Cómo es visitar Legoland Billund, el parque temático de Lego en Dinamarca

Uno de los sitios más increíbles que visitamos en Dinamarca fue Legoland, el parque temático que la popular compañía de juguetes tiene cerca de su primera fábrica. Hablamos de un espacio lleno de áreas temáticas, atracciones y espectáculos, siendo siempre las populares piececitas de LEGO el hilo conductor. Imaginad cualquier cosa y la encontraréis montada en el parque con legos. En este artículo os enseñamos qué esperar de Legoland, cómo fue nuestra visita e información práctica para que podáis organizar un plan tan chulo como el que hicimos nosotros.

¿Qué es Legoland?

Legoland Billund Resort (que así es como se conoce actualmente a Legoland) es un parque temático centrado en el universo LEGO. Abrió sus puertas en 1968 y desde entonces ha sido visitado por más de 50 millones de personas procedentes de todas partes del mundo. De hecho, es el segundo atractivo turístico más importante de Dinamarca (solo superado por la ciudad de Copenhague). Por cierto, no es el único Legoland que existe en el mundo, ya que la compañía de juguetes ha abierto otros en Estados Unidos, Alemania, Dubai o Japón, por poner algunos ejemplos.

Legoland cuenta con diferentes áreas temáticas, como suele ocurrir en este tipo de parques. El elemento central es Miniland, un mundo en miniatura en el cual se representan diferentes ciudades, monumentos y espacios naturales de todo el mundo. Allí mismo hay una torre de observación que sube varios metros y permite obtener una estupenda panorámica de todo el parque.

Hay otras zonas temáticas. A nosotros nos gustaron dos especialmente: Atlantis, centrada en el mundo submarino y que cuenta con uno de los acuarios más importantes del país; y Pirate Land, en la que los piratas son los protagonistas. Eso sí, la variedad es enorme: una zona dedicada a tierras polares, otra a la Edad Media, otra a las populares figuras de NinjaGO…

Además de pasear por estas áreas temáticas, en todas ellas encontraréis atracciones. Algunas tienen un perfil súper infantil (no olvidemos que el parque está dedicado en buena medida a los más pequeños de la casa) y otras están planteadas para toda la familia. Sin embargo, los amantes de la adrenalina también encontrarán alguna que otra sorpresa para ellos, como una montaña rusa o una casa del terror.

Otro de los pilares de Legoland son los espectáculos. Cada año se ponen en marcha diferentes actuaciones, en las que actores y construcciones hechas con LEGO permiten que la imaginación se dispare. Los que quieran un día tranquilo pueden basar su visita en su totalidad en la asistencia a espectáculos.

Pasear, atracciones, espectáculos… ¡Y por supuesto comer! En Legoland hay varios restaurantes y bares. Podréis hincharos en su buffet libre, comer una hamburguesa, picar snacks entre horas, etcétera. Son caros, pero si compráis vuestras entradas con antelación, quizá consigáis tickets en los que se incluya la comida.

Como no podía ser de otro modo, las compras también tienen un papel protagonista en Legoland. Por todo el parque encontraréis tiendas para haceros con productos LEGO, algunos de los cuales son de venta exclusiva del parque.

¿Merece la pena la visita? Nuestra experiencia

En base a nuestra experiencia, solo podemos deciros que Legoland es una visita imprescindible si pasáis por esta zona de Dinamarca.

Vamos a empezar con los aspectos positivos. El primero de ellos es el ambientazo que hay en el parque desde que se cruza la puerta. De hecho, desde antes: la construcción que da la bienvenida a los viajeros ya rezuma una atmósfera a medio camino entre la magia y la nostalgia que nos acompañó durante toda la visita.

Nos gustó mucho la increíble variedad que encontramos en las zonas temáticas, las atracciones y los espectáculos. Es muy difícil encontrar un lugar tan equilibrado. Nos dio la sensación de que se lo pasarían por igual una abuelita de 80 años que solo quiere dar un paseo, un grupo de niños pequeños que quiere jugar con legos o un amante de las montañas rusas.

Imaginad cualquier cosa y la encontraréis hecha con piezas de LEGO: animales, monumentos, un tren en el que os podréis montar… ¡Incluso hay una zona temática de Star Wars! Mucho ojo con esto, pues si sois de los que os gusta la saga de George Lucas, veréis un montón de escenas míticas representadas a base de fichitas.

Sin embargo, también hay aspectos negativos que no podemos pasar por alto. El primero de ellos es el más evidente: ir a Legoland es carísimo. No esperéis encontrar entradas por menos de 50€ por persona, así que poneos a echad cuentas si en vuestra familia sois cuatro o cinco personas. Si compráis con antelación podéis encontrar algunos descuentos o packs familiares, pero aun así será un sablazo.

Por otro lado, la comida es regulera tirando a mala (y cara, por supuesto). Que sí, que por comer un día patatas fritas y una hamburguesa chunga no pasa nada, pero nuestra recomendación es que hagáis unos bocatas y los llevéis en la mochila (en principio no hay problema, se puede introducir comida al parque).

Por último, nos sorprendió para mal el tema shopping. Hay muchas tiendas, sí, pero no encontramos nada que no podríamos haber visto en un Carrefour o en un Toys R Us. Un par de objetos exclusivos (como una maqueta del propio parque), pero tampoco es que fuese la locura.

Aun así, el balance no podría ser más positivo. Legoland nos encantó y le recomendamos a todo el mundo su visita.

¡Por cierto! Si viajáis con vuestro peludo estáis de suerte: En Legoland Billund los perros son bienvenidos siempre y cuando vayan atados con su correa. Eso sí, a las atracciones no pueden montar.

Horarios, tarifas y reservar entradas

Es posible que haya cambios, ya que temporada a temporada se hacen ajustes, pero cuando nosotros fuimos la cosa era tal que así:

  • Apertura: el parque funciona desde finales de marzo hasta principios de noviembre.
  • Horarios: normalmente abre de 10:00 a 18:00, aunque en verano puede alargarse un poco. Os recomendamos apurar el día al máximo, ya que los daneses se suelen ir temprano y a última hora apenas encontraréis colas en ningún sitio.
  • Tarifas: las entradas empiezan en 399 DKK (unos 50€). Ese sería el precio estándar. ¿La buena noticia? Es posible encontrar ofertas, promociones para grupos o descuentos si vas dos días seguidos. ¿La mala? Que también hay momentos pico en los que las entradas serán aun más caras.
  • Reservas: lo mejor que podéis hacer es ir allí habiendo comprado previamente la entrada en la web oficial, que es donde se van publicando los descuentos.
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