Los Mármoles y La Cilla, los últimos vestigios de la ciudad romana de Augustobriga

A los pies de la EX-118, la carretera que comunica Navalmoral de la Mata con Guadalupe, se pueden visitar dos restos arqueológicos de época romana únicos en el mundo entero: nos referimos al Templo Los Mármoles y al Templo La Cilla. Son de lo poquito que ha llegado hasta nuestros días de la antigua Augustobriga, una urbe que posteriormente pasaría a ser Talavera la Vieja (o Talaverilla) y que acabó sumergida en las aguas por la construcción del embalse de Valdecañas, ya en tiempos de la dictadura franquista. En este artículo os contamos todo sobre ambos templos y también os enseñamos cómo visitarlos.

Restos romanos únicos a orillas del embalse de Valdecañas

La verdad es que visitar ambos templos no podría ser más sencillo. Yendo desde Navalmoral de la Mata por la EX-118 veréis sus columnas un poquito antes de llegar a Bohonal de Ibor, nada más cruzar el puente que atraviesa el embalse de Valdecañas. Junto a la carretera hay un pequeño apeadero en el que, dicho sea de paso, podéis pasar la noche si estáis viajando con furgo.

Una vez lleguéis allí, básicamente hay tres o cuatro paneles informativos y un par de miradores hacia el agua. Por supuesto, también encontraréis los restos de ambos templos, que fueron instalados aquí tras la construcción del embalse en 1963.

Las crónicas describen una auténtica tragedia, pues Talavera la Vieja era un pueblo de unos 2000 habitantes que estaba repleto de patrimonio arqueológico de época romana. Sin embargo, tan solo se han conservado Los Mármoles y La Cilla, que fueron colocados en su ubicación actual antes de que las aguas se instalasen en la zona. Todo lo demás fue expoliado por el régimen franquista.

En primer plano veréis el impresionante Templo Los Mármoles, que es el único templo de curia romano que se conserva en todo el planeta. Era de planta rectangular, con unas dimensiones aproximadas de 20 por 11 metros.

Lo que se conserva fundamentalmente es la parte frontal, con cuatro columnas centrales y dos laterales de orden corintio, dispuestas sobre un zócalo de granito. Pese a que hoy los restos se muestran desnudos, en su momento el acceso al templo estaba pintado.

En unas excavaciones arqueológicas cercanas a Los Mármoles se descubrió también el Templo La Cilla, cuyo nombre responde a que uno de sus últimos usos fue el de almacenar grano. Tan solo se pudieron trasladar a la zona tres columnas, las cuales tienen un aire absolutamente romántico con el agua de fondo.

¿Por qué ambos templos se trasladaron hasta aquí y no fueron saqueados como el resto de ruinas? Pues básicamente porque tenían la declaración de Monumento Histórico-Artístico desde 1931, gracias a lo cual han llegado hasta nuestros días.

Si vais a la zona con perrete, os recomendamos aprovechar que estáis por allí para bajar a pasear cerquita del agua, ya que hay una zona perfecta para que se pegue unas buenas carreras buscando palitos.

La puerta de entrada al Geoparque Villuercas-Ibores-Jara

Para nosotros, la visita a Los Mármoles y La Cilla supuso el comienzo de una escapada de fin de semana al Geoparque Villuercas-Ibores-Jara, un lugar fascinante (por algo es Geoparque Mundial de la UNESCO). Nos parece un punto de partida óptimo para la visita a un lugar repleto de pueblos adorables, rutas de senderismo únicas y muy buena gastronomía.

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