En Edimburgo llueve mucho. Lamentamos que os enteréis por nosotros, pero es un hecho. Bromas aparte, lo cierto es que el tiempo en la capital de Escocia no es el mejor: no solo porque llueve en cualquier época del año, que también, sino porque un día soleado puede tornar en diluvio en cuestión de minutos.
Por eso, si estáis de viaje en Edimburgo, obligatoriamente tenéis que tener siempre un plan B en caso de que una tormenta arruine vuestros planes. Para echaros una mano, aquí os dejamos doce cosas que hacer bajo techo, para que le saquéis el máximo partido a la ciudad incluso bajo un enorme aguacero.
Tabla de contenidos
12 planes para hacer en un día de lluvia en Edimburgo
Visitar el Castillo
Empezamos con uno de esos planes que deberíais hacer llueva, truene, haya niebla o un sol de justicia. El Castillo de Edimburgo, ubicado en la parte más alta de la Royal Mile, es una fortaleza visitada por más de un millón de viajeros al año.
Al ser enorme, puede ser el refugio perfecto durante unas cuantas horas. Y es que en su interior veréis absolutamente de todo: edificios como la Capilla de Santa Margarita, habitaciones del palacio, el Gran Salón, las prisiones, exposiciones en las que os contarán más sobre el castillo…
Aunque no es precisamente barato, ya que la entrada se va hasta las 15,50£, es una visita muy recomendable.
Catedral de St. Giles
A mitad de la Royal Mile encontraréis la Catedral de Edimburgo, consagrada a San Giles (el patrón de los leprosos). Lo primero que hay que decir es que eso de catedral no es así del todo, ya que la iglesia no tiene obispo. En cualquier caso, nada impide que sea una de las mejores opciones para disfrutar de la ciudad en un día de lluvia: es preciosa, muy diferente a las típicas iglesias de las grandes ciudades y encima el acceso es gratuito..
Aunque se construyó sobre un santuario del siglo IX, la mayor parte de lo que se visita es del siglo XV. Tras un terrible incendio (ocasionado por los ingleses) fue reconstruida en el estilo de la época, el gótico.
Holyrood Palace, nobleza al otro lado de la Royal Mile
Y ya al final de la Royal Mile, en la parte más baja, encontraréis el excelentísimo Palacio de Holyrood, la residencia de la Reina de Inglaterra en Escocia. Tras pasar por caja (16,5£ por persona) podréis recorrer este enorme palacio, en el que destaca por encima de cualquier cosa la riqueza que se exhibe en cada una de sus salas: retratos, muebles, armas, tapices, joyas… Imaginad cualquier objeto caro y lo encontraréis allí.
Es una visita bastante larga, ya que incluye también las ruinas de la Abadía de Holyrood o espacios como la Great Gallery, con los alrededor de 100 retratos de los miembros de la Casa Windsor.
Ir de museos
Un clásico de cualquier gran ciudad para un día de lluvia: darle caña a sus museos. En este caso, podríamos hacer varios artículos hablando del tema, pues Edimburgo es potencia mundial en la materia. Para no extendernos demasiado, os vamos a enseñar nuestros cinco museos favoritos:
- National Portrait Gallery: la entrada es gratuita, eso para empezar. En su interior no solo podréis disfrutar de innumerables retratos de personalidades influyentes en la Historia de Escocia, sino también de una arquitectura de muy alta factura. El hall es súper bonito, de nuestras zonas favoritas de Escocia. Si vais en navidad id allí, pues montan un árbol precioso.
- The Writer’s Museum: aunque no es demasiado grande, en este museo de la Old Town podrás aprender mucho sobre tres escritores a los que los escoceses les tienen muchísimo cariño. Nos referimos a Robert Burns, Walter Scott y Robert Louis Stevenson, de quienes podrás aprender mucho más sobre su vida y obra. Tienen exposiciones temporales sobre otros grandes escritores, así que cada visita será diferente en función de cuando la hagáis. Es gratis, por cierto.
- National Museum of Scotland: otro museo que es gratis. No os podéis quejar, que os estamos dando muchos planes para que no llueva sobre vuestras cabezas ni dentro de vuestros bolsillos. Aquí podrás aprenderlo todo sobre Escocia, con una serie de exposiciones modernas y dedicadas a temas como la naturaleza, el arte o la tecnología. Merece la pena que vayáis hasta la séptima planta, donde os esperan unas vistas espectaculares en su famosa Rooftop Terrace. Es uno de los pocos miradores gratuitos que hay en Edimburgo hacia la Old Town.
