¿Qué tipos de furgoneta se pueden camperizar? Pros y contras

En este artículo vamos a hacer un repaso de los diferentes tipos de furgoneta para camperizar que hay en el mercado y a hacer una comparativa entre ellos. Intentaremos resolver así una de las dudas más básicas a la hora de meterse en el mundillo: escoger la furgoneta que más se adapte a tus necesidades.

Para nosotros, elegir vehículo fue la parte más complicada. Poco o nada sabíamos sobre el tema, los consejos que nos daban los amigos que sabían a veces eran contradictorios entre sí y nos perdíamos en un mar de vehículos de ocasión. Por eso, esperamos que esta guía básica os haga mucho más fácil vuestra toma de decisiones.

Por cierto, también vamos a hablar de otro tipo de vehículos, pues no solo es posible camperizar furgonetas. Os sorprendería todo lo que hemos encontrado en la carretera a lo largo de los años.

Tipos de furgonetas para camperizar

Resumiendo mucho, ya que el tema furgonetas da para escribir millones de párrafos, en esta guía vamos a agrupar las furgonetas en tres tipos diferentes: pequeñas, medianas y grandes.

Por furgonetas pequeñas hay que entender aquellas que tienen dimensiones reducidas, similares a las de un coche monovolumen. Los modelos más típicos serían la Citroën Berlingo, la Ford Tourneo (fue nuestra primera furgo) o la Renault Kangoo, entre otras muchas opciones.

Por furgonetas medianas nos referimos al tamaño más habitual de furgoneta: no es tan chiquitita como las anteriores, pero tampoco un mamotreto. El modelo más extendido en el mercado es la Volkswagen Transporter, aunque compiten con ella otros como la Mercedes Vito, la Opel Vivaro o la Renault Trafic.

Por último, por furgonetas de gran volumen nos referimos a las que tienen un tamaño mayor. Dentro de ellas también hay diferentes tamaños, aunque en todos ellos ya hablamos de grandes espacios de carga. Los modelos más conocidos son la Volkswagen Crafter, la Mercedes Sprinter o la Ford Transit, así como marcas industriales como la Iveco Daily.

Furgonetas pequeñas

Yendo de menos a más, empezamos con el tamaño más pequeñito. Recordemos: Berlingos, Tourneos, Kangoos y compañía.

Las principales ventajas de furgonetas campers pequeñas:

  • Poco consumo: mínimo, de hecho. Aunque entren dentro de la categoría de furgonetas, gastan más o menos el mismo combustible que un coche.
  • Facilidad de conducción y aparcamiento: al tener dimensiones reducidas, no te costará nada conducirlas y podrás utilizar cualquier parking.
  • Fiabilidad: son furgonetas pensadas para el día a día, por lo que tienen una durabilidad más que contrastada.
  • Económicas: son las más baratas de todas, lo cual siempre es un punto a favor.

Con un poco de ingenio, podrás convertir estas pequeñas furgonetas en auténticas casas con ruedas. Eso sí, siendo realistas, las furgonetas pequeñas también tienen inconvenientes:

  • Poco espacio: lo más evidente. Fruto de esto, no tendrás una buena capacidad de almacenamiento, no podrás hacer grandes virguerías a la hora de camperizar (nada de duchas o baños) y tendrás que prescindir de algunas comodidades.
  • Incomodidad: al ser tan chiquitita, no disfrutarás del confort que si ofrecen furgonetas con mayores dimensiones. Vamos, que tendrás un espacio para dormir y poquito más.
  • Todo de quita y pon: de hecho, lo normal sería que la cama haya que montarla y desmontarla para poder usarla, que las mesas y sillas estén escondidas hasta que las puedas usar, etcétera.

Furgonetas medianas

Vamos ahora con el modelo más habitual en furgonetas camperizadas. El tamaño mediano es el que más éxito tiene por su versatilidad, porque conducirlo no es tan distinto a la experiencia que se tiene con un coche y porque existen infinidad de modelos en el mercado.

Las ventajas de las furgonetas medianas son:

  • Consumo y conducción: gastan más que un coche y la estabilidad no es la misma, pero, como ya hemos dicho, no están tan lejos de un vehículo de tamaño reducido. Por ejemplo, nuestra T4 consume poco menos de 7 litros a los 100 kilómetros y mide menos de dos metros de alto (por lo que entramos con ella a cualquier parking).
  • Se les puede hacer cualquier cosa: cama, ducha, mesa de noche, cocina, instalación eléctrica… ¡todo lo que quieras!
  • Son modelos muy conocidos: eso hace que encontrar piezas sea sencillo, que en cualquier taller te puedan echar una mano y que se abra ante ti un universo de gadgets. Absolutamente todo está inventado.
  • Facilidad para camperizar: precisamente por el punto anterior, son modelos fáciles de convertir en una casa con ruedas. Internet está lleno de planos y vídeos en los que te enseñan como hacerlo, y encargárselo a una empresa no es especialmente caro en comparación con otros modelos.

