000 entradas que salen a la venta (de hecho, hay que hacerse con los tickets con meses de antelación), lleva años siendo la atracción más valorada en TripAdvisor a nivel mundial y gracias a este proyecto se han generado más de 300 empleos directos en la zona. Las cifras asustan, desde luego.
En el siguiente apartado os vamos a contar cómo fue nuestra visita, pero antes queremos responder a una pregunta básica: ¿Merece la pena visitar The Making of Harry Potter? Sí, sin lugar a duda. Eso sí, hay muchas cosas a tener en cuenta, como que es caro de narices o que no tiene la mejor ubicación del mundo. Sin embargo, si os gusta Harry Potter o queréis sorprender a una persona a la que le guste la saga, no encontraréis un sitio así en todo el planeta.
Cómo es la visita
Nosotros hicimos la visita a The Making of Harry Potter en noviembre, tras haber comprado las entradas con tres meses de antelación. En una escapada a Londres de fin de semana tuvimos que reservar la mitad del sábado a esta actividad, ya que entre ir, volver y la propia visita se dedican por lo menos 6 horas. Y podría ser el día completo, pero nosotros solo encontramos tickets en horario de tarde.
Tras un viaje en tren desde la estación de Euston hasta la parada de Watford Junction, llegamos a una pequeña parada de autobús. Desde allí salen los shuttle bus que comunican esta parada de tren con los estudios, aunque realmente allí empieza la experiencia: un simpático vigilante con mascarilla de Hufflepuff nos dio indicaciones, el autobús estaba decorado con elementos de Harry Potter, durante el trayecto ponían un vídeo que ya te metía de lleno en la visita…
Al llegar a Warner Bros. Studio Tour London – The Making of Harry Potter, nos sentimos como si volviésemos a tener cinco años. Rápidamente canjeamos nuestras entradas y fuimos al inicio del tour.
Aunque la visita es por libre, la parte inicial tiene una pequeña performance que sirve para calentar motores. Primero te reciben, te enseñan cómo es el sitio y te llevan a una enorme sala de cine en la que proyectan un mini-documental sobre la saga.
Una vez termina, se abre la pantalla y justo detrás está la entrada a Hogwarts. Es entonces cuando comienza la magia de verdad, pues se abren las puertas y se entra al set de rodaje más mítico de todos: el Gran Comedor, un espacio presente en todas las películas de Harry Potter. El tiempo allí es limitado, pero más que suficiente para hacerse fotos y contemplar todos los detalles.
A partir de ahí, se trata de un recorrido que dura un mínimo de tres horas y media, repartido en tres tramos: uno primero de interiores, un espacio en el que se hace una pausa y se visitan algunos exteriores y un último segmento de interiores.
Por el camino se pueden ver sets como el Bosque Prohibido, el Andén 9 y 3/4 (visita al tren incluida), el monumental Banco de Gringotts o nuestro favorito, el Callejón Diagón. No esperéis escenarios de cartón piedra, pues todo lo contrario. De hecho, tiene un nivel de detalle y realismo que resulta abrumador.
Más allá de los sets, The Making of Harry Potter es una experiencia súper enriquecedora. Te guste o no la saga del mago, hay que reconocer su impacto en la cultura contemporánea y que fue un hito en el cine. Por eso, poder conocer todos los entresijos de la saga resulta fascinante: cómo hicieron los efectos especiales, maquillaje, vestimenta… ¡De todo!
Hay también un buen puñado de actividades interactivas al servicio del visitante. Por ejemplo, se pueden tomar clases de hechizos en las que podrás empuñar una varita, te enseñarán a levantar una escoba voladora o podrás sentirte de camino a Hogwarts sentado en uno de los asientos del mítico tren. Sin embargo, aquí van las dos únicas cosas negativas que podríamos decir: hay mucha cola y prácticamente todo está pensado para sacarte el dinero una y otra vez.
