4 formas de ducharse en una furgoneta que no tiene ducha (y muchos consejos)

Seguimos hablando de esa extraña pareja formada por viajar en furgoneta y cómo ducharse, en este caso para en para enseñaros cuatro formas diferentes de hacerlo. Nos referimos a métodos pensados para vehículos que no están equipados con ducha, como es el caso de nuestra coqueta Volkswagen T4. En este artículo veréis las opciones que solemos utilizar, todo lo que tenéis que comprar para montaros una duchar de quita y pon y algunos consejos prácticos para hacer que la higiene no esté reñida con el bienestar y el cuidado del medio ambiente.

¿Cómo ducharse en una furgoneta?

Lavado en seco (para ocasiones puntuales)

No es nuestra opción favorita, pero siempre es bueno tenerla en cuenta. Nos ha sido de mucha utilidad en escapadas cortas, cuando no ha aparecido una ducha pública o cuando hacía demasiado frío para ducharse fuera de la furgo. Básicamente consiste en utilizar productos pensados para el lavado en seco: lo que de toda la vida se llamaría lavarse por provincias.

En vuestra maleta no pueden faltar:

  • Toallitas húmedas.
  • Champú seco en spray: hace un buen apaño. Básicamente hay que llenarse el pelo de spray y cepillarlo hasta que desaparece el polvillo blanco de él. La sensación de limpieza y frescor es bastante mayor de lo esperado.
  • Colonia / desodorante en cantidades industriales: no os limpiará, pero os dejará sensación de frescor.

Lo dicho, no es la mejor opción pero siempre hay que tenerla en mente.

Ducha solar

En nuestros primeros viajes en furgoneta, la ducha solar era nuestra apuesta ganadora. Las hay de todos los tipos, tamaños y precios, pero básicamente todas funcionan igual: una especie de bolsa de plástico que hay que llenar y poner al sol durante un par de horas para que se caliente. Después de eso, se cuelga (nosotros la poníamos en el techo de la furgo) y te puedes pegar una ducha de un cuarto de hora. Las hay incluso que tienen una bomba (manual o eléctrica) para que no haga falta ponerlas en altura, impulsando el agua del suelo a tu cabeza.

Son baratas, no diremos que no, pero ocupan espacio y no siempre dispones de dos horitas de sol para calentar el agua.

Ducha con motor + calentar agua

A día de hoy, nuestra opción favorita. Imaginaos un mango de ducha que acaba en una especie de pelota, la cual se pone en un barreño y empieza a absorber el agua. Es una opción muy cómoda, pero necesitaréis tres cosas:

  • La alcachofa de ducha con motor.
  • Un barreño para el agua (nosotros usamos uno plegable).
  • Alguna manera de calentar agua: podéis usar el método anterior y poner el agua al sol, pero nosotros hervimos agua en un momentito y la mezclamos con agua del tiempo.

Nos gusta también la versatilidad de la ducha con motor, ya que se puede utilizar también para improvisar un fregadero en el que lavar los platos. Eso sí, eso os lo contaremos en otro post.

Ducha DIY

Nosotros a este método le llamamos la ducha de las emergencias, porque solo recurrimos a él cuando los otros tres fallan. Sin embargo, internet está lleno de genios del bricolaje que se han fabricado unas duchas impresionantes con sus propias manos, a poco que busquéis en pinterest encontraréis muchas ideas.

Lo más típico es coger una botella grande (típica de Coca-Cola de dos litros) y hacerle unos agujeritos al tapón con un alfiler. ¡Listo, ya tenéis una ducha! El mayor inconveniente es que tienen muy poquita capacidad y… bueno, que somos muy torpes y nuestros inventos funcionan fatal.

Consejos para ducharse en furgoneta

Para terminar, vamos con un popurrí de consejos sobre duchas, furgonetas y vanlife en general. No podíamos terminar este artículo sin antes decir que:

  • Hay que utilizar siempre jabón biodegradable: si te vas a duchar al aire libre, el jabón normal deja rastro y estropea el entorno. La idea es que siempre dejéis los sitios igual o mejor que cuando llegasteis a ellos, nunca peor.
  • Yendo en furgoneta, el champú y el jabón en pastillas sólidas es mucho más práctico. Ocupan poco, cunden mucho y evitas el riesgo de que el bote se abra y te pringue toda la furgo (una experiencia que todos hemos vivido alguna vez y que no es nada agradable).
  • Consigue una base para la ducha. Nosotros al principio nos duchábamos con chanclas directamente en el suelo, por lo que acabábamos llenos de barro, haciendo equilibrios para secarnos y siempre se nos clavaba una piedrita. Ahora llevamos una especie de baldosín de plástico que compramos en un Leroy Merlín por 10€ y nos sentimos en el siglo XXIII.
  • Discreción ante todo: a nadie le apetece ir paseando por el campo o la playa y de repente verle el manubrio a un señor que se está duchando tranquilamente. Hay que pensar siempre en los demás, todo el que diga lo contrario no es buen viajero. Por tanto, os recomendamos buscar sitios apartados y en los que no molestéis a nadie. Nosotros para taparnos tenemos una cortina de ducha que pegamos entre las puertas traseras con imanes de neodimio, pero también venden cabinas para ducha plegables que se montan (literalmente) en dos segundos.
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