Eso sí, como os podéis imaginar, también existen inconvenientes para camperizar furgonetas medianas:

  • No se puede estar de pie: esa es, en nuestra opinión, la única pega. Por muy bien que la campericéis y por mucho que lo pongáis todo a vuestra medida, nunca podréis estar de pie en el interior de la furgoneta (salvo que midáis menos de un metro y medio, claro).
  • Se puede hacer de todo, pero siempre hay que hacer sacrificios: por mucho que estas furgos tengan muchas posibilidades, su tamaño es limitado. Nosotros por ejemplo tuvimos que renunciar a instalar un potty, hay quien prescinde de la mesa, quien hace que su cama se monte y se desmonte… Siempre os faltarán unos pocos centímetros.
  • Exceso de demanda: esta forma de viajar está muy de moda, por lo que hay mucha gente interesada en hacerse con un vehículo así. Eso se traduce en precios muy elevados, incluso en furgonetas que han tenido muchos dueños y tienen miles de kilómetros a sus espaldas. Esta situación afecta especialmente a modelos míticos, como la T4.

Furgonetas de gran volumen

Terminamos con los vehículos de mayores dimensiones. Nosotros por el momento solo hemos tenido furgonetas pequeñas y medianas, pero nos imaginamos que en algún momento aumentaremos la familia y tendremos que pasarnos al gran formato.

Las principales ventajas de las furgonetas grandes son:

  • Puedes estar de pie: y eso, a la larga, es comodidad, especialmente si vas a pasar largas temporadas de viaje. Poder entrar y salir de tu casa con ruedas sin tener que reptar o hacerte una bolita es todo un lujo.
  • Perfectas para viajar más de dos personas: en furgonetas medianas hemos visto hasta familias de cinco miembros viajando en ellas, pero nos cuesta imaginarles estando cómodos ahí dentro. Sin embargo, en una furgoneta grande podrían viajar varias personas tranquilamente.
  • Tamaño infinito, posibilidades infinitas: ducha con calentador de agua, un baño como el de casa, nevera con congelador… En estas furgonetas, los únicos límites son la imaginación y el presupuesto.

Sin embargo, vemos que las furgonetas grandes tienen unas vesventajas claras:

  • Gran consumo: al ser muy altas, la aerodinámica no es la mejor. Eso se traduce en que los depósitos se os vaciarán mucho más rápido de lo que os gustaría.
  • Conducirlas no es nada fácil: conocemos incluso a gente que se ha acabado cambiando a modelos más pequeños porque no se acostumbraba a ellas. No por las autovías, sino por tener que maniobrar en pequeños pueblos.
  • No se puede ser un ninja: con una furgoneta pequeña o mediana, puedes pasar desapercibido y dormir en cualquier sitio. Sin embargo, las furgonetas grandes están mucho más perseguidas. De hecho, en muchos parkings ponen barreras para que no entren vehículos de más de dos metros.

Comparativa: ¿Cual es la mejor furgoneta para tu camperización?

Si os da pereza leeros todo o simplemente tenéis un exceso de información, aquí os dejamos una infografía con lo mejor y lo peor de cada modelo:

Camperizar otro tipo de vehículos

Para terminar, queremos romper una lanza en favor de todas aquellas personas que demuestran que querer es poder y que no hace falta tener una furgoneta súper equipada para recorrer el mundo. En la carretera nos hemos encontrado de todo: desde gente que dormía en la parte trasera de un Opel Corsa con un colchón inflable hasta locos que habían camperizado un vehículo militar similar a un tanque.

Algunas de las opciones más típicas son:

  • Camperizar un coche: en un monovolumen no tiene mucho misterio, ya que podéis quitar los asientos traseros y tirar un colchón detrás. Sin embargo, en vehículos utilitarios también existen muchas posibilidades para hacer que pasen a ser casas con ruedas, como cabinas que se instalan en la parte superior o avances para la trasera.
  • Camperizar un autobús: quizá inspirados por películas como Captain Fantastic, lo cierto es que hemos visto más de un autobús camperizado. Incluso hay podcasts sobre la materia, por lo que si nos animáis tendréis fácil saber por dónde empezar.
  • Camperizar un 4×4: otra opción muy típica, sobre todo para los amantes de la naturaleza y de los deportes de aventuras. Existen muchas fórmulas para camperizar un todoterreno, así como muchas empresas que los alquilan ya convertidos (por ejemplo, en destinos como Sudáfrica o Sudamérica).

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