Rodeado por algunos de los edificios más ilustres de la ciudad, así como de varios de sus mejores museos, el Merrion Square Park es uno de los espacios verdes más destacados de Dublín. Se encuentra ubicado en pleno centro, es uno de los principales atractivos turísticos de la capital de Irlanda y esconde un montón de sorpresas. Además, no es el típico sitio trilladísimo, ya que hasta finales del siglo XX no estaba abierto al público general.
La tercera catedral de Dublín… que no fue
Merrion Square Park fue inaugurado en 1762, tras una década de ambiciosos trabajos. Hay que tener en consideración que estos jardines surgieron a modo de parque privado, para que los adinerados vecinos del barrio pudieran disfrutar de él. Pensad en las lujosas casas de estilo georgiano que lo rodean: allí solo vivía la flor y nata dublinesa. De hecho, todos los edificios excepto uno siguen en pie desde entonces.
Curiosamente, el parque estuvo a punto de desaparecer a mediados del siglo XX. Resulta que en el siglo XX la iglesia compró los terrenos, con la intención de construir una catedral. Que sí, que Dublín ya contaba con San Patricio y con Christ Church, pero al parecer querían una tercera catedral en la ciudad.
El proyecto finalmente fue descartado, incluyendo un girito que no fue del agrado de la gente pudiente del barrio. En 1974 el arzobispado decidió ceder Merrion Square Park a la ciudad, convirtiéndose entonces en un parque público.
Qué ver en el Merrion Square Park
Llegar a Merrion Square Park es muy sencillo, ya que está en todo el centro de Dublín. Apenas tardaréis cinco minutos a pie desde sitios tan emblemáticos como el Trinity College o St Stephen’s Park.
Una vez allí, os esperan casi 5 hectáreas repletas de detalles, como si de una caja de sorpresas se tratase. La primera está en el subsuelo: resulta que bajo Merrion Square Park hay un refugio antiaéreo con capacidad para más de 1000 personas.
A pie de parque, hay muchos caminos por los que transitar y descubrir su diferentes elementos. Quizá la cosa más famosa sea la estatua de Oscar Wilde, en honor al mítico dramaturgo victoriano. Era vecino de la zona, por lo que no hay un lugar mejor para hacerle un homenaje.
En otro de los extremos del parque está el War Memorial, una llama eterna dedicada a los soldados irlandeses anónimos caídos en servicio. Antaño estaba custodiada las 24 horas del día por miembros del ejército, pero ya no ocurre esto.
Si viajáis con niños, entre la estatua de Oscar Wilde y el War Memorial encontraréis The Giants Garden, uno de los mejores parques infantiles de la ciudad. Por el contrario, si lo que os apetece es caminar, id de punta a punta por su red de caminos y disfrutaréis de un entorno único.
Por cierto, en los alrededores del Merrion Square Park os esperan algunos de los mejores museos de la ciudad, como la National Gallery of Ireland, el Museo Nacional de Historia Natural o el Museo Nacional de Arqueología. Son gratuitos y abren a diario, por lo que pueden ser un complemento perfecto a la visita al parque.