- Camera Obscura: tras tres museos que son apuesta segura, vamos a enseñaros dos que son un poco más de nicho. El primero, tras soltar las 17,5£ de rigor, os permitirá disfrutar de un montón de ilusiones y efectos ópticos, así como de una de las mejores vistas de toda la ciudad.
- Surgeon’s Hall Museum: el segundo está dedicado a la investigación médica, algo que no sorprenderá ya que en Edimburgo se han desarrollado buena parte de las técnicas quirúrgicas modernas. Cuesta 8£ por persona y en su interior podréis ver artefactos relacionados con el tema, paneles explicativos… y trozos de personas.
Pasar miedo entre los fantasmas de Gilmerton Cove
A las afueras de Edimburgo, bajo el tranquilo barrio de Gilmerton, se esconde uno de los mayores misterios de la ciudad. Hablamos de un impresionante conjunto de cámaras y pasillos subterráneos, cuyo origen es una auténtica incógnita. No es la atracción turística más conocida de la capital de Escocia, pero lo cierto es que se puede visitar y conocer así las entrañas de la urbe.
Las visitas, siempre guiadas por un experto, tienen un coste de 7,5£ por persona. Allí podréis ver una auténtica ciudad bajo tierra, con camas, mesas, forja e incluso un pozo… ¡todo ello tallado en la piedra!
Estadio Murrayfield: entre el rugby, el fútbol y la música
Y si os gustan los deportes, no podéis perderos la visita al legendario Estadio Murrayfield. Ubicado en el oeste de la ciudad, es uno de los símbolos a nivel mundial del mundo del rugby, pues es la sede en la que la mítica selección escocesa disputa sus partidos. También ha sido sede de los partidos en competiciones internacionales del Heart of Midlothian (uno de los equipos de fútbol de la ciudad), así como el espacio en el que se han celebrado conciertos de grupos tan míticos como U2 o los Red Hot Chili Peppers.
La visita guiada os llevará por los espacios más destacados del campo, conociendo infinidad de historias asociadas a este templo del deporte mundial.
Refugiarse ante una enorme taza de café
Si lo que queréis es refugiaros del frío y la lluvia pero tenerlos siempre a la vista, nada como buscar cobijo en una de las muchísimas cafeterías de Edimburgo. El tema da para largo, la verdad.
Por un lado, tenéis decenas de cafeterías chiquititas y súper cuidadas, de esas en las que solo con ver el escaparate ya sabes que la atmósfera será súper acogedora y el café delicioso.
Sin embargo, si sabéis dónde buscar encontraréis grandes cosas incluso en cadenas como Costa Café. Por ejemplo, en el establecimiento que tienen en Princes Street tienen una planta alta con vistas al castillo desde la que disfrutar de la merienda mientras se ve a la gente pasar por la calle. En esa misma calle tenéis también la cafetería de la librería Waterstone, algo más acogedora.
Por supuesto, no podéis perderos The Elephant House, la cafetería en la que J. K. Rowling escribió buena parte de las novelas de Harry Potter.
Tomarse una cantidad indeterminada de pintas en los mejores pubs
Si el día no está para café sino para disfrutar de una buena cerveza y comida de esa que llena el estómago, los pubs de la ciudad son vuestro lugar. Aunque en España asociamos ese tipo de establecimientos a comida grasienta y cerveza sin parar, en Escocia el concepto va más allá. Por un lado, podréis disfrutar de la excelente cerveza de esas tierras, que bien merece la pena. Por otro, la comida es contundente, sí, pero podéis encontrar cosas deliciosas a buen precio.
Sin embargo, lo realmente interesante es que los 365 días del año, prácticamente a todas horas, encontraréis algún pub con música en directo. En él podréis gozarlo con bandas emergentes o simplemente con héroes de los acordes que se ganan la vida haciendo versiones de los temas más míticos que podáis imaginar.
