Pese a que está bastante metido en el interior, el Monument Valley es uno de los grandes iconos de los viajes por la costa oeste de Estados Unidos. Al fin y al cabo, sus paisajes no solo son absolutamente increíbles, sino que además son súper reconocibles gracias a que han sido escenario de rodaje de infinitas películas y series de la industria hollywoodiense. Nosotros tuvimos la suerte de poder visitarlo, por lo que hoy os traemos una completa guía para recorrer el popular Valle de los Monumentos.
Tabla de contenidos
El plató de rodaje del Lejano Oeste
Monument Valley es una depresión ubicada en la frontera entre Utah y Arizona. Es conocida fundamentalmente por sus formaciones rocosas y por su suelo de color rojo, además de por los caminos de tierra que transitan a lo largo de todo su terreno.
Vayamos ahora a reflexionar sobre las mal llamadas películas de indios y vaqueros, las cuales forman parte de la memoria colectiva de cualquier persona nacida a partir de 1930. En ellas se mostraba la dureza de la vida en el Far West: forajidos, persecuciones a caballo, bancos que siempre eran saqueados, terribles pistoleros que donde ponían el ojo ponían la bala, cantinas mal avenidas en las que podía suceder cualquier cosa… Ya sabéis de lo que estamos hablando.
Pues bien, en ese tipo de películas siempre hubo un nexo de unión: la utilización de Monument Valley como lugar de rodaje. Sus paisajes siempre fueron la referencia absoluta para un escenario de western, gracias a esos tonos rojizos y a sus increíbles mesas de piedra. Con John Wayne como cara más reconocible y John Ford como principal director, películas como La Diligencia, Fort Apache o La Conquista del Oeste nos han hecho viajar a todos por estos parajes.
El fenómeno ha influido tanto en la cultura pop americana que incluso producciones que nada tienen que ver con el Lejano Oeste han pasado por aquí. ¿Quién no recuerda las secuencias de Regreso al Futuro III o Forest Gump en estas tierras? Incluso Monument Valley es el plató principal de una de las escenas más reconocibles de Transformers 4.
Vamos, que no hay viaje por la costa oeste de EEUU que no incluya una paradita en este valle, el cual se encuentra en el interior de una reserva de nativos navajos (los cuales se encargan de monetizarlo hasta la extenuación).
Información práctica
¿Dónde está y cómo llegar a Monument Valley?
Como ya hemos dicho, Monument Valley se encuentra justo en los límites entre Utah y Arizona. Para llegar hasta allí, vengáis desde dónde vengáis, tendréis que pasar por la legendaria carretera 163. En un momento dado veréis el desvío hacia el Valle de los Monumentos, que tiene una única carretera de entrada y salida para el gran público.
¿Cuánto cuesta entrar a Monument Valley?
La entrada de un día cuesta 8$ por persona. Tendréis que pagar pase lo que pase, ya que el acceso no está incluido en el Annual Pass (al fin y al cabo, el Monument Valley no es un Parque Nacional). Pensad que dentro querrán sacaros el dinero por absolutamente todo, pero en teoría con 8$ es suficiente para poder visitar el lugar.
¡Cuidado con el horario!
Aunque el Monument Valley está técnicamente en Arizona, por algún motivo han decidido que utilice la franja horaria de Utah. ¿Qué significa eso? Que en verano tendríais que sumarle una hora más a vuestro reloj en caso de que estéis yendo desde Grand Canyon o desde Antelope Canyon. Por el contrario, si vais desde Moab la hora siempre será la misma.
Qué ver en Monument Valley
Alrededores: exprimiendo la gallina de los huevos de oro
Lo primero que tenemos que decir es que la visita a Monument Valley empieza mucho antes de llegar. Desde muchos kilómetros antes veréis todo tipo de trading posts o tiendas de souvenirs, todas ellas tematizadas a tope con el tema del Lejano Oeste. También merece una mención el Forest Gump Hill, un punto kilométrico concreto de la carretera 163 que se ha hecho popular gracias a la magnífica película del pésimo actor Tom Hanks.
