Kilmainham Gaol es una antigua cárcel ubicada en el centro de Dublín. Pese a haber estado en funcionamiento relativamente poco tiempo (de 1796 a 1924), se trata de un lugar con un gran protagonismo en la historia de Irlanda. En este artículo os ayudamos a situarla en el contexto histórico del país y os contamos cómo hacer la visita, un absoluto must en la capital de la Isla Esmeralda.
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Un lugar clave para entender la historia de Irlanda
Las revueltas y rebeliones de 1798, 1803, 1848, 1867 y 1916 tienen algo en común: todas ellas acabaron con sus líderes encarcelados (o incluso ejecutados) en Kilmainham Gaol. Se trataba de un lugar muy crudo, construido cuidando hasta el último de los detalles. Al fin y al cabo, era conocida como New Gaol por ser la sustituta de una cárcel cercana, por lo que construyeron este presidio con conocimiento de causa.
Kilmainham Gaol tenía muchas particularidades. Desde el mismo momento en el que pongáis un pie en ella comprobaréis que sus celdas eran diminutas, oscuras, húmedas y frías. La estancia allí nunca fue fácil, especialmente en momentos complicados para el país. Durante la hambruna de 1848 vivió una sobrepoblación, ya que la gente se veía obligada a robar para comer y la cantidad de presos aumentó considerablemente.
Se daba la circunstancia también de que no existía distinción entre hombres, mujeres o niños, ni tampoco en base al tipo de crimen que se había cometido. Por tanto, os podéis imaginar la cantidad de incidentes que ocurrieron entre sus muros.
La cárcel de Kilmainham Gaol forma parte del imaginario colectivo irlandés. Sin duda, esto está marcado por la presencia de personalidades clave en la historia del país, como Robert Emmet, Patrick Pearse o Éamon de Valera. Sin embargo, también ha contribuido a ello su frecuente utilización como escenario de grabación. Si bien En el Nombre del Padre es la cinta más reconocible, cualquier aficionado al séptimo arte se acordará también de El Hombre de Mackintosh o de la Michael Collins de Liam Neeson.
La visita a Kilmainham Gaol, paso a paso
El acceso a la cárcel de Kilmainham Gaol solo se puede realizar mediante visita guiada. Comprar las entradas es relativamente sencillo (salen con 28 días de antelación en su página web), aunque lo cierto es que el tema tiene un poco de truqui. Os recomendamos leer el post que hicimos sobre comprar entradas para Kilmainham Gaol, ya que os facilitará mucho la labor.
La visita dura aproximadamente una hora, durante la cual estaréis acompañados en todo momento con un guía. Nosotros teníamos entrada para el primer turno (9:40) y llegamos allí con unos 20 minutos de antelación.
Según nos estábamos aproximando al acceso principal, salió a recibirnos un guía simpatiquísimo. Nos indicó el lugar desde el cual empezaba el recorrido, pero también nos mostró que existen algunas habitaciones musealizadas en las que se puede hacer tiempo.
La persona que nos recibió anticipó lo que sería una constante durante toda la visita: amabilidad, simpatía y explicaciones súper interesantes. La única pega es que la visita se hace solo en inglés, algo que puede ser limitante si no habláis el idioma. Por suerte, justo antes de entrar podréis descargaros una completa guía en español utilizando un código QR. En el peor de los casos, llevad este post a mano y os servirá de mucha ayuda.
Ala Victoriana
Tras recorrer las estancias de espera, fuimos al meeting point y aguardamos a nuestro guía. Con la puntualidad propia de un británico, a las 9:40 llegó a recogernos y comenzó la visita. Esta recorre las estancias principales de la cárcel, empezando por uno de los puntos fuertes: el Ala Victoriana, también conocida como Ala Este.
Reconocible por su utilización como escenario en películas como En el Nombre del Padre, su arquitectura sigue el modelo panóptico: sus casi 100 celdas son fácilmente supervisadas por los carceleros desde cualquier posición. A los reos no se les permitía hablar e incluso había alfombras para que los carceleros pudieran moverse sin hacer ruido.
En algunas celdas se pueden ver los nombres de importantes personalidades políticas. También es destacable su escalera de caracol, uno de los elementos más reconocibles de este espacio.
El espacio central de este ala es muy interesante desde el punto de vista arquitectónico. De hecho, sirvió como inspiración para la construcción de decenas de cárceles en Estados Unidos.
Capilla
La siguiente estancia que se visita es la Capilla. Pensad en la sociedad de finales del siglo XVIII y comienzos del XX, en la que crimen y pecado eran conceptos que iban de la mano. La idea de las cárceles no solo estaba en el castigo, sino también en la redención y en la vuelta a la sociedad en forma de buenos cristianos que no volvieran a tropezar con la misma piedra. Por ello, existía una capilla, a la cual acudían los presos a diario. Incluso se llegó a celebrar una boda, ya que el preso Joseph Plunkett pidió como última voluntad casarse con su mujer Grace Gifford. Horas después fue ejecutado.
Ala Oeste
Si bien el Ala Este tenía un cierto toque señorial, incluso «lujoso», el Ala Oeste es todo lo contrario. Se trata de la zona más antigua de Kilmainham Gaol, cuyas condiciones eran durísimas. Contaba con corrientes de aire fresco que prevenían enfermedades, pero que también hacían que los presos se muriesen de frío. La pobre dieta que llevaban (leche, porridge de avena, patatas y pan) no contribuía a fortalecerlos, desde luego.
Corredor de 1916
Esa zona se llama así porque buena parte de los líderes de la revolución de 1916 fueron recluidos allí. De hecho, en el Corredor de 1916 se puede ver que en las jambas de casi todas sus puertas están los nombres de esos políticos.
Celdas ilustres
Siempre ha habido clases, incluso para ir a la cárcel. Por eso, en Kilmainham Gaol es posible visitar las estancias en las que estuvieron recluidos dos de sus presos más privilegiados. La primera es la Celda de Parnell, líder del Partido Parlamentario Irlandés. Se el consideraba el rey sin corona de Irlanda, lo cual ya dice mucho de su relevancia en la sociedad.
También pasaréis por la Celda de Emmet, que pasó a la historia por el discurso que dio durante el juicio por e cual fue condenado a muerte. La gran frase que dejó es no descanses hasta que Irlanda sea libre.
Patios
Por último, se visita el patio al que los presos salían una hora al día. No os penséis que era un momento de especial jolgorio, ya que solo les permitían caminar en círculo, unos detrás de otros, con los brazos a la espalda y en silencio. ¡Planazo!
Se visitan tanto el Patio de Ejercicios (el anterior) como el Patio de los Rompedores de Piedra (en el que los presos realizaban trabajos forzados). En ambos hay diferentes placas, una bandera de Irlanda y también cruces que recuerdan lugares en los que fueron ajusticiados diferentes presos.
Información práctica: entradas, horarios, tarifas…
Terminamos con un resumen de los datos prácticos para visitar Kilmainham Gaol:
- Dirección: Inchicore Rd, Kilmainham, Dublin 8, D08 RK28, Irlanda
- Horario: de 9:40 a 17:30
- Tarifas: 8€ por persona
- Página web
- Teléfono: +353 1 453 5984
Es importante recordar que las entradas solo se pueden comprar con antelación, por lo que no tiene sentido que vayáis hasta allí si previamente no habéis adquirido tickets por internet.