Ubicadas en el oeste del país, no muy lejos de la frontera con Noruega, las Cascadas de Tännforsen son las más grandes de toda Suecia. Hablamos de un salto de agua enorme, el cual puede ser visitado gracias a una estación turística en la que también hay una tienda y un coqueto restaurante. En este artículo os contamos todo sobre este lugar, protegido como Reserva Natural y área Natura 2000 por la Unión Europea.
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El salto de agua que sobrevivió a las centrales eléctricas
Las Cascadas de Tännforsen tienen unas dimensiones colosales. Para que os hagáis una idea, su salto principal tiene 26 metros de alto y 60 metros de ancho: en total, 1560 metros cuadrados de cascada que precipitan entre 200 y 800 metros cúbicos por segundo (en función de la época del año). Forma parte de un conjunto de varios saltos, alcanzando entre todos ellos los 37 metros de altura.
Este grupo de saltos de agua es parte del río Indal, en un tramo que sirve para conectar dos lagos: el Tännsjön, encima de la cascada; y el Öster-Noren, justo debajo. Se encuentra en el término municipal de Are, en la provincia histórica de Jämtland.
La región puso en marcha un ambicioso programa para explotar sus recursos hídricos a mediados del siglo XX. Buena parte de sus saltos de agua fueron convertidos en centrales hidroeléctricas, algo positivo desde el punto de vista energético pero terrible para la conservación de los paisajes. Sin embargo, Tännforsen consiguió salvarse: la opinión pública se mostró claramente en contra y las autoridades tuvieron que dejar las cascadas sin explotar. Más tarde vinieron diferentes ámbitos de protección a nivel nacional y europeo, por lo que en principio las cascadas deberían perdurar en el tiempo sin modificaciones.
Cómo es la visita a las Cascadas de Tännforsen
La visita a las Cascadas de Tännforsen no podría ser más sencilla. Al ladito tenéis un aparcamiento enorme, un centro de recepción de visitantes, diferentes rutas para llegar hasta ellas y también alguna que otra excursión interesante cerca.
Turiststation, un centro de recepción de visitantes perfecto
Basta con que pongáis «Tännforsens Turiststation» o «Tännforsen Waterfall» en Google Maps para que lleguéis hasta las cascadas. El GPS os conducirá hasta un aparcamiento, el cual tiene un coste de 30 coronas / hora.
Allí mismo encontraréis también la estación turística de Tännforsen (Turiststation), algo así como el centro de recepción de visitantes. En su interior encontraréis un coqueto restaurante-cafetería, el cual también vende productos artesanales. Os recomendamos probar sus tortitas.
El lugar también hace las veces de albergue. Si estáis viajando en furgoneta, también podéis aprovechar para utilizar sus duchas (de pago).
Los mejores puntos de observación
Desde el aparcamiento hasta las cascadas hay diferentes caminos. Recorrerlos todos ellos os supondrá caminar un kilómetro escaso, el cual se recorre en una media hora. Así, lo mejor es que vayáis por un lado y volváis por el otro.
El paseo por el bosque no podría ser más agradable. Poco a poco irán apareciendo ante vosotros diferentes miradores, desde los cuales podréis ver las Cascadas de Tännforsen a diferentes alturas.
Si empezáis por el camino de la izquierda, lo primero que veréis es Goda Hoppets Bank, una zona de rápidos en la parte superior de la cascadas.
La siguiente parada es en Utsiktsplats, un punto de observación que da directamente a la cascada. Es brutal, absolutamente increíble. Por más que os enseñemos fotos, tenemos que decir que se quedan cortas: sin duda es una de las cascadas más espectaculares que hemos visto en el norte de Europa.
Si seguís avanzando llegaréis hasta Nackens Udde. Es el mirador más lejano, se encuentra ya debajo de la cascada. Merece la pena completar la ruta al completo, ya que así veréis el salto de agua desde arriba, durante la caída y desde abajo.
Hay que destacar la abundancia y calidad de los paneles informativos que hay distribuidos por todo el recorrido. En los mapas de la zona están señalizados hasta los bancos, así sabréis dónde hacer una pausa en caso de necesitarlo.
Tenemos que reconocer que fuimos a ver las cascadas porque nos pillaban de camino y que de primeras teníamos cierto recelo, ya que veíamos unas reseñas en Google absolutamente exageradas. Y, después de ir, todo lo que podemos decir es que se quedaban cortas. Es un sitio alucinante, de lo mejorcito que vimos en ese viaje.
Karolinermonument en Duved, excursión obligada
Por si las cascadas os saben a poco, a 15 minutos en coche tenéis el Karolinermonument de Duved. Se trata de un obelisco de granito que fue construido en 1892, en honor a los más de 3000 fallecidos durante la retirada de las tropas suecas de Noruega en el año 1718. Es un episodio clave en la historia del país y del cual podréis aprender mucho allí, gracias a sus paneles informativos y al propio obelisco.
