Clermont-sur-Berwinne es una coqueta localidad del este de Bélgica. En concreto, se encuentra en el corazón de Herve, una de las comunas de la Región Valona. Se trata de un miembro de pleno derecho de Les Plus Beaux Villages de Wallonie, la asociación que reúne a los pueblos más bonitos de la zona. En este artículo os enseñamos qué ver en este maravilloso destino.
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Lo mejor de Bélgica en formato de bolsillo
Las primeras menciones a Clermont-sur-Berwinne se encuentran recogidas en documentos del siglo XIII. Sin embargo, la mayor parte del patrimonio es posterior: la iglesia es del siglo XVI, hay una granja del XVII, el ayuntamiento es del XIX…
Sea como fuere, hablamos de un pueblo muy pequeñito y en el que todo su patrimonio está prácticamente alrededor de una misma plaza. La visita a pie se puede hacer en aproximadamente una hora, aunque lo cierto es que los alrededores están llenos de lugares muy interesantes. Sin ir más lejos, a escasos diez minutos en coche os espera Limbourg, otro sitio precioso.
Clermont-sur-Berwinne es un remanso de paz en medio de la campiña belga. En sus calles empedradas disfrutaréis de edificios auténticos, que a su vez se integran a las mil maravillas en un paisaje maravilloso. Nosotros hicimos la visita para estirar las piernas, ya que estábamos atravesando Bélgica de punta a punta, y la verdad es que hallamos mucho más de lo que esperábamos. Como se suele decir, fuimos a por cobre y encontramos oro.
Turismo en Clermont-sur-Berwinne
Plaza de la Haya (Place de la Halle)
Como ya hemos dicho, Clermont-sur-Berwinne tiene un epicentro claro: la Plaza de la Haya (Place de la Halle). Es un espacio urbano abierto, alargado y a cuyo alrededor se encuentran los edificios más emblemáticos de la ciudad. También tiene los dos restaurantes de la localidad, que a su vez son de lo poquito que opera en la zona.
En la propia plaza se puede aparcar, por lo que es un excelente punto de partida (y de final) para una ruta a pie por Clermont-sur-Berwinne.
Ayuntamiento (Hôtel de Ville)
Una primera parada en el recorrido, sin lugar a dudas, ha de ser el Ayuntamiento (Hôtel de Ville). Es un edificio monumental, que a la vez tiene usos muy distintos. Y es que además de casa consistorial, también hace las veces de Oficina de Turismo (en la cual podréis conseguir un mapita con explicaciones sobre los edificios de Clermont-sur-Berwinne) y también sala de exposiciones temporales. Data del siglo XIX, como dijimos en la introducción.
Arquitectura del renacimiento mosano
Clermont-sur-Berwinne fue uno de los epicentros del renacimiento mosano, un movimiento artístico de finales del siglo XIX y principios del XX. En él se pone en valor el arte medieval que se dio en el valle del río Mosa entre los siglos XI y XIII, pero tomando también elementos del posterior estilo Luis XIII.
Iglesia de Santiago el Mayor (Eglise Saint-Jacques-le-Majeur)
La Iglesia de Santiago el Mayor (Eglise Saint-Jacques-le-Majeur) es el principal edificio religioso de Clermont-sur-Berwinne. Modela de manera definitoria y definitiva el paisaje del pueblo, siendo visible tanto desde la carretera por la que se llega como desde la propia Place de la Halle. Data del siglo XVII, aunque fue construida sobre una anterior. Combina a las mil maravilla elementos góticos con otros del renacimiento mosano. En 2022 fue restaurada por completo.
Segundo Castillo
Vamos ahora con un edificio cuyo nombre ya cuenta una historia: el Segundo Castillo. Para entender su nombre, hay que viajar hasta finales del siglo XVI, cuando el primer castillo de la localidad cayó en estado de ruina. Así, en 1635 se terminó de construir una segunda fortaleza, que en la actualidad luce los blasones de dos familias: la De Merode y la Welkenheysen.
Le Pré Desonay
El castillo original se encontraba en Le Pré Desonay, un antiguo prado que antaño estaba a las afueras del pueblo pero que hoy es un parquecito en todo el centro. Desde este espacio verde es posible disfrutar de unas vistas sensacionales de la iglesia, a la vez que se camina bajo árboles frutales y se disfruta de la compañía de los patitos que viven en él.
Castillo (Château-Ferme de l’Aguesse)
Lo que si está a las afueras es el Château-Ferme de l’Aguesse, otra fortaleza del siglo XVII. Para llegar hasta él hay que hacer una agradable caminata entre los viñedos que rodean a Clermont-sur-Berwinne, la cual merece la pena por sí misma.
Este castillo está hecho íntegramente siguiendo las líneas maestras del renacimiento mosano. Aunque pertenece a manos privadas y no se puede visitar por dentro, merece la pena ir hasta él y contemplarlo de cerca.
Remember Museum 39-45
Por último, justo antes de entrar (o de salir) de Clermont-sur-Berwinne está el Remember Museum 39-45. Como su nombre indica, su principal misión es poner en valor todo lo acontecido durante la II Guerra Mundial. En él podréis ver carros de combate, proyectiles y todo tipo de enseres relacionados con el terrible conflicto que asoló al mundo entero entre 1939 y 1945.
