Una ciudad tan grande como Londres está necesariamente llena de pequeños rincones por descubrir. Es el caso de Goodwin’s Court, un estrecho y oscuro callejón en el corazón de The Covent Garden. Durante varios siglos fue un lugar tranquilo, en el que los peatones transitaban junto a sus grandes escaparates sin que pasasen grandes cosas. No obstante, a comienzos del siglo XXI pasó a ser uno de los sitios más visitados de esta zona de Londres. ¿El motivo? Que los fans de Harry Potter lo identifican con uno de los lugares más emblemáticos de la saga: Diagon Alley (el Callejón Diagon de toda la vida). Sin embargo, el sitio va más allá y bien podría haber servido de inspiración para autores como Dickens o Conan Doyle.
En este artículo os contamos cómo encontrar este lugar, su historia y qué podéis esperar de él.
Un pequeño rincón de The Convent Garden del que no has oído hablar
Goodwin’s Court es un pequeño callejón del centro de Londres. Está en The Convent Garden, a pocos pasos de la estación de metro de Leicester Square. En concreto, el callejón comunica St. Martin’s Lane con Bedfordbury.
Según una placa instalada en Goodwin’s Court, su origen se remonta al menos hasta el año 1690, cuando aparece por primera vez en la documentación de la época. Reemplazó al Fishers Alley, se supone que a partir de la construcción de las adorables casas de época georgiana que hoy en día conforman el propio callejón.
Si estás por la zona, este callejón pasa totalmente desapercibido. Al contrario de las ajetreadas y coloridas avenidas que lo rodean, este es un sitio estrecho y tirando a oscuro. Precisamente ahí reside su encanto, ya que tiene un aire a medio camino entre lo misterioso y lo decadente que le hace muy distinto al bullicio propio de The Covent Garden.
Durante años fue un sitio no solo alejado de los circuitos turísticos convencionales, sino también de los intereses de la mayor parte de los londinenses. Era un lugar de paso que solo conocían los habituales de la zona, en el cual estaban establecidos pequeños y humildes comienzos.
¿Qué ocurrió para que de repente sea uno de esos lugares que nunca faltan en las listas de lugares sorprendentes de Londres que circulan hoy en día? Fue magia, literalmente. Y es que esta calle ha sido señalada por los fans de Harry Potter (nunca por J. K. Rowling, que suele ser misteriosa al respecto) como uno de los grandes lugares de inspiración para la concepción del mundo mágico.
En concreto, se dice que es uno de los sitios que sirvió para crear Diagon Alley (el Callejón Diagon en español). No obstante, a nosotros nos pareció más Knockturn Alley, la versión tenebrosa y degrada del primero. En cualquier caso, no hay duda de que podría ser uno de los sitios en los que Rowling se inspirase.
De hecho, las cristaleras de sus tiendas fueron literalmente reproducidas para Ollivanders. Las malas lenguas dicen que no se llegó a grabar aquí por las estrecheces del callejón, pero podéis ver la réplica de Goodwin’s Court en The Making of Harry Potter (los estudios que hay a las afueras de Londres) o directamente en las películas.
J. K. Rowling sí, pero también Dickens o Conan Doyle
Agradecemos que este lugar se haya puesto de moda gracias a Harry Potter, ya que es todo lo que esperábamos de Londres: un lugar sinuoso, evocador y ciertamente gris, en el que la imaginación se dispara. De hecho, la visita no solo nos transportó a los libros de J. K. Rowling, sino que también llevó nuestras mentes a las novelas victorianas de Charles Dickens. Incluso a los misterios de Sherlock Holmes, pues sin duda Arthur Conan Doyle tenía en mente lugares así.
Por eso mismo os recomendamos la visita, incluso si no sabéis nada sobre Harry Potter y el resto de personajes de la saga. Goodwin’s Court es un sitio realmente inspirador, que está bien ubicado y que se visita en un periquete. ¿Hacen falta más motivos para dejarse caer por allí?