Centro de visitantes
Una vez paséis por la garita de control y abonéis los correspondientes 8$ por persona, conduciréis por una carretera hasta llegar a un enorme aparcamiento. Allí podréis visitar el centro de visitantes de Monument Valley, el cual incluye cualquier cosa excepto un lugar en el que obtener información de calidad. Este Tribal Park está hecho por y para ganar dinero, así que no pierden el tiempo con folletitos turísticos ni nada que se le parezca.
Por el contrario, en el centro de visitantes podréis contratar excursiones, pagar arte navajo a un precio desorbitado en su tienda o comer algo. Esto último, sorprendentemente, puede hacerse a un coste más que razonable.
Por último, en el centro de visitantes hay un primer mirador hacia el Monument Valley. No hay mejor aperitivo posible antes de hincarle el diente a este espacio único.
Formaciones rocosas y miradores imprescindibles
Lo más habitual es dedicarle media jornada a la visita a Monument Valley. Ese tiempo deberíais repartirlo entre el susodicho centro de visitantes y recorrer los casi 30 kilómetros de carretera que transitan entre los principales monumentos naturales y miradores hacia el valle. Existen formaciones súper reconocibles al gran público, tales como Merrick Butte, Three Sisters o Camel Butte.
Por el camino también podréis parar en lugares específicos, como el John Ford Point. En él hay una tienda de souvenirs, una cafetería y un mirador para haceros la foto de vuestra vida.
Podréis también visitar chozas de los nativos navajos, en las cuales os contarán diferentes cosas sobre su cultura. Por ejemplo, nosotros estuvimos en una en la que vendían alfombras y mantas, previa demostración de cómo las elaboran.
¿Monument Valley por libre o con visita guiada?
Aquí viene el gran debate. ¿Es mejor hacer Monument Valley por libre o contratando una visita guiada? Cada opción tiene sus pros y sus contras.
Monument Valley a vuestro aire
En nuestra opinión, esta es la mejor opción. Es barato (solo tendréis que pagar los 8$ por persona), iréis a vuestro aire y no tendréis que pasar por las típicas turistadas que siempre se cuelan en las visitas organizadas. Eso sí, con esto hay dos problemas:
- La carretera de tierra está en un estado tirando a regulero. Si vais con un coche chiquitito quizá no podáis hacer el recorrido en condiciones.
- En días de lluvia, el acceso queda restringido únicamente a todoterrenos, vehículos con tracción a las cuatro ruedas y excursiones organizadas. Vamos, que no podréis ir por libre si estáis haciendo el viaje con un coche normal.
Sea como fuere, Monument Valley es un lugar que recomendamos hacer por libre siempre que tengáis ocasión.
Excursiones organizadas de los nativos navajos
¿Vuestro coche no es gran cosa o está lloviendo? En ese caso tendréis que ir al centro de visitantes o a las casetas que hay en el aparcamiento para contratar una excursión con nativos navajos. La primera toma de contacto es muy negativa: son prepotentes, dan una sensación de mafia súper turbia y no resultan precisamente baratos. Lo bueno es que se puede negociar: aunque empiecen pidiéndoos 150$ por persona, no deberíais pagar más de 85$.
Las rutas durante entre una hora y media y tres horas, en función de la fórmula contratada. Normalmente incluyen la visita a los espacios más reconocibles del parque, explicaciones con toda la desgana del mundo… y poquito más. Lo único bueno es que hay algunas carreteras cuyo acceso está reservado únicamente a los navajos, por lo que accederéis a sitios a los que no podríais ir por libre.
Nosotros tuvimos que ir mediante visita guiada porque ese día estaba lloviendo de lo lindo. Obviamente nos gustó ver Monument Valley, ya que es un sitio espectacular, pero el servicio prestado por los navajos fue pésimo. En pocos lugares nos hemos sentido peor tratados como viajeros que en este lugar.
