Ruta por el interior de la Dehesa Boyal de San Sebastián de los Reyes

Siempre decimos que no hace falta irse muy lejos de Madrid para hacer senderismo del bueno, y hoy queremos poneros un ejemplo excelente. Vamos a enseñaros una bonita ruta por el interior de la Dehesa Boyal de San Sebastián de los Reyes, a través de la cual podréis conocer una dehesa llena de historia, fauna y flora. Se trata de un recorrido de apenas una hora perfecto para estirar las piernas solos, en pareja, en familia o con animales, ya que no entraña ninguna dificultad. Sin embargo, no os dejéis llevar por las apariencias: aunque sea una ruta facilita, tiene mucho que ofrecer.

La Dehesa Boyal: el orgullo verde de Sanse

Antes de enseñaros la ruta, queremos hablaros un poquito de la Dehesa Boyal, uno de los emblemas de San Sebastián de los Reyes. La localidad fue fundada en 1492, mientras que la dehesa fue declarada lugar de pasto en 1493. ¡Solo un año después! Ese decreto resultó salvador a la postre, pues mientras los alrededores fueron pasto del urbanismo y el exceso de humanidad, la Dehesa Boyal ha llegado hasta nuestros días casi intacta.

Hoy es un orgullo para San Sebastián de los Reyes, siendo visitada a diario por cientos de sus vecinos para montar en bici, correr o simplemente dar un paseo. En su interior predominan las encinas, aunque también es posible encontrar arces, chopos o majuelos, además de arbustos como la retama negra. También hay una gran diversidad en cuanto a fauna se refiere, siendo frecuente ver conejos, petirrojos, galápagos y muchos más animales. Incluso es un lugar en el que proliferan los hongos, como la seta de cardo o el pedo de lobo, pero la recolección no está permitida al formar parte del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares.

Más allá de datos concretos, lo que la Dehesa de Sanse ofrece es un oasis de tranquilidad en medio de un montón de grandes ciudades. No olvidemos que la localidad está a menos de 20 kilómetros del centro de Madrid y que en ella hay enormes centros comerciales y grandes oficinas. Resulta casi increíble que al ladito de todo eso haya una masa boscosa como esta, perfecta para evadirse y hacer una excursión prácticamente cualquier día de la semana.

Haciendo el Llano y el Técnico, los dos caminos más famosos por el centro de la Dehesa Boyal

Existen muchísimos caminos por los que transitar en la Dehesa Boyal. No hay señalización ni una ruta oficial, pero el lugar es muy transitado y no tiene pérdida. Fundamentalmente se suele elegir entre dos posibilidades: recorrer el perímetro o su interior. En este caso, nosotros optamos por transitar por la parte central, ya que queríamos explorar al máximo la vegetación de la zona y aprovechar para ver algún que otro animalito.

Para ello, recorrimos dos de sus caminos más míticos: el Llano, que comunica el polideportivo con una antigua zona de parrillas; y el Técnico, que hace el mismo recorrido pero al otro lado del «arroyo». Lo ponemos entre comillas porque aunque el trazado del arroyo es evidente, ya que cambian el terreno y la vegetación, está seco prácticamente todo el año.

Como hemos dicho en la introducción, esta es una ruta de apenas una horita. El punto de partida es el aparcamiento del Polideportivo Municipal «Dehesa Boyal». Según se mira al complejo deportivo, hay que bordearlo por la izquierda, hasta encontrar la primera baliza que da acceso a la dehesa.

Aunque ya empieza a ser un sitio bonito y las primeras encinas empiezan a aparecer, la primera parte del recorrido consiste en ir en paralelo al polideportivo. Hay que caminar escasos cinco minutos hasta que el camino sale a mano izquierda, haciéndose un poco más ancho. Estamos en el famoso Llano, un camino que recorre el centro de la dehesa y por el que veréis gente a cualquier hora del día.

El camino se hace súper ameno, sobretodo en épocas de lluvia. Si, puede que os encontréis con algunos charcos, pero a cambio disfrutaréis de la Dehesa Boyal en todo su esplendor: con un manto verde en el suelo, los árboles en todo su esplendor y animales de diferentes especies dejándose ver poco a poco, aprovechando que cuando hace malo suele ir menos gente.

No tiene pérdida, pero en cualquier caso hay que seguir avanzando. Hay un cruce que puede tener un poco más de duda, en el cual hay que ir a la derecha. Para que nadie se pierda, dos referencias: la primera es el mapa con la ruta, que os lo dejamos más abajo; la segunda es que no tenéis que cruzar el arroyo, siempre hay que llevarlo a mano derecha.

A mitad de ruta se sale de la propia dehesa y se llega a la zona de antiguas parrillas. Antaño, cuando estaba permitido, en este lugar era típico ir a pasar el día en familia y hacer una barbacoa en los diferentes puestos de piedra. En este momento no es posible, pero queda una bonita zona con mesas y bancos para hacer un descanso en medio del camino.

Según se sale de la dehesa, se entra por el siguiente acceso que hay a mano derecha (es decir, si miráis a la valla desde las mesas, sería hacia la izquierda). Entraréis ahora en el camino Técnico, donde el recorrido se hace un poquito más silvestre. Hay algunas cuestas, no es tan ancho y en algunos momentos la vegetación se junta tanto que parece que se va por un túnel.

Para no perderse yendo por el camino técnico, la mejor referencia es el arroyo (o lo que queda de él), siempre hay que tenerlo a mano derecha. Por cierto, merece la pena que os asoméis a él, ya que es muy distinto: arena fina y vegetación palustre sustituyen a las casi omnipresentes encinas que acompañan en el resto de la ruta.

Al final del camino técnico, encontraréis a mano derecha una zona vallada. Básicamente hay que seguir caminando recto, siempre con la verja a mano derecha, hasta que encontréis la salida de la Dehesa Boyal. Entonces hay que ir a la derecha, subir una cuestecita y estaréis de nuevo en el aparcamiento del polideportivo.

Fácil y rápido. Si habéis seguido estas instrucciones, habréis hecho una de las mejores rutas de senderismo que se pueden hacer en los alrededores de Madrid. Si os gusta el lugar tanto como a nosotros, seguro que no es la última vez que vais a la Dehesa de Sanse.

Ficha técnica: cómo llegar, distancia y otros datos

Punto de inicio: se deja el coche en el aparcamiento del Polideportivo Municipal «Dehesa Boyal». Según se llega a él (teniendo el polideportivo enfrente) hay que intentar dejarlo hacia el lado izquierdo. En fines de semana y festivos puede estar muy transitado, pero siempre hay sitio.

Distancia / desnivel: el camino propuesto tiene algo más de 6 kilómetros. La primera parte hace honor a su nombre y es totalmente llana, mientras que en la segunda hay dos o tres cuestas.

Dificultad: es una ruta muy sencillita. Las únicas complicaciones que se pueden encontrar vienen en las épocas de lluvias, pues encontraréis charcos y barro si ha caído algo de agua. Con que llevéis calzado cómodo y una botellita de agua debería ser más que suficiente para superar este paseíto.

Duración: esta senda se hace en poco más de una hora. Podría alargarse si curioseáis por algunos de los muchos caminos paralelos o si paráis a merendar en la antigua zona de parrillas, pero si la hacéis del tirón son 60 o 70 minutos.

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