Qué ver en Urk: mitad pueblo pesquero, mitad destino playero

Urk es una de esas sorpresas viajeras que llegan sin avisar. Estábamos yendo por carretera de Ámsterdam a Groningen cuando apareció a lo lejos un pueblecito que tenía buena pinta. No vimos más que una playa bonita y casas de colores, pero fueron motivos más que suficientes para desviarnos de la ruta y ponernos en modo explorador. ¡Qué gran acierto! Nos gustó tanto la visita que lo mínimo era hacer este humilde post y contaros todo lo que ver y hacer en esta coqueta localidad costera de Países Bajos.

Urk fue primero isla y luego ciudad

Aunque a día de hoy es una ciudad de alrededor de 20000 habitantes, en origen Urk era una isla. Eso se traduce en que prácticamente solo hay un acceso al casco histórico, que a su vez es pequeñito y se concentra pegado a la costa.

Por cierto, hablando de orígenes, el nombre de Urk es un derivado de la palabra orca en neerlandés. El cetáceo es todo un símbolo de la historia del pueblo.

Nosotros estábamos en ruta y no nos queríamos entretener demasiado, pero como mínimo hay que echar un par de horas para sacarle todo el jugo a la localidad. Pese a que su tradición marinera está hoy muy viva, lo cierto es que hace ya décadas que viven fundamentalmente del turismo, así que encontraréis muchas cosas por hacer: interesantes museos, una gran oferta gastronómica, paseos en barco…

Casitas bajas, un puerto pesquero y un faro

Metiéndonos ya en harina, os vamos a contar cómo es la ruta típica por el casco histórico de Urk. Básicamente hay tres cosas por hacer: visitar la Raadhuisstraat, algo así como una especie de calle mayor; curiosear por su puerto pesquero, dividido en diferentes muelles; y por último echar un ratito en sus playas, de las que hablaremos en el siguiente apartado.

Empezando por el principio, la Raadhuisstraat es la típica calle que podría esperarse en cualquier ciudad de la costa de Países Bajos: pequeñas casitas de colores muy bien cuidadas, tiendas de artesanía, una pequeña iglesia y un museo con la historia de la ciudad. En la calle Wijk 2-2 encontraréis la Oficina de Turismo, donde os darán un mapa monísimo y os contarán qué podéis hacer por allí.

Paralelas a la Raadhuisstraat están Westhavenkade y Oosthavenkade, dos de los muelles más bonitos de Urk (uno de ellos es el que podéis ver en la foto que encabeza este artículo). Hay diferentes embarcaderos a lo largo de todo el casco histórico, si os gusta el mar disfrutaréis como lo hicimos nosotros.

Al fondo, prácticamente visible desde cualquier punto de la ciudad, está el famoso Faro de Urk. En verano se puede visitar su interior, mientras que en invierno tendréis que conformaros con su impresionante figura. Aunque el faro actual data de mediados del siglo XIX, hay documentada presencia de un faro en ese mismo punto desde el año 1617, cuando básicamente servía para orientar a los pescadores locales en sus faenas hacia el Mar del Norte.

Un día de playa en los Países Bajos

Aparte del casco histórico y del puerto, otro de los grandes atractivos de Urk son sus estupendas playas. Una curiosidad: cuando estábamos llegando a la zona de las playas, nos emocionamos al pensar que había una foca nadando en el agua. Resultó ser la Ommelebommelestien, una roca originada en la Edad de Hielo que asoma a 80 metros de la orilla. Cuenta la leyenda que es el lugar del que provienen los niños de Urk.

Básicamente habría que distinguir entre dos áreas: la del sur, mucho más tranquila y natural; y la del norte, desde donde se pueden contemplar los impresionantes parques eólicos marinos tan típicos de esta región.

Nosotros optamos por darnos un bañito en la segunda, y la verdad es que fue un gustazo. Urk está bien metida en el IJsselmeer, un lago artificial de escasa profundidad, por lo que la temperatura del agua es excelente pese a estar orientado al Mar del Norte. De hecho, bañarse aquí produce una sensación bastante peculiar, pues la mayor parte del agua del lago es dulce al desembocar aquí el río IJssel.

En cualquier caso, buenas playas. Quizá no sea la arena más fina del mundo, pero el agua está limpia y encontraréis duchas en las que limpiaros tras el baño de rigor.

Por cierto, si tenéis un poquito más de tiempo que nosotros, hay un Boulevard que une ambas zonas de playa y permite hacer un recorrido (ya sea corriendo o en bici) disfrutando del paisaje costero de Urk y sus alrededores. 100% recomendable, pese a que optásemos por seguir con nuestra ruta (queríamos también visitar Groningen ese día, pero eso lo contaremos en otro post).

Cómo llegar y dónde aparcar en Urk

Urk está a poco más de una hora en coche de Amsterdam, por lo que puede ser una buena excursión si se está visitando la capital de Países Bajos. Aparcar resulta sencillo, ya que en la zona del puerto hay un área enorme en la que dejar el coche. Por si os ayuda, lo que tenéis que buscar en Google Maps es Klifweg, Urk. ¡Os llevará a la zona sin problemas!

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