Visitar destilerías y hacer una cata de whisky
Pero no solo de cerveza vive la ciudad. De hecho, si hay una bebida asociada a Escocia esa es el whisky. Ya que estáis en la capital… ¿por qué no visitar alguna de sus destilerías? Tenéis experiencias para todos los gustos: desde las típicas ultra-mega conocidas como The Scotch Whisky Experience (en plena Royal Mile) hasta otras más auténticas como la North British Destillery Company. Si lo que queréis es hacer una cata y poder adquirir algunos productos, una buena opción puede ser la genuina Holyrood Distillery, que abrió al público en 2019 y es una de las que más fama tienen en este momento.
Entre tiendas, charities y mercados cubiertos
Otro clásico para los días de lluvia en las grandes ciudades europeas: dejarse llevar por eso que los modernos llaman el shopping. Ir de tiendas en un sitio como Edimburgo es fascinante, pues encontraréis opciones para cualquier tipo de público.
Por poneros algunos ejemplos, un buen punto de partida puede ser la Victoria Street, una calle que os recordará bastante al Callejón Diagón de Harry Potter. Precisamente, en sus establecimientos encontraréis productos frikis para todos los gustos, con especial presencia del mago (que tiene incluso tiendas dedicadas a la saga en exclusiva).
Si buscáis algo más auténtico, Broughton Street es vuestro destino. Allí encontraréis tiendas fuera de lo normal, destacando especialmente la adorable Curiouser & Curiouser.
En cambio, si buscáis algo más mainstream y simplemente vaciar vuestros bolsillos en las grandes marcas de ropa, Princes Street puede ser vuestra aliada. Merece la pena mencionar el enorme Primark que encontraréis allí.
A nivel de mercados, tenéis uno que abre a diario y que es cubierto. Nos referimos al Royal Mile Market, que dentro de la Tron Kirk (un templo en la calle más mítica de la ciudad) ofrece un mercadillo con productos de artesanía y obra de artistas locales.
Para terminar, no olvidéis darle una oportunidad a las charities. En estos comercios con espíritu social es posible encontrar buenos precios, si se sabe cómo buscar. Una buena zona para hincarle el diente a este tipo de tiendas es el barrio de Stockbridge, donde son especialmente numerosas.
Mary King’s Close
Edimburgo es uno de esos sitios que por mucho que brillen no pueden tapar su otra cara, mucho más oscura y siniestra. En caso de que queráis conocer historias de asesinatos, de enfermedades y de pobreza, el Mary King’s Close es justo lo que necesitáis. Un horrible callejón lleno de fantasmas y propicio para los crímenes que fue puesto en valor en el año 2003, siendo desde entonces uno de los lugares más visitados de la ciudad. El acceso tiene un coste de 16,5£ y lo único que podemos prometeros es que no os dejará indiferentes. Eso sí, absteneos si no os gustan las historias de terror o si os agobian los espacios cerrados.
Ir al cine
Por último, nada como refugiarse en el cine y disfrutar de una buena película. Eso sí, no lo hagáis de cualquier manera: si optáis por este plan, sin duda lo mejor que podéis hacer es ir al Cameo Cinema. El lugar, uno de los templos del cine en las islas británicas, es visita obligada para cualquier amante del séptimo arte que se precie.
Extra 1: hacer alguna excursión
Si todo esto no os ha parecido suficiente, aquí va un consejo: mirad el tiempo. Primero, porque es muy cambiante y lo mismo en quince minutos sale el sol. Y segundo, porque es muy diverso: puede que en Edimburgo esté diluviando, pero a 30 kilómetros esté saliendo el sol.
Teniendo en cuenta la cantidad de excursiones para hacer en un día que tenéis cerca, quedarse mirando al techo en el hotel no es una opción. Podéis ir a ver los enormes caballos de The Kelpies, recorrer el precioso casco histórico de Stirling o simplemente echarle valor y desplazaros hasta Glasgow.
Extra 2: mojarse
Sin querer ofender a nadie, un poco de lluvia no suele matar a nadie. En Escocia llueve, así que salvo excepciones (a veces hay tormentas muy muy incómodas), unas gotas de agua se pueden superar con ropa impermeable y un buen paraguas. Ir combinando visitas de interior como las que os hemos enseñado en este artículo y otras de exterior os permitirán disfrutar de un día increíble pese a la lluvia. Disfrutad, que Edimburgo es una pasada. 🙂