Dublín y San Patricio es un binomio que siempre triunfa. Seguramente lo primero que os han venido a la mente son enormes pintas de cerveza verde, música irlandesa y leprechauns persiguiendo arcoíris, pero en este post os vamos a hablar de algo mucho más serio: la Catedral de San Patricio. No penséis que somos unos aguafiestas, pues os aseguramos que se trata de uno de los edificios más monumentales de toda Irlanda.
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La mayor iglesia de Irlanda
La Catedral de San Patricio fue construida junto a un pequeño pozo, en el cual se dice que el propio San Patricio bautizó a unos conversos a mediados del siglo V. Desde ese momento se puso en marcha una pequeña iglesita de madera, siendo un lugar de importancia para el cristianismo.
Sin embargo, cuando realmente cogió enjundia el tema fue a finales del siglo XII, cuando los normandos sustituyeron el templo de madera por uno de piedra. Esa fue la base para, aproximadamente cien años más tarde, construir el edificio actual.
Como no podía ser de otro modo en un sitio como Dublín, la historia de la Catedral de San Patricio está llena de idas y vedidas: incendios, inundaciones, saqueos… Momentos complicados, pero que también contribuyeron a ser el punto de partida para ampliaciones y añadidos. Por ejemplo, la aguja de la torre no se puso hasta 1749.
El excelente estado actual de la Catedral de San Patricio se debe en buena medida a una enorme donación de Benjamin Guinness, nieto del mítico Arthur (el que puso en marcha el imperio cervecero). A partir de ahí, las autoridades pertinentes se han encargado de conservar el edificio, que actualmente sigue siendo el mayor edificio religioso de Irlanda.
Por cierto, una curiosidad. Se le conoce como Catedral de San Patricio porque en el templo está la sede de la iglesia irlandesa, pero lo cierto es que no es la sede de un obispado. Ese honor está reservado a la Catedral de la Santísima Trinidad de Dublín, la otra catedral de la ciudad. Sea como fuere, no se entiende la visita a la capital de Irlanda sin dejarse caer por ambos templos.
Cómo es la visita a la Catedral de San Patricio
La visita a la Catedral de San Patricio es interesantísima. Y lo es por muchos motivos, aunque principalmente llama la atención a nivel arquitectónico. Es todo lo que cabría esperar de una gran catedral en el corazón de Irlanda: rezuma Edad Media por los cuatro costados.
Tras pasar por caja (8€ por persona), os entregarán un bonito folleto en el que están señalizados los principales puntos de interés. Algunos llaman la atención a simple vista, como las vidrieras, el púlpito de piedra que hay al lado del coro o los bonitos bancos distribuidos por la nave central. Sin embargo, conviene prestar mucha atención para no perderse otros.
Justo en el extremo opuesto a la entrada, al final del edificio, está la Capilla de la Virgen. Tras la restauración de 2013, muestra sus colores originales. Hay que ser especialmente respetuosos en esta zona de la Catedral, ya que se utiliza como zona de culto y reflexión silenciosa.
Si os gusta la literatura, os congratulará saber que el mítico Jonathan Swift fue deán de la Catedral de San Patricio durante muchísimos años. Eso se traduce en que el autor de Los Viajes de Gulliver tiene un papel destacado en el templo, incluyendo un busto, su antiguo púlpito o vitrinas en las que se muestran algunas de sus obras.
Hay que decir que no es la única personalidad destacada que tiene su hueco en la Catedral de San Patricio. Por doquier veréis estatuas y monumentos, siendo una especie de museo de las personalidades más destacadas de la historia de Irlanda.
Os recomendamos encarar esta visita con calma, explorando cada rincón y prestando atención a los paneles informativos. Solo así podréis sacarle todo el partido a este fascinante edificio.
Información práctica
Aquí os dejamos la información práctica para visitar la Catedral de San Patricio.
- Dirección: St Patrick’s Close, Dublin, D09 H6X3
- Teléfono: +353 1 453 9472
- Página web
- Horario:
- De marzo a octubre: lunes a viernes, de 9:00 a 17:30; sábados, de 9:00 a 18:00; domingos, de 9:00 a 10:30, de 12:30 a 14:30 y de 16:30 a 18:00.
- De noviembre a febrero: lunes a sábado, de 9:30 a 17:00; domingos, de 9:30 a 10:30 y de 12:30 a 14:30.
- Tarifas: 8€ por persona.
