El Señorío de Bertiz: rutas de senderismo por el pequeño Parque Natural del Valle de Baztán

El Valle de Baztán es un lugar tan completo que incluso alberga un pequeño espacio protegido. Nos referimos al Parque Natural del Señorío de Bertiz, cuyas 2000 hectáreas atesoran uno de los paisajes más ricos y diversos de toda Navarra. En este post os contamos qué podéis esperar de este paraíso en miniatura y cómo fue nuestra experiencia haciendo una ruta de senderismo de un par de horitas por su interior.

Un hayedo gourmet y lleno de sorpresas

Lo que hoy es Parque Natural ha llegado hasta nuestros días en estas condiciones debido a que los terrenos fueron propiedad de la misma familia (los Bertiz) desde el siglo XIV. Poco a poco fue cambiando de manos hasta que en 1949 sus dueños lo donaron a Navarra, a cambio de que fuese conservado y convertido en un espacio protegido.

Las autoridades aceptaron el encargo y desde entonces se esfuerzan para conservar este interesante bosque atlántico autóctono, en el que las hayas son protagonistas pero comparten cartel con robles y alisedas. Es uno de los espacios más vírgenes de Navarra, lo que permite que en él vivan diferentes mamíferos: no es raro ver corzos o ciervos, aunque lamentablemente tampoco es infrecuente escuchar los disparos de repugnantes cazadores. Hablamos también del único espacio natural de toda la Península Ibérica en el que viven simultáneamente las siete especies de pájaros carpinteros que habitan en ella.

Aunque la mayor parte de las 2000 hectáreas del parque son puro bosque, las zonas que eran propiedad de los Bertiz y sus sucesores están muy transformadas. Existen diferentes edificios que ahora son utilizados para el disfrute del visitante, como un Centro de Interpretación de la Naturaleza o una Cochera. También hay un Jardín Histórico, el cual permite conocer (previo pago) especies tan exóticas como los gingkos chinos o las secuoyas de California.

Senderismo en Bertiz: ojito con las distancias

El Señorío de Bertiz es estupendo para estirar las piernas y hacer algo de senderismo. Existen casi tantas opciones como viajeros: desde un sencillo paseo de domingo hasta una larga ruta por el corazón del parque, pasando por la visita al interesantísimo Jardín Histórico.

Tenéis que tener en cuenta varias cosas de cara a preparar la visita:

  • Hay un enorme aparcamiento gratuito a la entrada del parque, pero lo normal es encontrárselo lleno los fines de semana. O madrugáis o tendréis que dejar el coche de manera creativa en las calles de Bértiz-Arana.
  • No hay cobertura en ningún punto del parque, por lo que si queréis cargar la ruta en el GPS o buscar información tendréis que hacerlo en el aparcamiento. A partir de ahí, olvidaos.
  • En la información oficial del Parque Natural se ofrecen diferentes rutas, pero las distancias están calculadas de una manera que no hemos visto en ningún otro sitio y que llevan a equívocos. Por ejemplo, nosotros hicimos la Ruta del Suspiro: se suponía que eran 5 kilómetros, pero solo calcula desde el aparcamiento hasta un determinado tramo. El trozo de regreso eran 4 kilómetros, así que acabamos haciendo casi el doble de lo que teníamos previsto.

Existen siete rutas oficiales, repartidas por colores. La más cortita tiene una distancia de 1,5 kilómetros, los cuales se recorren en apenas media horita. Por el contrario, la más larga es de 11 kilómetros (solo ida), con un desnivel de más de 650 metros. ¡Solo para gente habitual del campito!

Nuestra experiencia en la Ruta del Suspiro

Nosotros hicimos la visita al Parque Natural del Señorío de Bertiz en el marco de un ajetreado viaje por el Valle de Baztán, por lo que optamos por una opción intermedia. En este caso, por la Ruta del Suspiro. Va por la pista forestal del mismo nombre y luego retrocede hasta el aparcamiento por un tramito de la ruta Aizkolegi, en un recorrido que se quedó en casi 10 kilómetros.

Llegamos prontito al aparcamiento (a eso de las 8:00) y ya había más de un coche. Primero curioseamos un poquito por los edificios del señorío y junto al Jardín Histórico, pero la verdad es que íbamos con la intención de ir al monte y no nos entretuvimos demasiado.

El tramo inicial básicamente consiste en ir por una pista asfaltada, junto a la cual vimos varias estructuras relacionadas con el aprovechamiento del bosque (como la antigua Casa Zavala o unas cuantas carboneras). En seguida empezamos a escuchar el asqueroso sonido de los disparos de los cazadores, que al parecer operan en el parque y sus alrededores. Lamentablemente no dejamos de oírles durante toda la ruta.

En un momento dado vimos un desvío a mano izquierda, el cual se adentraba en el bosque por un camino de tierra. Aquí es donde empieza la pista forestal del Suspiro, lo que vendría a ser la ruta en así.

La mayor parte del desnivel se concentra a partir de este desvío, con un montón de cuestas pronunciadas. No es nada difícil de superar, pero tenemos que reconocer que se hizo un pelín más duro de lo esperado.

Aunque la ruta está señalizada en todo momento y vimos unos cuantos paneles informativos, no esperéis gran cosa en ese sentido. Sin embargo, ni falta que hace: es un bosque precioso y por sí mismo merece la visita.

Fuimos en busca de paisajes otoñales y la verdad es que los encontramos, pese a venir de un verano inusualmente seco y que tenía el bosque en unas condiciones anómalas. En cualquier caso, las mejores fotos de este viaje salieron de la rutita por el Señorío de Bértiz.

Hay que decir que es un buen paseo para hacer con perro, ya que de vez en cuando vimos diferentes arroyos en los que pudo bajar a beber y refrescarse. ¡Se lo pasó súper bien!

Al final de la pista del Suspiro, la ruta conecta con el camino de regreso de la ruta Aizkolegi. Conocida como «camino de la paja», ya que era un lugar por el que se permitía transitar a los vecinos con sus carros de paja para el ganado, hoy en día es una pista asfaltada, cuesta abajo y que no tiene ninguna complicación.

Tras unas dos horas y media llegamos al aparcamiento, que para entonces estaba abarrotadísimo. Nosotros nos fuimos encantados de la vida y a seguir explorando el Valle de Baztán, que todavía nos quedaba mucho que hacer por allí.

Ficha técnica: cómo llegar, distancia y otros datos

📍 Punto de inicio: el aparcamiento del Señorío de Bertiz, no tiene pérdida. Eso si, hay que madrugar: si vais en fin de semana, a partir de las 10 o las 11 os costará encontrar sitio. Avisados quedáis.

📏 Distancia / desnivel: nuestra ruta venía marcada como 5,5 kilómetros, pero finalmente fue de 9,5 kilómetros. Tenéis opciones más largas y más cortas. El desnivel fue de 225 metros.

💪 Dificultad: ruta fácil y sencilla, aunque con algo de desnivel. La principal dificultad la pone el propio lugar, que publicita las rutas con una distancia muy mal explicada. A nosotros nos dio igual porque estamos habituados a ir al campo, pero que una ruta de casi 10 kilómetros se venda como de la mitad nos parece una faena.

⏲️ Duración: estuvimos dos horas y media, pero lo cierto es que el Señorío de Bertiz da para un día completo. Incluso tenéis merenderos justo en la entrada, por lo que no se nos ocurre un sitio mejor que ese para hacer un buen picnic.

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