De hecho, lo único «gratis» que se puede hacer es recoger un bonito pasaporte al inicio de la visita e ir poniendo sellos en los principales sets de rodaje. En un contexto en el que todo es caro, se agradece que hayan puesto algo sin coste adicional.
Por cierto, durante todo el año hacen eventos. Por ejemplo, cuando nosotros fuimos estaban con la navidad, así que muchos sets estaban decorados con nieve por encima.
La visita termina, con cierto dolor de pies, rodeando una impresionante maqueta de Hogwarts. Fue utilizada para rodar diferentes planos de la saga, por lo que su nivel de realismo es impresionante.
Tiendas y restaurantes
La visita es larga, pero no se hace pesada en ningún momento. Además, existen diferentes puntos en los que hacer paraditas mientras os volvéis un poquito más pobres.
Así, durante todo el recorrido encontraréis diferentes tiendas en las que adquirir todo tipo de merchandising relacionado con Harry Potter. Hay algunos objetos exclusivos que solo se pueden comprar allí, pero en general el resto lo podéis encontrar en otras tiendas de Londres o directamente por internet.
También hay varios restaurantes. Al principio (o al final, según se mire) está el Frog Café, cuyo diseño se basa en las míticas ranas de chocolate de la saga. También podréis reponer pilas en el Hub Café (bajo la mirada de un dragón Ironbelly) o en The Food Hall, a mitad del tour. En los tres podréis comer, tomar un refresco o degustar la mítica cerveza de mantequilla (sin alcohol).
Entradas: cuánto cuestan, cómo comprarlas, antelación…
Comprar las entradas de The Making of Harry Potter no es ni sencillo ni barato. Primero, porque el proceso requiere mucha antelación (no esperéis encontrar nada con menos de dos meses de antelación). Y segundo, porque la información en internet es un poco confusa, ya que por un lado se pueden comprar los tickets y por otro paquetes de touroperadores que incluyen las entradas.
Lo mejor que podéis hacer es entrar en la web oficial y comprar allí vuestras entradas. Allí seleccionaréis el día y la franja horaria en la que entraréis a los estudios.
Si el viaje a Londres surge de improviso o si ya no quedan entradas en la web, podéis probar en las ofertas de los touroperadores. Eso sí, con la excusa de que solo te venden entrada + transporte hasta el sitio, el precio está tremendamente hinchado.
Si compráis las entradas en la web oficial, tienen un coste de unas 50 libras por persona. Eso sí, tienen ofertas para familias y grupos más numerosos. Por el contrario, si compráis las entradas a través de un touroperador, no esperéis que os cuesten menos de 100 libras (y la cantidad sube si la fecha es cercana. Que sí, que incluye el transporte, pero ir y volver desde el centro de Londres cuesta unas 20 libras.
Cómo llegar a The Making of Harry Potter
Para terminar este artículo, os vamos a contar cómo llegar hasta allí. Tenéis dos opciones: por tour organizado o yendo por libre.
Si vais en una excursión organizada, no tiene mucho misterio. Quedáis en el centro de Londres, os llevan, os tienen tres horas allí y os traen de vuelta. Más sencillo de gestionar, pero dos grandes inconvenientes: mucho más caro y tiempo limitado en los estudios.
Si vais por libre, es bastante sencillo. Básicamente hay que ir hasta la estación de Euston, desde donde salen trenes hasta la estación de Watford Junction (normalmente desde el andén 9). Hay trenes que van directos y tardan 20 minutos, y otros que van haciendo muchas paradas y el trayecto dura casi una hora. De un modo o de otro, la ida y la vuelta cuesta unas 20 libras por persona.
Cuando lleguéis a Watford Junction, tenéis que salir a la calle. Allí mismo, a mano izquierda, hay un aparcamiento con varias paradas de autobús. Allí se toma el shuttle bus que comunica la parada de tren con The Making of Harry Potter. El trayecto dura 20 minutos, cuesta 3 libras (ida y vuelta) y durante el viaje te ponen un vídeo en el que te cuentan cómo es la visita.