5 cementerios de Edimburgo repletos de historias, leyendas y misterios

Vamos a hacer un repaso a los cementerios más interesantes de Edimburgo. Pese a que la ciudad cuenta con más de 20 camposantos, en este post os vamos a enseñar los cinco más visitados: Greyfriars, San Cuberto, Canongate, Dean y Calton. Lugares en los que encontraréis absolutamente de todo: arte, tradiciones, historias sorprendentes y también, dicho sea de paso, algunos de los rincones más bonitos de la capital de Escocia.

Turismo entre lápidas y nichos… ¿por qué no?

Cuando nos preguntan por Edimburgo y recomendamos visitar algunos de sus cementerios, nunca faltan las caras de extrañeza. ¿Turismo para ver tumbas? Sí, sin duda alguna. La capital de Escocia tiene algunos de los cementerios más bonitos del mundo, hasta el punto de haber servido de inspiración para algunas de las obras literarias más relevantes de la cultura universal. ¿De dónde pensáis que J. K. Rowling sacó los nombres de muchos de los personajes de Harry Potter?

Los cementerios de Edimburgo están repletos de historias y leyendas. Hay algunos símbolos recurrentes, como las lápidas con calaveras y huesos o las cabezas con alas, pero también muchos otros que se encuentran localizados en un punto en concreto. Tal y como decíamos en la introducción, hay más de veinte cementerios, incluso uno dedicado en exclusiva a las sepulturas de animales.

Entendemos que en un viaje a la capital de Escocia siempre falta el tiempo, así que el criterio para elaborar esta lista ha sido muy sencillo: os traemos cementerios top y bien ubicados, con los que os iréis topando casi sin daros cuenta. Tened siempre a mano la cámara, pues vais a visitar auténticos museos al aire libre.

Los cementerios más famosos de Edimburgo

Cementerio de Greyfriars (Greyfriars Kirkyard)

Empezamos por el Cementerio de Greyfriars. Representa a la perfección lo que son los cementerios de Edimburgo: sitios en los que tan pronto te encuentras a una adorable pareja de viejecitos paseando a su perro como una lápida con una historia de lo más siniestra. Sin ir más lejos, que no os extrañe ver muchas lápidas protegidas por jaulas: son mortsafes, unos mecanismos de protección pensados para evitar el robo de cadáveres. Y es que, al parecer, en el siglo XVI se puso de moda que los estudiantes de medicina y tipos de gustos dudosos se dedicaran a robar los cuerpos cuando todavía estaban fresquitos.

Os dará la bienvenida la tumba de Bobby, un pequeño monumento (no es el enterramiento real) en honor a un adorable terrier que estuvo 14 años visitando la tumba de su dueño, que era el vigilante del cementerio. Es un sitio súper adorable, en el que nunca faltan los palos en su honor.

El lugar más icónico de este cementerio es el Mausoleo Negro, en el cual está enterrado Bloody Mackenzie: un tipo sanguinario al que se le atribuyen atroces crímenes. Se dice que todavía hoy está haciendo de las suyas, ya que su tumba está asociada a infinidad de fenómenos paranormales. Aunque el lugar está clausurado, constantemente se cuentan historias de curiosos que se han acercado hasta el mausoleo y han experimentado sucesos inexplicables.

En cualquier caso, el cementerio ha adquirido mucha fama en el turismo internacional a raíz de las obras de Harry Potter. Aquí podéis ver tumbas de personajes más o menos anónimos, como Thomas Riddell o MacGonagall, que sirvieron de inspiración para los nombres de la saga. J. K. Rowling lo desmintió años más tarde, pero las coincidencias son tan evidentes que cuesta creer que sea fruto de la casualidad.

Cementerio de San Cuberto (Graveyard of St Cuthbert)

El Cementerio de San Cuberto tiene una ubicación absolutamente privilegiada, a los pies del promontorio sobre el que se asienta el Castillo de Edimburgo. Las lápidas, con la fortaleza al fondo, ofrecen al viajero una de las imágenes más icónicas de la ciudad.

El camposanto es uno de los más antiguos de Edimburgo, cuenta con alrededor de 750 lápidas y ofrece auténticas obras de arte. No nos referimos únicamente a los enterramientos de personalidades ilustres, pues también veréis a desconocidos cuyos restos mortales reposan bajo increíbles esculturas. Si os gustó la historia de Bobby en Greyfriars, en San Cuberto hubo un suceso parecido.

Cementerio de Canongate (Canongate Kirkyard)

El Cementerio de Canongate quizá no destaque por su tamaño, ya que apenas cuenta con 350 lápidas, pero también es una visita obligada. Y es que entre sus enterramientos están algunos de los personajes más ilustres de Edimburgo.

En la entrada veréis una escultura en honor de Robert Fergusson, pues los restos del poeta reposan para siempre en este camposanto. Misma cosa pasa con el economista Adam Smith, cuya tumba está en Canongate. La lista es interminable: Dugald Stewart, Agnes MacLehose, David Rizzio…

Más allá de las lápidas, hay que reconocer el excelente trabajo de la asociación que se encarga de mantener el cementerio. No solo lo tienen en un excelente estado de conservación, sino que además ofrecen infinidad de rutas por el cementerio.

Cementerio de Dean (Dean Cemetery)

De los cinco de la lista, el Cementerio de Dean es posiblemente el menos conocido. Al menos, el que está más alejado del circuito turístico habitual. De hecho, aquí es bastante más habitual que os encontréis con un funeral (ya que sigue en uso) que con otros viajeros.

Se trata de un cementerio puramente victoriano, que fue creado a mitad del siglo XIX con una finalidad clara: servir como lugar para dar sepultura a las personas acomodadas y poderosas de Edimburgo. ¡Hasta para morirse hay clases!

Así, el Cementerio de Dean es el más monumental de todos. Está planificado al milímetro: quizá menos romántico, pero a la vez muy auténtico. Paseando por sus caminos veréis los enterramientos de los personajes más influyentes en la ciudad desde 1850 en adelante.

Cementerio de Calton (Old Claton Burial Ground)

Terminamos con el Cementerio de Old Calton, otra visita imprescindible. Fue impulsado por una asociación de artesanos, por lo que está repleto de tumbas que hacen referencia a diferentes oficios. También podéis ver un buen puñado de símbolos que hacen alusión a la masonería, como en otros cementerios de la ciudad.

A diferencia de otros camposantos, en Old Calton las tumbas no están dispuestas alrededor de una iglesia. Eso no fue impedimento para que personalidades de toda clase y condición eligieran este lugar para descansar el resto de la eternidad. Buena fe de ello da el Mausoleo de David Hume, uno de los filósofos más universales.

Es un cementerio repleto de detalles. Seguramente os extrañéis al ver una Estatua de Abraham Lincoln: no está allí enterrado, pero si hay un memorial en honor de los soldados escoceses caídos en la Guerra Civil de EEUU. También alucinaréis al ver un obelisco gigante: se trata del Monumento a los Mártires.

Por cierto, al ladito de Old Calton os espera el Cementerio de New Calton. Si todavía seguís queriendo pasear entre lápidas, aquí encontraréis una excelente muestra de arte pre-victoriano.

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