Foz do Douro, el increíble paseo marítimo de Oporto

Oporto tiene un tamaño perfecto para un viaje de fin de semana, pero este a su vez puede tener muchos enfoques. Podéis centraros a tope en el centro y exprimirlo al máximo, pero también moveros por los alrededores y conocer su periferia. Si optáis por esta segunda opción, una idea a considerar es la excursión a Foz do Douro, el distrito abierto al océano Atlántico. Se encuentra a escasa media hora en tranvía y os permitirá recorrer un paseo marítimo lleno de posibilidades.

Oporto también tiene playa

El río Duero está muy bien, no decimos que no, pero sería una pena tener el Atlántico tan a mano y no pasarse a contemplarlo. Ese fue el pensamiento que nos hizo llevar a cabo esta excursión, la más cercana a Oporto (sin considerar Vila Nova de Gaia, claro).

Foz do Douro técnicamente pertenece a Oporto. Sin embargo, en la práctica parece un sitio totalmente distinto. El ambiente cosmopolita y romántico portuense deja paso aquí al típico paseo marítimo que cabría esperarse de una localidad costera: playas, puestecitos de artesanía, un montón de restaurantes en los que tomar algo frente al mar…

La excursión a Foz do Douro puede llevar una mañana o una tarde entera. Básicamente consiste en desplazarse hasta allí y caminar tanto como os apetezca, siempre teniendo en cuenta que el recorrido circular no es posible. Dicho de otro modo: todo lo que caminéis tendréis que desandarlo posteriormente (o tomar un Uber, en caso de que estéis vagos).

Turismo en Foz do Douro

Tranvía histórico

Llegar hasta Foz do Douro ya es una experiencia en sí misma, ya que tendréis que tomar el adorable tranvía histórico: la línea más emblemática del transporte público de Oporto. Corresponde con la Línea 1, sale a los pies de la Iglesia de San Francisco (contigua al Palacio de la Bolsa) y cubrirá los 5 kilómetros que hay entre Oporto y Foz en apenas 20 o 25 minutos. Tiene un coste de 7€ ida y vuelta y os aseguramos que la experiencia no podría ser más fascinante.

Farol de São Miguel-o-Anjo y Marégrafo

El tranvía os dejará junto al Farol de São Miguel-o-Anjo, el más antiguo en pie de todo Portugal. Su vieja torre de granito data del año 1527, todo un logro. Junto a él está el Marégrafo, un medidor de mareas que también tiene muchos años de antigüedad.

Jardim do Passeo Alegre

A pocos pasos os espera el precioso Jardim do Passeo Alegre, uno de los lugares que más nos gustaron de Foz do Douro. Bajo sus árboles encontraréis cada domingo un pequeño mercado de artesanía, en el cual productores y artesanos locales ofrecen sus artículos al mejor precio. También hay un campo de minigolf en medio del parque.

Farolim de Felgueiras

Un poquito más adelante está el Farolim de Felgueiras, otro pequeño faro. Pensad que es una costa muy compleja, con muchas rocas, corrientes y frecuentes tormentas, por lo que toda ayuda para los barcos es poca.

Fortaleza de São João da Foz

Tened también en cuenta la importancia de proteger la desembocadura del río Duero desde tiempos inmemoriales. Por ello, no faltan las estructuras militares a lo largo de la costa frente a Foz do Douro. El primer ejemplo notable que veréis es la Fortaleza de São João da Foz, construida a mediados del siglo XVII.

Praia do Carneiro

Por suerte, los tiempos han cambiado y hoy en día se le da bastante más usos a las playas de Foz do Douro que a sus fortalezas. Una de las de mayor entidad es la Praia do Carneiro, muy concurrida en verano. Eso sí, en invierno es frecuente verla llena de palos y otros restos vegetales transportados por el río, ya que está al ladito de la desembocadura.

Praia dos Ingleses

Un poquito más al norte está la Praia dos Ingleses, cuyo nombre vuelve a hablar de la presencia de británicos en la zona.

Paseo Geológico

Aprovechando su patrimonio natural, en Foz do Douro se ha establecido un Paseo Geológico. En él, a través de diversos puntos de observación y paneles informativos, podréis aprender mucho más sobre las formación geológicas del entorno.

Y como no hay conocimiento sin reposo, en mitad del paseo paramos en el tranquilo chiringuito Praia da Luz, donde nos tomamos un té y un café a media mañana, disfrutando al máximo de la brisa marina.

Praia de Gondárem

De vuelta a las playas, la siguiente que vimos fue la Praia de Gondárem. También es perfecta para refrescarse o simplemente para caminar por su arena.

Pérgola

Uno de los elementos más representativos del paseo marítimo de Foz do Douro es su Pérgola neoclásica. Fue instalada en 1930 y os hará sentir que, en efecto, estáis en una de las playas más elegantes del norte de Portugal.

Molhe de Carreiros y Praia de Molhe

Junto a la Pérgola está Molhe de Carreiros, un pequeño mirador que se adentra en el agua y que os permitirá disfrutar tanto del mar como de una bonita panorámica del propio paseo. Tened cuidado incluso en días de buen tiempo, pues su suelo es súper resbaladizo.

Como su nombre indica, está al ladito de la Praia de Molhe, una de las más destacadas de Foz do Douro.

Praia do Homem do Leme

A continuación se encuentra la Praia do Homem do Leme. Más que la propia playa en sí, que en este caso es de piedras, lo interesante es su estupenda red de pasarelas de madera, que os permitirá transitar por ella y disfrutar a tope del paisaje.

En un rinconcito de esa playa está el Bar Praia do Aquário, un estupendo restaurante en el que comimos unos perritos calientes (llamados cachorros en la zona de Oporto), croquetas de bacalao y aritos de cebolla a un precio más que razonable. Por supuesto, todo fue regado con la correspondiente pinta de Super Bock, la cerveza portuguesa por antonomasia.

Fortaleza de São Francisco Xavier do Queijo

Si camináis cinco o diez minutos más, llegaréis hasta la Fortaleza de São Francisco Xavier do Queijo. El acceso cuesta 50 céntimos por persona, una cantidad escasa a cambio de visitar un edificio interesantísimo y con unas vistas excepcionales. En su interior hay un pequeño museo de objetos militares, un bar y una tienda de artesanía.

En cualquier caso, lo mejor de la fortaleza es subir a su planta superior y disfrutar de las vistas. Absolutamente imprescindible.

Praia de Matosinhos

Más adelante os espera la enorme Praia de Matosinhos: amplia, con arena fina y perfecta para hacer surf. Justo va a dar a la desembocadura del río Leça, siendo en nuestra opinión el punto perfecto para darse la vuelta y deshacer el camino andado.

¿Qué te ha parecido?
+1
0
+1
0
+1
0
+1
0
+1
0
+1
0

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *