Espelette (Ezpeleta en euskera) es uno de los pueblos más pintorescos del País Vasco Francés. Además de sus clásicas casitas de colores y de estar rodeado de preciosas montañas, en este destino encontraréis una imagen que se repite en todas las guías de viajes: la de sus fachadas repletas de pimientos rojos.
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¿Qué tienen en común los pimientos, los osos panda y Miss Francia?
Puede que sus pimientos, protegidos bajo la calificación oficial AOC Piment d’Espelette-Ezpeletako Biperra, sean famosos en el mundo entero. Sin embargo, el pueblo es mucho más que el productor de un único producto. Se trata de un lugar equilibrado y lleno de posibilidades, con un casco viejo precioso y con muchísimo que ver.
La historia de Espelette está llena de curiosidades y de personajes ilustres, entre los que destacan Jean Pierre Armand David (sacerdote estudioso que dio a conocer al oso panda en occidente) o Agnès Souret (que en 1920 se convirtió en la primera Miss Francia).
Sin embargo, más allá de esos hechos simpáticos, el devenir histórico de Espelette también es un ejercicio de resiliencia. En 1794, durante la época del Terror de la Revolución Francesa, la práctica totalidad del pueblo fue deportado. Tuvieron que empezar de cero, pero no era la primera vez. Al fin y al cabo, durante la Guerra de los Cien Años fue destruido el castillo, pero rápidamente fue reconstruido por los habitantes del pueblo.
No encontraréis nada terrorífico en la visita a Espelette, más bien todo lo contrario. Sus calles están acostumbradas a recibir turistas todo el año, por lo que encontraréis un casco histórico muy cuidado, repleto de tiendas y de restaurantes. No en vano, es una de las localidades más populares del sur de Francia.
Turismo en Espelette
Casco histórico
El casco histórico de Espelette es sencillamente brutal. En sus calles podéis encontrar maravillosos ejemplos de arquitectura tradicional vasca, con algunas fachadas alucinantes. Definitivamente, la suma de los entramados de madera y de los pimientos colgados es una combinación ganadora.
Recorred la calle principal (Xerri Karrika) de arriba a abajo e investigad por todas las adyacentes y descubriréis muchos rincones con encanto.
Correos
En el principio del pueblo, al lado de la Plaza del Mercado, está el edificio de Correos. Es uno de los ejemplos de arquitectura civil más monumentales.
Centro de Interpretación del Pimiento de Espelette DOP
Justo junto a Correos está el Centro de Interpretación del Pimiento de Espelette DOP, un espacio musealizado que es clave para comprender la importancia de este producto en la economía de la región. Si os lo encontráis cerrado no os preocupéis, pues prácticamente en cada tienda del pueblo podréis ver, degustar y adquirir infinitos artículos derivados de estos ricos pimientos.
Castillo de los Barones de Espelette
El edificio más destacado del pueblo, por ser el origen de todo, es el Castillo de los Barones de Espelette. Aunque lleva en pie desde tiempos inmemoriales, fue reconstruido totalmente tras su destrucción en la Guerra de los Cien Años. Desde que en 1694 falleciese Juliana Henriquez, última baronesa de Espelette, pertenece al pueblo. Por cierto, en su interior está la Oficina de Turismo.
Iglesia de San Esteban (Église Saint-Étienne)
En la parte baja de Espelette está la Iglesia de San Esteban (Église Saint-Étienne). Data del siglo XVII y es uno de los lugares más emblemáticos de este tramo del Camino de Santiago, gracias a su retablo barroco, las galerías de madera de los laterales o su campanario-pórtico.
Barrio del río
Por cierto, los alrededores de la Iglesia de San Esteban son uno de nuestros lugares favoritos de todo Espelette. En el Barrio del Río encontramos una praderita perfecta para refugiarnos del calor, un río súper bonito en el que nuestro perro estuvo dándose un baño y también casitas con mucho encanto. También merece la pena.
Shopping en Espelette
Queremos hacer hincapié en la oferta de shopping tan interesante que hay en Espelette. Si os gusta pasear entre tiendas, aquí lo pasaréis en grande: alpargatas, utensilios de madera, típicos souvenirs con lauburus y ovejas latxas… ¡todo tiene cabida!
Por supuesto, los pimientos tienen un lugar protagonista. Aunque veréis muchas tiendas, nuestra recomendación es Pimientos Ttipia, pues aparte de una tienda (con buenos precios) tienen un pequeño huerto-museo en el que podéis ver cómo se produce este manjar de dioses.
Pudiera parecer que todo gira alrededor de los pimientos en términos gastronómicos, pero cierto es que tema va mucho más allá. Sin ir más lejos, es uno de los lugares con mejor chocolate negro del mundo. A finales del siglo XVIII ya hay registro de un maestro chocolatero, Estebé, que se instaló en la Plaza del Mercado. Una centuria más tarde se crearon dos talleres premiados a nivel internacional. Aunque esa industria decayó décadas más tarde, hoy en día es uno de sus productos más típicos. Os recomendamos visitar Antton Chocolatier, al comienzo del pueblo.
¡Ah! Y estamos en Francia, así que no os olvidéis de probar los quesos de Espelette.